El hecho de que la Policía Federal haya atentado en contra de un vehículo con placas diplomáticas es verdaderamente un escándalo de dimensiones internacionales. En este hecho hay muchas cosas que son dignas de ser analizadas: dos agentes de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), en compañía de un Capitán de la Armada de México en camino a una instalación de la Secretaria de Marina.
Además claro esta el cambio de las patrullas por otras con números diferentes, la utilización de armas de grueso calibre que fueron capaces de atravesar el grueso blindaje de nivel 7 de la camioneta en la que circulaban los agraviados; el modus operandi me parece destacable, las patrullas federales estaban esperando al vehículo diplomático, pues en esa zona nunca hay patrullas y menos tantas, también la aparición de un coche civil, hace pensar que iban hasta con amadrinamiento, para en caso de lograr su cometido, tuvieran un chivo expiatorio.
Aunque como mencioné anteriormente, no es necesario que se de una explicación de las actividades de los agente de la CIA, si es urgente que se esclarezca el hecho del atentado, porque no querían estos policías que los agentes estadounidenses llegaran a las instalaciones militares? Cada vez es más urgente la depuración de las fuerzas del orden, así como las pruebas de control de confianza, pero que se lleven a cabo con la regularidad, periodicidad y temporalidad adecuadas.
La guerra emprendida por Calderón a pesar de lo que muchos crean, no ha logrado siquiera destapar las cloacas que viven inmersas en la nomina gubernamental; así que sería irrisorio pensar que se ha logrado minar a los narcotraficantes: Sin embargo en esta guerra se ha venido descuidando de manera absurda e irresponsable la seguridad pública.
Mucho se ha hablado de las viejas rencillas que existen entre la Policía Federal Preventiva, la Procuraduría Federal de Justicia, la Secretaria de la Defensa Nacional y la Secretaria de la Marina, además del propio CISEN cada vez mas desarticulado, todo esto sin tomar en cuenta la falta de comunicación que existe con las policías estatales o municipales o en su caso la del Distrito Federal.
Hemos venido señalando reiteradamente que es urgente la creación de un modelo policial que resulte mas eficiente, ya sea una policía nacional o policías estatales coordinadas federalmente, así como la importancia de que los militares dejen de llevar a cabo funciones policíacas. Lo que sucedió en el camino al Capulín cerca del paraje de Tres Marías es una muestra de la falta de supervisión, disciplina y confiabilidad de la policía, pero si no hubiera sido por este hecho mucha gente seguiría pensando que nuestras fuerzas armadas son confiables y algunos mas pensarían que hasta honorables.
Yo no tengo duda en la capacidad y honorabilidad de muchos de los altos mandos, pero es evidente que en los niveles medios y en la tropa, no existen valores como la ética o el honor, ni qué decir del amor a México a través de un servicio comunitario tan importante como debiera ser el quehacer policíaco.
Es un hecho, como ha mencionado innumerables veces la Comisión Nacional de Derechos Humanos, que el exceso de la fuerza por parte de los policías federales esta siendo la constante y que son muchos los que se han salido de orden.
Para evitarlo los mandos deben ser más estrictos; la ciudadanía debiera tener un papel más activo en su observación y su crítica. El observatorio ciudadano sigue siendo un tema pendiente.
Pero volviendo al tema de origen, si la CIA esta coadyuvando con las fuerzas armadas en esta guerra en contra del narcotráfico, a quien le interesa que eso no suceda? Para mí la respuesta es clara: a los narcotraficantes que evidentemente tienen cooptada a la policía para llevar a cabo ilícitos como este, en que nuevamente se pone a México en duda en cuanto a su seguridad, afectando al turismo, a las inversiones extranjeras y al prestigio de la mayoría de los mexicanos que tenemos una manera honesta de vivir, pero que en el extranjero somos vistos por lo menos con recelo.