Avión presidencial, rifa por la Lotería Nacional en septiembre
Para muchos la idea de rifar el avión presidencial a través de un sorteo en la Lotería Nacional parecía ser una ‘ocurrencia más’ del presidente Andrés Manuel López Obrador para hacer cumplir una de sus cien promesas de campaña; pero, para el primer mandatario, parece ser la mejor opción para devolverle al pueblo lo robado.
Después de que la venta del avión presidencial resultara un fracaso por la falta de demanda y los altos costos de mantenimiento y hospedaje en Estados Unidos, donde permaneció desde el 3 de diciembre de 2018, el gobierno mexicano decidió ampliar su abanico de opciones para concretar su venta, en la que incluyó la rifa de la lujosa aeronave a través de la Lotería.
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“Ultima llamada” se vende o se rifa
A la espera de que los potenciales compradores se animen a concretar la adquisición de la aeronave, la mañana del viernes 7 de febrero el presidente López Obrador confirmó que el avión presidencial también se rifa a través de la Lotería Nacional.
“Ya se tomó la decisión, después de un análisis, de reflexiones, de consultas, de tomar en cuenta distintos puntos de vista, ya se tomó la decisión de rifar el avión presidencial y que puedan participar todos los mexicanos que quieran ayudar”, dijo en su conferencia matutina.
Se detalló que la rifa contará con un total de 6 millones de cachitos con un costo de 500 pesos cada uno. El sorteo será entregado en premios de 20 millones de pesos a 100 ganadores y espera recaudar 3 mil millones de pesos, de los cuales, 400 millones de pesos serán entregados a la Fuerza Aérea Mexicana para el mantenimiento de la aeronave.
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La venta de los boletos iniciará en 15 días y el sorteo se hará el próximo martes 15 de septiembre. Los números irán del 0000000 al 5999999.
El avión presidencial es la primera rifa de bienes federales que México realizaría. López Obrador busca cubrir gastos como la compra de equipo médico, escuelas, vivienda, pago de indemnizaciones a víctimas y otros gastos del gobierno; a través de rifas y venta de bienes federales de lujo adquiridos por otras administraciones para ‘devolverle al pueblo lo robado’.