¿Qué llena de energía al empleado promedio?

¿Es nuestro trabajo el causante de la obesidad y el sobrepeso que se vive en México?

Ciudad de México.- Los vendedores ambulantes, específicamente aquellos encargados de proveer del material calórico necesario para continuar con las jornadas laborales pesadas, se pueden ver de camino hacia el trabajo o la escuela, justo al salir del metro o de la oficina; al bajar del autobús, estacionarios en el parque o  prácticamente en cualquier esquina*.

Los alimentos que se venden en la vía pública presentar la ventaja indiscutible de ser rápidos, están preparados y listos para su consumo; el intercambio no dura mas de cinco minutos (en ocasiones es cuestión de segundos) y proporcionan al consumidor mucho mas tiempo para que disfrute su comida con tiempo de sobra para regresar puntual a la oficina.  Esto, aunado a otros factores como los costos reducidos y el sabor o calidad de la comida, hacen que sea la opción más viable para comer y continuar con sus labores de forma rápida y eficiente. Poco importa en este punto que lo que estas metiendo a tu boca no sea saludable o tenga nulo valor nutricional, cuando el beneficio inmediato es mucho mas llamativo que el que se ubica a largo plazo  y forma un recurso que se ha vuelto indispensable para que los empleados puedan sobrellevar el desgaste que el trabajo implica.

La firma OCC mundial indica que durante su jornada laboral, el 48.5 por ciento de los profesionistas consume comida chatarra, principalmente durante la tarde, esto tiene amplia relación con los niveles de estrés, ansiedad y cansancio que largas jornadas de trabajo representan para las personas;  pero sobre todo por el poco tiempo con el que cuentan para preparar sus alimentos o seguir una dieta balanceada. En una ciudad donde inviertes 9 horas de oficina, al menos 2 de traslado y un mínimo de 7 horas para descansar, dormir y prepararte para el día siguiente, el tiempo restante la fatiga te impide hacer cosas tales como preocuparte por lo que vas a comer.

México es bien conocido por ocupar el primer lugar mundial en obesidad infantil y  segundo en adultos, según la secretaria de salud pública.

Los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición 2012 (ENSANUT) indican que, la prevalencia de sobrepeso y obesidad en mujeres adolescentes figuro con un  35.8 por ciento. Y en el caso de mujeres de más de 20 años esta proporción alcanzo un 73 por ciento.

En el caso de los hombres adolescentes el aumento fue menor. La prevalencia de obesidad y sobrepeso en los varones representa un 34.1 por ciento en adolescentes  y en los adultos se encuentra actualmente en 69.4 por ciento.

Algunas propuestas del sector salud se basan en una intervención de primer nivel, esto es, la concientización e información con respecto a las consecuencias de llevar una vida sedentaria y una mala nutrición. Para lograrlo sus programas te invitan a recapacitar sobre los efectos dañinos de tu dieta, la cual no solo genera sobre peso y obesidad, también te lleva a aumentar tu índice de mortalidad, el cual es 12 veces mayor en jóvenes de 24 a 35 años, y puntualiza en los gastos para costear esta enfermedad los cuales abarcan entre el 22 y el 34 por ciento del ingreso familiar, además afirman que tres de cada cuatro camas de hospital son ocupadas por pacientes con enfermedades relacionadas a la obesidad…

Los esfuerzos por mantener esta enfermedad a raya implican programas como “mídete”, el cual invita a las personas a controlar su nivel de consumo de comida, especialmente la comida chatarra o de alto nivel calórico, y también hace un llamado al ejercicio y actividad física.  Incluso han llegado a prohibir en cafeterías escolares la venta de comida poco nutritiva o  incluso que exista cualquier tipo de comercialización de dulces, bebidas azucaradas, frituras, galletas, etc.

Es cierto que este es un gran problema que aqueja a la población en general y que una buena educación acerca del control sobre tu alimentación es sumamente importante para combatir estos malos hábitos. Sin embargo, toda esta información no puede competir contra los hechos que son realidad para miles y miles de empleados alrededor del país, hablamos de la falta de tiempo.

Y es que actualmente, la comida chatarra forma parte del motor que mueve al cuerpo de trabajo en nuestra ciudad pero aun cuando nos mantiene en marcha ¿esto realmente nos alimenta?

*Los comerciantes callejeros existen en todas partes, la CESOP estima que hay al rededor de 201 mil 570 personas que trabajan en el comercio informal y que el 51 por ciento de estos se ubican en las delegaciones Cuauhtémoc, Gustavo A. Madero, y Venustiano Carranza, Alvaro Obregon e Iztapalapa.

Por Diana Caballero.

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