Nacido en Estella (Navarra) en 1966, Pablo Hermoso de Mendoza desde su infancia tenía una gran afición por la equitación. Pero fue a partir de una corrida de rejoneadores, que cuando era estudiante, ve en televisión, cuando siente la necesidad a ser torero a caballo.
Y a trascender se dedica con constancia. Y lo ha conseguido, alcanzar el escalón de ser considerado la primera figura en el toreo a caballo. Fue arduo y empinado, pero la calidad se impuso. En la historia del rejoneo ninguno como él en números y en concepto.
Lo que sucedió en Pachuca el 14 de abril de 2013 fue para no olvidarse, el homenaje de la afición hidalguense encabezado por su gobernador Francisco Olvera fue de gran categoría con charros en el ruedo y los himnos de España y México resonando con el marco impoluto del cielo pachuqueño.
La empresa que encabeza Julio Uribe supo entender la magnitud de la hazaña de Pablo y con grandeza organizó la corrida en la que el torero navarro realizó una gran faena a un magnífico toro de Los Encinos para obtener los máximos trofeos. A su lado Joselito Adame obtuvo una oreja de un muy buen toro de Torreón de Cañas y Fermín Spinola se fue inédito.
La relación con nuestro país se sella con la celebración en México de su tarde número dos mil y también la mil fue en Chihuahua. Pablo tiene por delante varias corridas y en particular la del 25 de abril en Aguascalientes denominada Ponciana por ser en homenaje al inmortal torero con bigotes y en la que portara el traje de charro ¡Enhorabuena por Pablo y por el toreo a caballo!