La directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia señaló que el literato mexicano fue un “enorme impulsor de una visión nueva de la literatura, la historia y la antropología”
Ciudad de México.- Teresa Franco, directora del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), recordó a José Emilio Pacheco como un “enorme impulsor de una visión nueva de la literatura, la historia y la antropología”.
“Todos sus trabajos, que se animaron desde la perspectiva de estudios históricos, marcan un hito en la manera de concebir el quehacer histórico propiamente en México”, añadió.
Afirmó que “José Emilio es un hombre del INAH. Haremos un reconocimiento porque es una figura viva en el instituto. Su ´Inventario´ será recordado siempre como una de las columnas que dan lustre a lo que podemos llamar periodismo cultural”.
Describió a la columna que publicaba en un semanario el también autor de novela, cuento y ensayo, como “la reflexión donde nos hacía vivir tanto los momentos que él entendía, particularmente significativos de la cultura o al referirse a gente tan extraordinaria como Juan Gelman“.
Subrayó que la visión de Pacheco influyó de manera determinante en el curso de las investigaciones del Instituto Nacional de Antropología e Historia.
En un comunicado, el instituto recordó que Pacheco fue miembro fundador del Seminario de Investigación de la Cultura Nacional, creado en los años 70 del siglo pasado, en la Dirección de Estudios Históricos del INAH, en el que coincidió con gente como Carlos Monsiváis o José Joaquín Blanco.
Franco refirió que el autor de títulos como “El principio del placer” y “Los elementos de la noche” también tuvo a su cargo los primeros tres tomos del diario público de Salvador Novo: “La vida en México” en los periodos presidenciales de Lázaro Cárdenas, Manuel Ávila Camacho y Miguel Alemán.
Lo mismo que de la legendaria antología del Modernismo para la Biblioteca del Estudiante Universitario, de la Universidad Nacional Autónoma de México, abundó.
Pacheco fue un investigador en activo hasta el final, su interés lo centró en los escritores del Modernismo, entre ellos Amado Nervo, José Juan Tablada, Enrique González Martínez, Efrén Rebolledo y Federico Gamboa.
Igualmente, en la Dirección de Estudios Históricos del instituto impartió talleres de redacción a investigadores, y revisó y redactó el cedulario de la Galería de Historia a mediados de los años 80 del siglo XX.
Además de su paso por medios como las publicaciones “Medio Siglo”; “Estaciones” donde compartió con Monsiváis; y “Revista de la Universidad”, el INAH resaltó que la valiosa obra literaria que legó a los mexicanos, iniciada hace 55 años con “Los elementos de la noche”.
Expuso que su trabajo poético está resuelto “desde un inicio bajo el signo de la historia, y se caracteriza por un amplio registro de tonos, el filo de la sátira y la agudeza de su desasosiego”.
Fue galardonado con los premios Cervantes (2009), Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” (2004), Reina Sofía de Poesía Iberoamericana (2009), “José Donoso” (2001), “Octavio Paz” (2003) y “Xavier Villaurrutia” (1973).
Lo mismo que los galardones Internacional “Alfonso Reyes” (2004), “Alfonso Reyes” de El Colegio de México (2011), Corona de Oro (2013) y el Nacional de Ciencias y Artes (1992), entre otros.
Acotó que tras recibir el Premio Internacional Corona de Oro, que otorga el Festival de Poesía de Sturga (Macedonia), dio su última lectura pública en México, en el Auditorio Jaime Torres Bodet del Museo Nacional de Antropología, donde se inauguró la serie Poesía en el museo.
Ese día, en septiembre pasado, leyó poemas de su libro “Como la lluvia” ante un auditorio repleto, en el cual dijo: “Creo que ya es el momento de la retirada”.
Este domingo 26 de enero, México perdió a uno de sus grandes escritores de medio siglo, finalizó el INAH.