El escándalo llegó a oídos de la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre Violencia contra la Mujer, Rashida Manjoo.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Aunado a estas acusaciones, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nacción (SCJN) solicitó las renuncias de Francisco Barradas Ricardez, subdirector general de información, y a Alberto Villa Dávalos, director de área del Canal Judicial. En las últimas semanas fue despedido Marco Antonio Silva, subdirector de producción, que también fue señalado por acoso sexual y laboral contra los directivos del canal.
Todo el embrollo comenzó cuando la abundancia de quejas en la SCJN obligó a las autoridades a tomar cartas en el asunto y reabrir viejas investigaciones en contra de los trabajadores del canal oficial del órgano. El hallazgo de droga en las instalaciones contribuyó enormemente a que la Suprema Corte se apresurara a poner orden entre los trabajadores.
Con el ex presidente Juan Silva Meza, el director del Canal Judicial ya había sido denunciado por acoso laboral, sin embargo, las quejas fueron desechadas por la Contraloría interna.
Pero las acusaciones no se detuvieron y la contraloría de la SCJN reabrió varios expedientes, entre ellos los de 18 trabajadores y ex trabajadores del canal, lo que derivó en una visita a la Suprema Corte en la que se encontró polvo blanco parecido a la cocaína en la sala de redacción.
Ante el descubrimiento la Contraloría dio aviso al ministerio público federal para determinar si se trataba de droga, de inmediato se presentaron las renuncias de Barradas Ricardez y Villa Dávalos.
Algunos trabajadores denunciaron anónimamente que el Francisco Barradas solía consumir alcohol y maltratar al personal a su cargo, donde imponía cargas de trabajo más pesadas a quienes no le simpatizaban.
Marco Silva fue señalado públicamente por acoso sexual, varias trabajadoras del canal denunciaron que el directivo les enviaba fotografías de él desnudo frente a un espejo.
En entrevista con Proceso, el presidente del Canal Judicial y ex reportero de Televisa señaló que las primeras acusaciones en su contra eran infundadas y por eso fueron desechadas por la Contraloría. Pero se vuelve difícil aceptar esta versión cuando sus colegas de trabajo son acusados por los mismos cargos y laboraron más de seis años impunemente. Finalmente, este viernes Enrique Rodríguez entregará su oficina.
En otra entrevista con el diario El Universal, el funcionario negó rotundamente haber protegido a sus colegas de trabajo y lamentó que el Canal Judicial se vea tremendamente afectado por comentarios anónimos y carentes de pruebas. Aseguró que las autoridades le dijeron que no hay señalamientos directos, sino declaraciones generalizadas.
Cabe destacar que dos de las funcionarias afectadas fueron reubicadas en otras áreas, por las dimensiones que tomó el conflicto con los directivos del canal. Aunque es muy posible que esta reubicación se haya dado a partir de que la relatora especial de la Organización de las Naciones Unidas sobre Violencia contra la Mujer, Rashida Manjoo, visitó la Suprema Corte y escuchó a estas dos chicas, identificadas como Brenda “N” y Jessica “N”. Una de ellas era secretaria de Enrique Rodríguez, al que denunció por acoso laboral, mientras que la otra acusó de hostigamiento sexual y laboral al postproductor Marco Antonio Álvarez Borja, que ya fue despedido.
El Semanario con información de medios.
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