Un día como hoy, muere el artista del “Barrio Bravo”

Hoy recordamos a Daniel Manrique Arias, uno de los más destacados artistas mexicanos de los últimos tiempos, y quizá, de los primeros neomuralistas reconocidos en el país.

Ciudad de México (elsemanario.com).- Un día como hoy, pero hace 5 años, fallece Daniel Manrique Arias, artista plástico mexicano nacido en el barrio capitalino de Tepito.

Manrique Arias fue uno de los artistas más destacados que ha tenido el país en los últimos años. Supo rebasar fronteras sin dejar de lado su concepción del mundo ni su origen en la calles del Barrio Bravo. La memoria histórica se convirtió en su pincel, plasmando la realidad de su vida y la de su alrededor.

Estudió en “La Esmeralda”, la Escuela Nacional de Pintura, Escultura y Grabado, también pasó por el Taller libre de arte para obreros. En 1971, en el marco del Concurso Nacional de Pintura, fue acreedor a una mención de honor por su pintura “El Acero“.

Sería en la misma década cuando surgiría el proyecto transformador por el que es reconocido hasta la fecha, aunque no el único. Nos referimos al Tepito Arte Acá, que de la mano de Daniel Manrique, fue considerado un hito artístico, llegando a significar estar bien con nosotros mismos pero también con los demás.

 “Arte Acá nos enseña a sentir qué es lo que somos acá en Tepito, acá en México. Tepito es un lugar muy ‘gacho’, propiciado no por la naturaleza, sino por la historia social de México (…) Tepito es un pasado histórico (…) reúne la concentración de lo que somos los mexicanos”.

 Con este proyecto, Manrique Arias fue el pintor del barrio, también llevo su mensaje a otras colonias marginadas como: la Guerrero, la Obrera y la Doctores y lo promovió en la Bienal de Arquitectura de 1980 y en el Centro Georges Pompidou, en París. El reconocimiento y eco mundial que su impactante arte logro, ocasionó que la  UNESCO le otorgara un reconomiento en Varsovia.

El artista plástico transformó su entorno pero también  presentó una manera de hacer arte que recupera en toda su esencia al Muralismo primigenio impulsado por artistas como Rivera y Siqueros: la crítica social y la percepción del entorno. Solía decir que:

 “Tepito representa la neta de la cultura en México, que es la verdadera cultura popular, la cultura que se ha desarrollado cotidianamente a partir de 1521 hasta nuestros días”.

A favor siempre de las causas justas, el pintor trabajó con pasión para intentar materializar sus sueños en papel y lienzos;  en muros y en general, en donde pudiera hacerlo. Manrique fue alguien muy querido por su comunidad. Así lo reafirmaría su esposa Emma Briseida Ávila, durante un homenaje que se organizó en torno al neomuralista mexicano, a un año de su partida. De igual manera, trabajó con los Campamentos Unidos de la Colonia Guerrero, con el fin de reconstruir viviendas para los damnificados del terrible terremoto que sacudió la ciudad de México el 19 de septiembre de 1985.

Daniel Manrique Arias dejó su trabajo en el barrio de Tepito y otras colonias de la Ciudad de México; pero también en Francia, Canadá y Estados Unidos. Ejemplo de ello fue cuando recibió una invitación por el Departamento de Estudios Latinoamericanos de la Universidad Simon Fraser en Vancouver para pintar tres murales que a la postre reflejarían la historia del Muralismo Mexicano.

Otro de sus trabajos, también desarrollado en las mismas latitudes, tiene que ver con un mural con motivo de Madres de Plaza de Mayo, hecho a petición de exiliados políticos argentinos en Canadá; fueron tres, en Hamilton, Winnipeg y Toronto.

Como podemos ver, el genio de este artista no sólo supo traspasar fronteras, sino que supo reposicionar y reubicar algo que por esos ayeres se encontraba en el baúl de los recuerdos para algunos críticos y solamente aparecía en conversaciones históricas: el Muralismo Mexicano.

Manrique fue en toda la extensión de la palabra, un neomuralista. Y uno que supo romper con cualquier tipo de frontera.