Con preocupación recibimos la noticia de que, en seguimiento de la política de austeridad anunciada por el Presidente Electo, el próximo gobierno pretende cerrar las 46 oficinas que ProMéxico tiene en el mundo para atraer Inversión Extranjera Directa (“IED”) al país y para abrir mercados a los productos producidos en México. Según se ha informado, los equipos de transición ya analizan el costo que implica ProMéxico para la Federación, con la intención de dejar la promoción de negocios internacionales a cargo de las embajadas de México en el mundo.
Parece inconcebible que, ante la contundencia de la necesidad de diversificar nuestras relaciones comerciales internacionales, a efecto de reducir la excesiva dependencia que en esa materia tenemos de Estados Unidos, a López Obrador se le ocurra destruir lo que a tantos mexicanos de todas las corrientes políticas nos ha costado construir. Como se sabe, lo que hace grande a las naciones son sus instituciones, y a los gobiernos les toca irlas robusteciendo y reorientando conforme a sus políticas públicas, pero ciertamente resulta irresponsable destruirlas.
Quizá conviniera que el Presidente Electo, en lugar de recorrer nuevamente el país para regodearse de su triunfo, se diera a la tarea de recorrer el mundo para identificar las oportunidades de desconcentración comercial que a México se le presentan, y estar en condiciones de valorar objetivamente la labor desarrollada por ProMéxico durante los últimos dos sexenios. Para realizar dicha evaluación, entre otras cosas, se deberá relacionar las recientes aperturas de oficinas de ProMéxico en el mundo, con el comportamiento de IED y exportaciones de esos mercados, lo que demostrará que el esfuerzo ha logrado diversificar mercados fuera de los tradicionales, como los de Asia y Medio Oriente.
ProMéxico se ha convertido en muy buen primer punto de contacto para que las empresas mexicanas, especialmente pequeñas y medianas, busquen nuevos mercados de exportación, organizándoles agendas de negocios, misiones comerciales, participaciones en ferias y seminarios de promoción comercial.

ProMéxico no fue producto de una ocurrencia de Calderón, sino que ha sido resultado de una evolución institucional que inició a principios de los años setenta cuando, en épocas de Echeverría, se creó el IMCE (Instituto Mexicano de Comercio Exterior) que se dedicó a fomentar las exportaciones de productos mexicanos y crear la oferta respectiva, actividades a las cuales en sexenios posteriores se adicionaron las de la promoción de la IED.
Posteriormente, dichas facultades de promoción fueron transferidas a BANCOMEXT, y no fue sino hasta el inicio del gobierno de Calderón que ProMéxico fue constituido con el propósito de elevar la importancia de dichas actividades, incorporando a su Director General al Gabinete ampliado del Presidente, creando un área de inteligencia comercial que permitiera identificar los nichos de oportunidad para la venta de los productos mexicanos en el mundo, así como las empresas e inversionistas extranjeros que habría que convocar para contribuir al desarrollo productivo del país.
La importancia que revistió el acceso que tuvo el Director General de ProMéxico con el Presidente de la República, ayudó a innumerables inversionistas extranjeros a gestionar eficazmente la solución de los conflictos que enfrentaron en el desarrollo de sus negocios en México, y contribuyó a despertar el apetito de diversas empresas mexicanas para decidirse a competir en los mercados internacionales.
El diseño institucional de ProMéxico de ninguna manera ha implicado duplicidad de funciones con las embajadas de México en el mundo, sino que ha constituido el brazo especializado en materia comercial, indispensable para que nuestros embajadores puedan cumplir con sus funciones de promoción de México en el mundo y aún ha apoyado a la Cancillería en los procesos de negociación de tratados comerciales. La estructura de sus oficinas en el mundo es a tal grado esbelta, que operan generalmente con dos o tres funcionarios.

Lejos de pensar en su destrucción, a efecto de generar sinergias y reducir costos, habría que volver a la idea inicial de fusionar ProMéxico con instituciones como el Consejo de Promoción Turística, ya que, al fin y al cabo, la materia turística es una actividad comercial.
Es una práctica generalizada en el mundo que los países cuenten con organismos de promoción comercial, tal como es el caso de la prestigiada UK Trade & Investment del Reino Unido, de larga tradición y que apenas a mediados de 2016, con motivo de la adopción del BREXIT, fue transformada en el Department for International Trade. Desde luego en el contexto latinoamericano sucede lo mismo, donde destacan PROMPERÚ (la Comisión de Promoción del Perú para la Exportación y el Turismo) y PROCHILE (la Dirección de Promoción de Exportaciones). Más aun, es común encontrarse instituciones de promoción comercial internacional y de inversión a nivel de Ciudad, como es el caso del Greater Houston Partnership, ejercicios que a Marcelo Ebrard le son familiares, puesto que los aprovechó en favor de la Ciudad de México cuando fue Jefe de Gobierno. También debe hacerse notar la relevancia de la labor de vinculación de ProMéxico con sus contrapartes como las mencionadas.
Ojalá que funcionarios de la talla de Alfonso Romo, con amplia experiencia comercial internacional, y de Ebrard que conoce las virtudes de la promoción comercial internacional, se atrevan a contradecir al Presidente Electo, salven la institucionalidad que representa ProMéxico y eviten que la economía de México pierda su lugar 13 en el mundo y su turismo pierda su sexto lugar mundial.
Como dijo Churchill, “To build may have to be the slow and laborious task of years. To destroy can be the thoughtless act of a single day”. Seguramente muchos de los 30 millones de votantes que apoyaron a López Obrador le dieron el poder para reconstruir a México, pero ciertamente no para destruir las instituciones que legítimamente nos hemos dado.
Felicidades … muy atinado el comentario… 1° Es indispensable e inmediata la necesidad de desarrollar nuevas oportunidades u mercados para los productos y empresas mexicanas … tenemos que dejar de depender de EUA … 2° Las exportaciones significan ingreso ingteso via dólares para el país … que son necesarios para fortalecer nuestra economía … 3° Como bien dices, todos los países tienen organismos especializados en la promoción de negocios…
Ya aparen notas preocupantes:
https://www.eleconomista.com.mx/empresas/Embajadas-haran-funciones-de-ProMexico-Marcelo-Ebrard-20180927-0017.html
Promexico debe seguir existiendo pues al pais
Totalmente de acuerdo con el artículo y no podemos retroceder lo que hemos avanzado, realmente hay mucho desconocimiento de algunos políticos sobre la importancia que representa a nuestro país la atracción de inversión extranjera, el crecimiento en el intercambio comercial internacional y sus efectos en la recaudación de impuestos, PROMEXICO ha desarrollado un equipo de especialistas que hoy apoyan proyectos importantes y rentables. Soy integrante de la comisión de comercio exterior del colegio de contadores públicos de SLP
Gracias por sus comentarios, estimado Rafael.
Tenemos un buen acerbo de recursos humanos que se ha creado a lo largo de la operación de ProMexico. En realidad diríamos que hemos logrado en alguna manera FUNCIONARIOS de CARRERA y especializados en la promoción y orientación comercial para pequeñas y mediana industria nacional. Es un esquema dónde toma tiempo la creación de una relación solida. Nada se crea en Comercio Internacional de un día para otro.
La nueva administración encabezada debiera analizar y evaluar la mejor manera de fortalecerla y asegurar que cumpla con la misión que le fue impuesta. Asumirla en la SRE que opera sobre otros códigos e intereses más afines a la carrera diplomática, deja mucho que desear y solo permite mostrar un desconocimiento pleno del ambiente internacional y de la función que ejercen el servicio diplomático y las representaciones de las diferentes Secretarías (siempre cuestionadas) en el extranjero.
Cómo cualquier organización, tenemos excelente personal profesionalmente responsable y reconocido por las empresas mexicanas. Habrá sus excepciones, pero son eso excepciones. Así en la medida que valoremos el comercio internacional como apalancamiento de nuestra economía nacional, más debemos ponderar.
Antonio Prida, gracias por traer el tema en este momento incuestionablemente necesario, y que lo comparto en mi experiencia como Ministro de Agricultura en la Misión Permanente de México en Ginebra, Suiza (2010-2015)
Muy enriquecedor su comentario, estimado Enrique.
NADIE TIENE DERECHO A DESTRUIR, SÓLO A CONSTRUIR.
muchas es veces es necesaria la deconstrucción para la reconstrucción.
No pongo en duda la importancia de las actividades de Pro México, sí el interés es el comercio y su desarrollo a nivel internacional y que sea éste organismo sectorizado de la Secretaría de Economía el encargado desde hace once años, sin embargo creo que la mejor defensa es el argumento razonado y basado en resultados por cada paísen el cual tiene oficinas, logros económicos para los productores mexicanos, no sólo los discursos de que se han hecho acuerdos, convenios, cursos y conferencias, sino los resultados pragmáticos que representen el beneficio al mexicano, al particular que demuestre que la venta de sus productos tienen un precio justo regulado por el gobierno federal y que a su vez ha logrado tener acuerdos de comercio y exportación en los países donde se encuentran las oficinas de pro México, sin los datos de los resultados sólo parecen charlas a favor o en contra de Andrés Manuel y no de pro México. en lo personal, me gustaría saaber los logros económicos y lamentablemente en la página de oficial de sus oficinas no hay estos resultados contundentes que permita justificar su existencia. En cuántos países se encuentra y cuáles son? cuáles son sus facultades, sólo arbitrales, mediadores o de representación oficial de los exportadores mexicanos?
Bien dicho, estimada Hasyadeth. La evaluación de las instituciones, incluyendo PROMÉXICO, debe hacerse con base en datos duros. Por eso señalo en mi columna que “Para realizar dicha evaluación, entre otras cosas, se deberá relacionar las recientes aperturas de oficinas de ProMéxico en el mundo, con el comportamiento de IED y exportaciones de esos mercados, lo que demostrará que el esfuerzo ha logrado diversificar mercados fuera de los tradicionales, como los de Asia y Medio Oriente.” En materia de exportaciones, la labor de PROMÉXICO se centra en el acompañamiento de las pequeñas y medianas empresas, lo que incluye la organización de agendas de negocios, misiones comerciales y participación en ferias. Nada tiene que ver con arbitrajes ni mediaciones.
México ha sido un importante destino de inversión para las empresas españolas, pues entre 2007 y 2016, España invirtió en México más de 57,000 millones de dólares, lo que le posiciona como la segunda principal fuente de inversión en el país, sólo por detrás de Estados Unidos.
Inversiones gracias a ProMéxico
TO MAKE AN OMMELET, YOU HAVE TO BRAKE SOME EGGS!
Some, but not all of them. And certainly you should not kill the hen.