En varias ocasiones se ha dicho que las mujeres gastan más que los hombres, pero esto no se debe únicamente a una tendencia de consumo o gasto desmedido, simplemente es porque sus artículos valen más.
Ciudad de México .- Un artículo puede salir a la venta para hombre como para mujer, pero el pink tax o impuesto rosa, hará que su versión femenina cueste más, lo cual podría evidenciar porque las mujeres gastan más.
Desde pequeños, los juguetes, ropa y demás productos personalizados para niño y niña tendrán un precio diferente, las versiones femeninas de productos de cuidado personal, calzado y de juguetes cuestan en promedio siete por ciento más que las versiones masculinas, de acuerdo con un estudio realizado por el Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York.
Lo anterior se evidencia del siguiente modo: los juguetes para niña son siete por ciento más caros que los de niño y la ropa infantil costará cuatro por ciento más si es para una niña.
De acuerdo con un comparativo de precios realizado por El Economista, se encontró que la misma bicicleta en color rosa es más cara que la azul, con una diferencia de dos mil 290 pesos contra dos mil 330. Otro caso es que un mameluco para bebé del mismo material y talla es también más caro si tiene color rosa o una flor de estampado, siendo de 180 pesos contra 250. Las sandalias acuáticas son aproximadamente 20 por ciento más caras en la versión femenina.
Señala que para quienes bauticen a sus hijas, el conjunto costará hasta 76 por ciento más caro que si tuvieran un hijo; así mismo un juego de LEGO con el mismo número de piezas es 79 por ciento más caro si es de princesas, teniendo un precio de 560 pesos contra mil en su versión rosa .
En tanto, en el comparativo del medio, se encontró que la ropa de adulto es más cara para las mujeres que para los hombres., por ejemplo, un saco y un traje de baño del mismo material, misma marca y de acabados similares son aproximadamente 30 por ciento más caros en la versión femenina. El precio del saco para hombre es de dos mil 310 pesos y el de mujer asciende a tres mil y en el caso de los trajes de baño la diferencia es 850 pesos contra mil 100 pesos.
El aspecto donde más puede notarse el “impuesto rosa” es en los productos de cuidado personal y accesorios, ya que el Departamento de Asuntos del Consumidor de Nueva York encontró que son 13 por ciento más caros que sus iguales para mujer.
Ejemplifico que los rastrillos, las máquinas de afeitar, los desodorantes y las cremas faciales son algunos de los productos que aun siendo iguales cuestan más a las mujeres. En una tienda departamental de México un perfume de la misma marca cuesta 29 por ciento más si es para dama, el mismo modelo de lentes solares está 23 por ciento más caro en la versión femenina y un gel de limpieza facial aproximadamente 10 por ciento más caro.