Ahora resulta que el discurso del sindicato magisterial pretende defenderse diciendo que se ha atacado a los maestros. Evidentemente esta estrategia no tiene buena recepción en la opinión pública. Los medios han atacado al sindicato en virtud del mal manejo de los recursos y los pésimos resultados en la educación de los mexicanos.
La detención de Elba Esther Gordillo, fue un golpe maestro, operado quirúrgicamente en contra de una líder que confundió su representación social con una empresa personal, todo ello bajo el cobijo de varias administraciones presidenciales, quienes solapaban casi cualquier actitud de la maestra, por una parte debido al miedo de un paro magisterial y por otra, debido a todas las pruebas que Elba pudiera llegar a tener en contra de muchos políticos.
Elba era un personaje odiado por la ciudadanía; sus extravagancias eran bien conocidas, así como sus excesos, pero también era criticada por muchos de los miembros de su sindicato, quienes sabían que ella era un freno para la reforma educativa. Son muchos los maestros que tienen una verdadera vocación y que van más allá de sus obligaciones tratando de educar a niños y jóvenes, todo esto a pesar de que muchos tienen sueldos muy bajos y escasos recursos materiales.
Me llama mucho la atención que aún quienes eran Elbistas, se hayan sumado a la cargada en su contra. Muchas personas que deberían estar agradecidas con ella, ahora le han dado la espalda; en ello la condición humana en una de sus peores manifestaciones. Deja en evidencia que los políticos mexicanos no conocen que la única moneda que cuenta en la política es la lealtad.
Los maestros mexicanos son más inteligentes de lo que sus líderes sindicales suponen, y saben que las prebendas que el SENTE recibía del gobierno, no llegaban hasta ellos; que estas solo servían para enriquecer a sus líderes.
Me parece que es tiempo de una verdadera revolución de la educación. Es momento de poner al alcance de los mexicanos, todas aquellas herramientas que nos permitan tener mejores oportunidades laborales y esto sólo se logra mediante una educación integral y de alto nivel.
Me parece también que todos sabemos que existen muchos otros líderes sindicales que han venido acumulando riqueza y poder y que debieran ser castigados por ello. Ojalá la decisión del Presidente Enrique Peña Nieto, sea congruente y persiga a quienes han venido abusando de los trabajadores, de sus gremios y aprovechándose de sus puestos se han enriquecido indebidamente ya que de otra manera todos veremos el caso de la Maestra Gordillo, como un Qinazo más.
Por último, me merece la pena repensar el sindicalismo mexicano y hacer de los sindicatos lo que estos debieran ser: gestores de justicia y beneficios para los trabajadores. Se me ocurre que los sindicatos mexicanos, podrían sumarse también a un nuevo pacto de productividad en beneficio de México.
La Ley Federal del Trabajo, sobre-protege a los trabajadores y atenta muchas veces en contra de la generación de empleos. Aquí debiera haber un cambio impulsado por los propios trabajadores a través de sus sindicatos. Nadie consigue crecer económicamente sin hacer esfuerzos importantes lo menos de manera lícita. No debiera seguir existiendo una rivalidad permanente entre patrones y trabajadores, sino por el contrario mediante la transformación de las empresas a ser socialmente responsables, los trabajadores y los patrones podrían ser mucho más productivos.
El Elbazo, no fue en contra del magisterio, sino de su sindicato. Los maestros debieran estar confiados en que todo esto puede ser para su bien, mientras no se vuelva a construir otro cacicazgo, sustituyendo un mal liderazgo con otro que lo herede.