Encierro de Postín

Generalmente cuando las corridas son de expectación y provocan un lleno, como registró la Monumental de Aguascalientes el 1 de mayo de 2016 en la corrida de feria de San Marcos, se habla previamente de que para los toreros que en esa tarde lo fueron, Arturo Macías, Alejandro Talavante y Joselito Adame se lidiara un encierro de postín, desconociendo desde luego el desarrollo de su lidia pero con base en la trayectoria ganadera.

Pues bien, sobradamente se ha ganado el adjetivo el encierro de Begoña, combinado con dos de Santa Teresa de la misma casa Baillères, lidiado en la tarde de Día del Trabajo, fueron seis de ellos plenos de acometividad, codicia, claridad en la embestida y de noble comportamiento, que fueron reconocidos por el juez de plaza con una vuelta al ruedo y un arrastre lento.

Hubo toros, factor primero, de preciosas hechuras y serios; casi todos hicieron una pelea emotiva en varas; de pelajes diversos, castaños, cárdenos, negros, el último un sardo que fue el sobrero de regalo de Arturo Macías.

El primero fue distraído, pero se empleaba la muleta cuando lo citaba el aguascalientense Macías quién le puso mucho calor en valiente actuación, para obtener un trofeo, en sus dos turnos siguientes ya no pudo aprovechar las buenas condiciones de sus toros y hasta algunas protestas por ese hecho escuchó en el cuarto de la tarde y luego en el de regalo no hubo conjunción para recibir palmas, que por su lote es pálido premio. Ya le vendrán tiempos mejores.

Talavante bordó con Amor de mis Amores una faena de imaginación y de gran calidad, su inteligencia en la cara de los toros, su variedad y, por encima de todo, su saber estar. Alejandro alcanzó la cumbre, la que pueden y deben alcanzar los grandes del toreo.

Tras colocar al toro en suerte, dejó la tela, de pie, en el centro del ruedo, y el torero se mostró parsimonioso, variado e imaginativo  de esto último sobresalió el pase de Carlos Arruza, la Arrucina que en sus manos se torna propia, en la suerte suprema falló en el primer intento, para luego de una entera, recibir como premio las dos orejas de un castaño extraordinario de Begoña, un gran toro que mereció sobradamente el premio del arrastre lento otorgado por el juez de plaza.

Luego vendría Joselito Adame quién por la espada perdió trofeos en el sexto que fuera premiado con arrastre lento por su claridad y fijeza en la embestida, a él le correspondió una vuelta al ruedo.

Tarde en la que los trofeos no reflejan con certidumbre lo que pudo ser una triunfal para los toreros, excepción grande Talavante que labró una faena para el recuerdo, el acero traicionó a Joselito y el arrebato a Macías, que si no, los números de trofeos y salidas en hombros no se hubieran concretado solamente al torero de Badajoz, quién regresa ufano a España después de labrar una bellísima faena.

Por cierto y al relance, la tarde del 30 de abril de 2016 en Aguascalientes, pudiera registrarse como la de la revelación de Ignacio Garibay quién en plena madurez personal y taurina, demuestra estar en un punto alto de su carrera. Muchos ahora además le reconocen por ser quién transmite al lado de la conductora Marisol González los conceptos de la fiesta de los toros por diversos medios de comunicación.

En sus faenas Nacho puso en práctica los conceptos clave del toreo clásico tanto con el capote, como con la muleta, hubo una larga con el capote en un extremo, en su segundo astado de Fernando de la Mora, Garboso de nombre en el ruedo, con la cual hipnotizó la embestida del astado que evidenció nobleza en su comportamiento, permitiendo una bella estructura de faena, principalmente con la mano derecha, intercalando en su quehacer Nacho instantes hermosos con la izquierda.

Las crónicas harán un relato puntual de las tres tardes de fin de semana en Aguascalientes, en mi caso me detengo además del encierro de Begoña, con un torero que incluso dejó por un rato los trastos para regresar con el ánimo a tope y decidido a no irse de su profesión sin darse el gusto de demostrar que el toreo de reposo y variedad, tiene un amplio espacio en los carteles.

A pesar de su juventud, Nacho es longevo y por lo tanto su experiencia brilla en el ruedo, lo cual lo convierte en un primer espada de respeto tal y como sucedió en Aguascalientes donde al final abandonó el ruedo, en andas de los aficionados que lo premiaron y corearon el consagratorio y rotundo ¡Torero, torero!

Aguascalientes taurinamente está levantando el vuelo y todavía falta una semana para saborear su añeja feria de San Marcos que es una tradición mexicana de siglos, allá nos vemos.

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