La política de Chávez fue muy bien calculada con la constante entrega de dinero, petróleo e inclusive tropas para que muchos de los países se convirtieran en aliados o casi súbditos.
La situación en Venezuela es dolorosa. Represión, crisis, total censura a la prensa, violencia y el abuso del poder son el día a día de este pueblo. El concepto de democracia y de libertad está regido por el costo del barril del petróleo, por eso la comunidad internacional se mantiene pasiva y al margen.
Hago pública la carta de un artista venezolano, esperando que su voz sea escuchada. Dice: En dos palabras, Maduro es un títere de Raúl y Fidel Castro, quienes desde que Chávez estuvo en el poder volvieron a la palestra política mundial y de paso les ayuda a sobrevivir en Cuba, de hecho, es muy posible que los cubanos ya hubieran muerto de inanición si Venezuela no los estuviera manteniendo.
La política de Chávez a nivel internacional fue muy bien calculada con la constante entrega de dinero, petróleo e inclusive tropas para que muchos de los países de la región se convirtieran en aliados o casi súbditos. Este comportamiento se reflejó a nivel nacional y popular: eliminó el criterio del mérito para el trabajo e igualó a todos con la misma tijera. La población general es muy pobre y él rediseñó las ayudas en algo que llamó “misiones”, para agrupar a los individuos y pagarles un sueldo sin que tuvieran que trabajar.
Pero de alguna manera se los iba a cobrar. Este es el caso de los llamados Colectivos. Muchos de ellos andan en moto y armados, son grupos paramilitares que apoyan a la GNB Guardia Nacional Bolivariana y a ciertas policías regionales y nacionales para someter y aplastar al pueblo que se alzó junto con los estudiantes.
Los estudiantes destruyen cosas, arman barricadas con lo que encuentran y tiran piedras, mientras que estos guardias y los motorizados del gobierno disparan a mansalva (no importa si estás dentro de tu casa, si eres joven, anciano o mujer, no importa si te rindes y estás con los brazos en alto o en el piso…), tiran gases lacrimógenos (algunos atacan a los ya vencidos o los disparan a muy corta distancia y provocan heridas graves). También hay marchas y concentraciones de la oposición que son increíbles de lo poderosas y concurridas.
En prácticamente todas las ciudades importantes se hacen barricadas o trincheras, las llaman guarimbas y hay escaramuzas, pero sobre todo en el Estado de Táchira, fronterizo con Colombia.
La oposición está unida, pero hay bandos radicales en las guarimbas. Por ejemplo, Capriles Radonsky llama a la calma y a protestar de manera pacífica, mientras que otros “parecieran” apoyar la manera más aguerrida, como Leopoldo López, quien está preso. Esos son los dos líderes principales y posibles candidatos a una futura Presidencia.
Aunque pareciera extraño, ambos están muy unidos en todo esto. La población está enardecida y se siente el miedo y la rabia o las ansias prontas de libertad, porque después de todo, eso es lo que está en juego. Venezuela era un maravilloso país, muchos querían venir aquí. Ahora casi todos se quieren ir, por la inseguridad, las pocas oportunidades, la economía destrozada, la dictadura.