Hoy recordamos a una gran mujer, a la luchadora, poetisa, feminista y revolucionaria artista: Aurora Reyes.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Aurora Reyes, considerada la primera muralista mexicana nació el 9 de septiembre de 1908 en Hidalgo del Parral, Chihuahua.
La historia a veces llega para refrescarnos la memoria: no sólo fue Frida o los grandes muralistas Diego, Siqueiros u Orozco. Dentro de ese gran movimiento que desnudó con su arte al México postrevolucionario y todas las injusticias que rodeaban la historia nacional tenemos otra digna representante, que rompió con el machismo impuesto en loss círculos donde se desenvolvió. Tanta fue la ruptura de esta digna mujer, que durante mucho tiempo su presencia fue borrada de la historia del arte mexicano.
Vivió aprisionada por la necesidad, como muchas mujeres de su época. Hija de León Reyes y nieta de Bernardo Reyes, quien murió en un cuartelazo en 1913, en el inicio de la Decena Trágica, que concluye con Victoriano Huerta llegando al poder. Por la cercanía con el general Reyes, la familia de la futura pintora y poetisa debió trasladarse a la Ciudad de México.
Es en ese tiempo, cuando la pequeña Aurora viviría una época de miseria, sobreviviendo gracias a su madre, dedicada a hornear pan, mismo que la niña vendía en La Lagunilla; hechos que quedaron para siempre en los recuerdos de quien, en el futuro, militaría en el Partido Comunista Mexicano.
Cursaba estudios secundarios cuando fue expulsada gracias a un fuerte enfrentamiento con una prefecta, quien le acusaría de tener conversaciones prohibidas con Diego Rivera; estigmatizada en una época donde era un hecho común el papel de la mujer sumisa o detrás del paso del hombre, también se le acusó de que su preferencia por los hombres la volvía una libertina y cabeza de una banda de ladrones. La prefecta recibiría una golpiza de las manos de Aurora. Tras ello, se dedicó por completo al arte, pues también tomaba clases en la Academia de San Carlos. Se convertiría en una de las amigas cercanas de Frida Kahlo.
Fue defensora del feminismo y de las causas justas. También luchó para que se crearan guarderías para las trabajadoras del magisterio y apoyó, con su artístico ser, el derecho de las mujeres para votar y ser votadas.
Fue maestra durante 37 años, desde 1927, después de salir de prisión. ¿La razón? Aurora se habría enamorado de Manuel de la Fuente, un hombre casado que la embarazó y prometió casarse con ella. Por ello, los dos terminaron en la cárcel. Gracias a su padre, pudo salir para dedicarse a dar clases de primaria enfocándose en la Pedagogía y la enseñanza de las Artes Plásticas.
El primer mural de la sobrina de Alfonso Reyes lleva el nombre de “Atentado a los Maestros Rurales” aunque algunos aseguran en realidad está dedicado a las maestras.
“Soy completamente primitiva y salvaje. Amo por encima de todo la libertad”.
Así, tenemos a una multifacética Aurora Reyes, revolucionaria, apasionada, admiradora y conocedora de la Revolución Cubana, líderesa de Las Pavorosas (grupo de mujeres feministas), que la historia escrita por el hombre ha intentado borrar y que, sin embargo aparece no sólo por casualidad para refrescarnos la memoria en un país cada vez más necesitado de espejos que reflejen lo que mujeres como ella hicieron para derrumbar los pilares que mantienen a un régimen patriarcal, político y económico que ya nos ha tocado a todos.
Recordándola
- Atentado a las maestras rurales es el primer mural de Aurora Reyes, tambiés, es él que la convierte en pionera.
- Fue una de las fundadoras de la Liga de Escritores y Artistas Revolucionarios.
- Entre sus poemarios destacan “Humanos paisajes” y “Palabras al desierto“.
- Emilio García Cahero y Fernando Leal fueron maestros de quienes aprendió dibujo y pintura.
- Se acercó mucho a la poesía de López Velarde, García Lorca, Guillén y Neruda.
Por Alberto Cedeño.