Recordando a Charlie Parker y la revolución del Jazz

Hoy recordamos al gran saxofonista y revolucionario del jazz, Charlie Parker, protagonista de una vida desordenada y transgresora, y al mismo, tiempo creador de una bella obra.

Ciudad de México (elsemanario.com).- Charles Christopher Parker, Jr., el genio y el mito hecho música; la más pura revolución del saxofón estuvo entre sus dedos, al final algo cansados, junto con el cuerpo del músico que a pesar de su terrible dependencia, por todos conocida, supo hacer de la improvisación en el escenario algo cotidiano, llegando a sobresalir en los anales musicales de la historia.

Como todo genio de la música supo romper barreras, estándares y desbancar personajes. Esa fue la vida de The Bird, como sería conocido también el jazzista nacido en Kansas City el 29 de agosto de 1920.

La historia del jazz también está llena de excesos y tristezas. Charlie Parker fue atormentado por algunas de ellas; vivió en una época en donde una persona de raza negra sólo tenía dos opciones, ser deportista o músico de jazz. El saxofonista y compositor marcó su existencia por todo tipo de problemas y dependencias, además padeció problemas mentales, mismos que lo obligaron a internarse en el Camarillo State Hospital.

La infancia de Charlie Parker se desarrolló en un ghetto dominado por un gangster, que igual que uno de los famosos, Al Capone, era fanático del jazz.

La pobreza era cotidianidad en la infancia del futuro y famoso músico de jazz. A pesar de ello, su madre, que se desempeñaba como enfermera, pudo regalarle a Parker su primer saxofón cuando el cumplió 11 años. Tiempo después, Addie alentaría a su hijo para formar parte de la banda escolar. El pequeño sería influenciado por Lester Young.

Charlie Parker vivió muy rápido; por ejemplo, se casó a los 15 años. También moriría a una corta edad gracias a un colapso cardiocirculatorio, a los 34 años después de dos intentos de suicidio.

Cuentan las historias que Parker tuvo un inicio desventurado en la música. Una de ellas habla de que en su debut en los escenarios quiso tocar “Body and Soul” en tiempo doble, aunque no lo consiguió, lo que habría desanimado al joven Charlie.

Quien diría después que el tipo despechado por la música se dedicaría a estudiarla intensamente para convertirse en el jazzista revolucionario, que tuvo una vida desordenada y transgresora y al mismo tiempo creo una bella obra y fue inspiración para otros grandes que compartieron el escenario con él.

The Bird se codeó con los mejores. Fue contemporáneo de otros fantásticos como Dizzy Gillespie y Thelonious Monk y quizá, sin quererlo, fue inspiración para otro joven trompetista que iría a escucharlo y conocerlo: un Miles Davis de 19 años, con quien compartiría el escenario.

El que revolucionó el jazz y hebra por hebra reconstruyó ese mundo, marcando un nuevo estilo conocido como bebop, que se caracteriza por la velocidad y la experimentación armónica, formó uno de los más grandes quintetos junto a Dizzy Gillespie (trompetista), Charles Mingus (contrabajista), Bud Powell (pianista) y Max Roach (baterista).

Sin duda la vida de este personaje nos da material para escribir, leer y pensar por horas sobre toda la música que dejó, su vida y todos los mitos y realidades en torno a ella.

Una de esas historias fantásticas toma forma el 15 de mayo de 1953, en el Massey Hall de Toronto, donde Parker aparecería en uno de sus peores momentos personales y musicales, su hija acababa de morir y había perdido su licencia de cabaret en Nueva York debido a sus excesos; además, el gigante del jazz llegaba al encuentro sin su Sax, mismo que había empeñado para comprar heroína, aunque en su lugar, llegó con uno de plástico para ofrecer una de las presentaciones más impresionantes de toda su carrera musical.

Acompañado en el escenario por los cuatro jazzistas mencionados antes, con los que conformó el famoso quinteto, cada uno de ellos con sus respectivos problemas, el concierto lejos de ser un desastre se convirtió de inmediato en un hito, a tal grado de que la prensa especializada lo catalogaría como el concierto del año; catapultándolo después a la categoría del concierto del siglo y a los cinco gigantes, como el quinteto del siglo.

Cabe mencionar que, Johnny, el personaje de El Perseguidor de Julio Cortázar, es la viva imagen de los últimos años de Parker. Es decir, el escritor se inspiró en el músico para crear al personaje.

Uno encuentra en el músico leyendas, mitos, solemnidad, felicidad, melancolía, tensión, velocidad, improvisación, pero sobre todo, belleza en cada una de sus notas.

Aquí una pieza extraída del Charlie Parker with Strings: The Master Takes, un disco donde Parker hace arreglos orquestales además de demostrar su gran calidad como compositor, interprete y maestro de la improvisación:

https://youtu.be/qddcAJsDaHE

Por Alberto Cedeño.

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