El fin de año es el momento propició para realizar intercambio de regalos o dar presentes a nuestros seres queridos o compañeros de trabajo pero de acuerdo con psicólogos lo ideal es regalar experiencias en lugar de objetos.
Chicago, Estados Unidos .– Estudios de diversas universidades aseguran que regalar experiencias, en lugar de objetos, hace más felices a quienes reciben los obsequios, por lo que esta puede ser una opción a tomar en cuenta ahora que se acercan los intercambios navideños y la llegada de Santa Claus o los Reyes Magos.
En declaraciones retomadas por la BBC, Amit Kumar, psicólogo social e investigador de la Escuela de Negocios Booth de la Universidad de Chicago, señaló que “existen distintos mecanismos psicológicos que explican por qué un viaje, unas entradas para un concierto o una cena otorgan mayor satisfacción que una prenda de ropa, unas joyas o un aparato tecnológico”.
El especialista indicó que realizar este tipo de acciones suele tener efectos positivos antes y después del acto concreto de entrega. “Ya que regularmente la gente habla más de los regalos vivenciales que de los materiales y es justamente esa interacción social la que otorga mayor felicidad”.
Kumar señaló que el valor conversacional de las experiencias es tan importante que estudios, realizados en la Universidad de Chicago, indican que cuando la gente no puede compartir lo vivido, el gozo decae. Esto no sucede con los regalos materiales.
Por su parte un articulo publicado en Journal of Consumer Research, donde se analizan los vínculos emocionales que provocan los regalos vivenciales, asegura que aun cuando en la mayoría de las sociedades el tiempo y dinero son los dos recursos más valorados, “el tiempo es una fuente que interconecta a las personas más que el dinero”.
En el texto mencionado uno de los entrevistados afirma: “Prefiero no recibir nada y pasar tiempo pescando o acampando antes que tener objetos caros”.
El psicólogo social descubrió los beneficios, de este tipo de presentes vivenciales, no son solo en el antes sino también en el después. “Puedes sentir emoción al pensar en un viaje que hiciste hace años, aunque luego volvieras a viajar. Pero no te sucede si piensas en la laptop anterior a la actual”, ejemplifica Kumar.
Las vivencias también generan un mayor sentimiento de gratitud y generosidad, entre quienes reciben el regalo y quien lo otorga concluyó el investigador.