El descubrimiento de un pequeño cuerpo estelar podría ayudar a los astrónomos a encontrar planetas similares a la Tierra que albergan vida
Un equipo internacional de astrónomos descubrió la estrella más pequeña jamás medida. Siendo un poco más grande que Saturno, la gravedad en su superficie estelar es aproximadamente 300 veces más fuerte que lo que los humanos sienten en la Tierra, informa Inverse.
La recién descubierta estrella, llamada EBLM J0555-57Ab, podría ayudar a los científicos en la búsqueda de la vida extraterrestre. Las estrellas pequeñas y oscuras son excelentes candidatos para detectar planetas del tamaño de la Tierra, que pueden tener agua líquida sobre sus superficies, un ingrediente clave para la vida.
Para que los científicos detecten planetas lejanos parecidos a la Tierra, necesitan medir el oscurecimiento de la estrella que los planetas orbitan al pasar frente a cada trayectoria.
“Las estrellas más pequeñas proporcionan condiciones óptimas para el descubrimiento de planetas similares a la Tierra y para la exploración remota de sus atmósferas”, dijo el Dr. Amaury Triaud, coautor del estudio.
“Sin embargo, antes de que podamos estudiar planetas, necesitamos absolutamente entender su estrella; Esto es fundamental”.
EBLM J0555-57Ab está a unos 600 años luz de la Tierra y es más pequeña que Júpiter, pero su masa es 85 veces mayor que la del gigante gaseoso.
Las estrellas más pequeñas son difíciles de detectar debido a su pequeño tamaño y bajo brillo. EBLM J0555-57Ab es probablemente el más pequeño de los objetos estelares, ya que apenas tiene masa suficiente para fusionar los núcleos de hidrógeno en el helio, un proceso clave en la formación de estrellas.
La fusión de hidrógeno le da energía al sol, así como la mayoría de las otras estrellas, y los científicos están intentando reproducirla como una poderosa fuente de energía en la Tierra.
Si la estrella recién descubierta fuera más chica, la presión en el centro de la estrella no sería suficiente para que este proceso tuviera lugar.
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EBLM J0555-57Ab es parte de un sistema binario de estrellas, lo que significa que dos estrellas orbitan un solo punto en el espacio junto con los planetas de su sistema.
La nueva estrella fue identificada cuando pasó delante de su estrella compañera, que es mucho más grande, un método que se utiliza generalmente para detectar planetas, no estrellas. La estrella madre se volvió periódicamente más tenue, lo cual señala que hay un objeto en órbita, informa Phys.org.
“Nuestro descubrimiento revela que tan pequeñas pueden ser las estrellas”, dijo el autor principal del estudio, Alexander Boetticher.
Si esta estrella se hubiera formado con una masa ligeramente inferior, la reacción de fusión del hidrógeno en su núcleo no podría sostenerse, y la estrella se habría transformado en una enana marrón.