Cuando se está iniciando en el mundo de los negocios, las ilusiones son muchas y a veces se pierde el piso con respecto a la realidad, que puede ser mucho más dura de lo que se espera, así que mejor pon aprueba tus proyectos emprendedores y mejora tus ideas.
Ciudad de México.- El éxito no se consigue necesariamente con una fórmula única, es más bien un proceso constante de pruebas, muchos errores, algunos aciertos y a partir de ahí, mejorar lo que ya se ha hecho bien o resolver los problemas pendientes.
Sobre todo cuando se está comenzando con un nuevo proyecto, ya que nunca se sabe a ciencia cierta, si tendrá futuro, si será aceptado por los consumidores o a pesar de ser innovador, no cause el impacto deseado.
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La respuesta a la incertidumbre
La mejor manera de resolver estas dudas es poniendo a prueba el producto antes de sacarlo a la venta. Muchos emprendedores buscan perfeccionar a tal punto su mercancía, que pierden tiempo valioso en esto y al final, tal vez ni siquiera le guste al público ya que partieron de una visión equivocada del mercado.
Por tal motivo, la manera más provechosa de utilizar el tiempo, es crear un Producto Mínimo Viable (PMV) que pueda ser la base para que algunas personas lo conozcan, lo prueben y den su opinión al respecto.
Tal como lo señala el sitio Entrepreneur, “así podrá validar si tu propuesta es útil, rentable, cuánto podría durar en el mercado y si tiene potencial de crecer”, pero con resultados mucho más cercanos a lo que puede pensar la gente.
Pero no tienes que pagar costosos estudios de mercado o agencias de mercadotecnia para que realicen estas investigaciones, ya que las puedes realizar tu propia casa o un café en donde hacer estas pruebas.
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Retroalimentación e intercambio de ideas
Esto sirve en muchos sentidos, pero principalmente porque se conocen ideas o soluciones a problemas que tal vez no los pueden ver los emprendedores y además, genera una retroalimentación básica para medir el impacto que se puede causar en el mercado.
También, ayuda a conocer y definir mejor “las características geográficas, demográficas y psicográficas de tu público meta”, dice el portal, con parámetros mejor alineados con lo que piensa y desean las personas reales.
Finalmente una vez que sientas que el Producto Mínimo Viable está listo, ponlo a la venta. “Vender los prototipos que hiciste a tu público meta” es el siguiente paso, ya que “recuerda que una cosa es lo que te dice la gente y otra muy diferente, la realidad a la que te enfrentarás día con día”, explica Alejandro Urbán, especialista en emprendimiento.