Empresas mexicanas ya comienzan a resentir los efectos de la guerra comercial impulsada por Donald Trump y las exportaciones de acero y aluminio a EU ya disminuyeron por los aranceles impuestos a los productos mexicanos.
Ciudad de México.- La guerra comercial que ha desatado Estados Unidos en contra de prácticamente todos sus socios comerciales, ya comienza a tener impacto real en el desempeño financiero de ciertos sectores, sobre todo en el que corresponde al acero y aluminio mexicano.
A partir de junio, cuando el gobierno de Donald Trump impuso aranceles de 10 por ciento al aluminio y 25 por ciento al acero mexicano, las exportaciones de estos productos han descendido considerablemente.
Sobre todo en el acero, ya que tan solo en junio de este año y según cifras del Buró de Censos de Estados Unidos, el valor de las exportaciones mexicanas de este metal disminuyó 12 por ciento frente al mismo mes de 2017.
En junio de este año las ventas por este metal mexicano al mercado estadounidense sumaron 160.8 millones de dólares; 22 millones de dólares menos que el mismo mes de 2017.
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Empresas de EU hicieron compras masivas
Sin embargo, de “enero a mayo de 2018 el valor por el envío de acero mexicano a Estados Unidos había incrementado 36 por ciento, frente al mismo periodo del año pasado”, señaló esta dependencia.
Esto coincide con el hecho de que Estados Unidos impuso estos aranceles al resto del mundo en marzo y para México y Canadá entraron en vigor hasta junio, lo significa que “importadores de Estados Unidos aprovecharon la compra de este bien aún sin arancel entre marzo y el último día de mayo”, explicó Manuel Díaz, presidente de Seko Logistics.
En ese sentido, estas variaciones en la balanza comercial del acero mexicano se podrían considerar positivas para los objetivos de Donald Trump, de frenar las importaciones y generar mayor desarrollo en su industria local.
El futuro cercano es complicado
Dado este escenario y los resultados iniciales que podrían ser vistos como positivos por el gobierno de los Estados Unidos, es probable que endurezca su política arancelaria, lo que en algún momento podría afectar a más empresas mexicanas.
Enrique Zavala, vicepresidente de la Asociación Nacional de Importadores y Exportadores de la República Mexicana (Anierm), asegura que “en vista de que el equipo de Trump está viendo resultados en el corto tiempo, es posible que este tipo de medidas continúen a nivel global”.
Y en declaraciones para Expansión, el líder de la Anierm asegura que “lo único que podría salvarnos de estas medidas sería que México y Estados Unidos lleguen a un acuerdo en materia comercial de manera bilateral, o que se llegue a un acuerdo para el TLCAN con Canadá incluido, en términos convenientes al país vecino del norte”.
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Pero ya hay otro factor en juego y es la inconformidad de los consumidores finales en Estados Unidos, que serán los principales afectados por estas medidas, no solo contra México sino con China y el resto del mundo.
Según la Cámara de Comercio de los Estados Unidos, “los aranceles a las importaciones amplían drásticamente el daño a los consumidores, trabajadores, empresas y la economía estadounidenses”, por lo que un descontento social también podría presionar a Trump.
Y es que los sectores empresariales le han expresado a la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), que “los aranceles causarán daños y mayores costos a productos que van desde disfraces de Halloween y luces navideñas hasta insumos para combustible nuclear”, pero al parecer, estas cosas no preocupan al actual presidente de la unión americana.