Podrán disfrutarse de composiciones bajo la batuta del director artístico Jan Latham-Koenig, y contará con la participación de Sebastian Kwapisz en el violín, y Pablo Garibay en la guitarra.
México.- El “Danzón no.2”, de Arturo Márquez; “Melodía para violín” de Gustavo E. Campa; “Sinfonía no.9” de Antonín Dvorák, y “Concierto de Aranjuez” de Joaquín Rodrigo, serán parte del repertorio que presentará este sábado y domingo la Orquesta Filarmónica de la Universidad Nacional Autónoma de México (OFUNAM).
El programa se llevará a cabo en la Sala Nezahualcóyotl del Centro Cultural Universitario (CCU), informó la Dirección General de Música de la UNAM.
Interpretará las composiciones bajo la batuta del director artístico Jan Latham-Koenig, y contará con la participación de Sebastian Kwapisz en el violín, y Pablo Garibay en la guitarra.
El violinista Sebastian Kwapisz estudió con Lech Kwapisz, Mikhail Tolpygo y Pierre Amoyal, y sus interpretaciones nacionales lo han llevado a realizar giras en distintos países, entre ellos Japón, con los alumnos más sobresalientes de la Academia Yuriko Kuronuma.
En cuanto al guitarrista, Pablo Garibay estudió en la Escuela Nacional de Música, donde fue distinguido con la medalla “Gabino Barreda”, además de realizar una maestría en la Escuela Superior de Música Franz Liszt de Alemania, y se ha presentado como solista junto a Orquestas de categoría internacional.
El concierto se abrirá con “Danzón no.2”, de Arturo Márquez, difundida mundialmente gracias a la adopción del director Gustavo Dudamel, y la Orquesta Sinfónica Simón Bolívar de Venezuela.
“Melodía para violín y orquesta” de Gustavo Campa, será la siguiente en escucharse, una pieza totalmente romántica con la que el compositor renovó muchas de las viejas estructuras didácticas del Conservatorio.
Después, la Orquesta tocará “Concierto de Aranjuez” del español Joaquín Rodrigo, convertido en el arreglo para guitarra más interpretado después de su estreno en diciembre de 1940.
Para concluir, “Sinfonía no.9” del compositor checo Antonín Leopold Dvorák, quien expresó días antes de su estreno, en diciembre de 1893, que atribuyó a su obra la peculiaridad de la música indígena y los ritmos modernos, armónicos, contrapuntísticos y orquestales.
Con información de: Notimex