Existe la maldad

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Recientemente el Papa Francisco se ha referido al diablo como un peligro para la Iglesia. Por eso el Papa ha recibido muchas críticas y elogios de propios y extraños; el fenómeno teológico del demonio es muy complejo y cuando menos yo no estoy preparado para comprenderlo o analizarlo.

Sin embargo, existen algunos fenómenos absolutamente terrenales que nos hacen recapacitar sobre el mal como una conducta humana, presente de forma más frecuente de lo que desearíamos. El fenómeno Odebrecht ha venido ocupando la atención en todo el mundo no sólo en nuestro país, en donde algunas cosas se han dicho, pero no se han probado e incluso, por lo que se conoce públicamente, no hay una franca investigación al respecto. Hasta donde sabemos la compañía brasileña ha realizado sólo una gran obra en México, la Presa Huites de la Central Hidroeléctrica Luis Donaldo Colosio en Sinaloa, la cual controla las avenidas del Río Fuerte y le da energía a la hidroeléctrica y, por lo que estamos enterados, funciona razonablemente bien. Pero donde se han suscitado grandes escándalos es especialmente en Perú y en el propio Brasil, aunque también hay sospechas de ilícitos en Angola, Mozambique, Colombia, Panamá, Argentina, Venezuela y Ecuador.

La compañía Odebrecht se fundó en 1944 en Salvador de Bahía y pronto obtuvo grandes éxitos en el ámbito inmobiliario y fue ampliando su campo de acción incluyendo las áreas petroleras y de la extracción y explotación de gas. Después de realizar grandes obras en el Brasil, se internacionalizó y empezó a realizar obras en muchos lugares del mundo. La compañía fue dirigida primero por Norberto Odebrecht, después por su hijo y, posteriormente, por su nieto, hasta 2015 en que Newton de Souza la encabeza actualmente. En enero de 2016 en el marco de una operación llamada Autolavado, el juez Sergio Moro emitió órdenes judiciales en contra de funcionarios de la compañía, de manera inmediata se llegó a acuerdos, que se llamaron Acuerdo Definitivo de Beneficios o Colaboración Eficaz, con lo que los directivos de la empresa obtenían disminución o anulación de las penas que por los delitos que por sobornos y otras habían cometido para la obtención de obras, tanto en Brasil como en otros países.

Para esto último contribuyó una investigación que se inició en Estados Unidos a fines del mismo 2016. Como resultado de las investigaciones y de las aportaciones que hicieron tanto los directivos como los empleados de Odebrecht, se conoció la existencia de un Departamento de Operaciones Estructuradas que junto con la Caja 2 o B, que era con la que operaban, permanecían ocultas; gran parte de los secretos fueron conocidos por los testimonios de una empleada que había salido de la compañía desde 1995, que además de copias de los archivos, tenía las claves de acceso a programas computacionales muy sofisticados con los que movían y lavaban el dinero por todo el mundo para otorgar los sobornos, las coimas como les llaman en Perú.

Luiz Inácio Lula da Silva
Expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva.

Hasta donde vemos, los altos funcionarios de la empresa gozan de cabal libertad y siguen construyendo por todo el mundo. Sin embargo, poco después se iniciaron los escándalos políticos, consecuencia de las delaciones. Luiz Inácio Lula da Silva que había dejado la presidencia de Brasil unos años antes, pero que aspiraba a ser reelegido, fue enjuiciado y preso; la ex presidenta Dilma Rousseff sufrió un juicio político que acabó en desafuero y fue destituida, en su lugar fue nombrado Michel Terner que al terminar su periodo de ejercicio enfrenta también juicios por corrupción. Sin hablar de inocentes o culpables, el caso es que Brasil sufre o goza un cambio de rumbo político, ya que después de varios años de crecimiento, mejora económica, y algunos resultados sociales notables con gobiernos de centro izquierda, ahora eligió un presidente de tendencias completamente opuestas. Habrá que esperar los resultados, pero todo es consecuencia de los escándalos de corrupción que los antecesores desencadenaron.

En Perú los escándalos han sucedido uno tras otro, primero el expresidente Toledo fue acusado de recibir sobornos al otorgar obras a Obredecht (se le acusa de haber recibido 20 millones de dólares), el juicio se encuentra en trámite y el fugitivo en Estados Unidos, el expresidente Ollanta Humala, también fue acusado de haber recibido grandes cantidades de dinero, esta vez para su campaña electoral, e incluso sometido a prisión junto con su esposa, quienes permanecieron encarcelados varios meses y su enjuiciamiento continua. Hasta aquí pintaba el clímax de lo sucedido, pero entonces el presidente Pedro Pablo Kuczynski tuvo que renunciar ante la acusación de recibir sobornos cuando era ministro de Toledo. No obstante, a pesar de su renuncia, ha sido condenado a prisión preventiva, la cual ha eludido por su estado de salud.

Alan García
Expresidente peruano Alan García.

Pero el clímax no llega con el suicidio de Alan García cuando iba a ser detenido. Los suicidios siempre son planeados y éste no parece la excepción, dejó una carta en la que explicaba sus motivos. La respuesta de la sociedad ha sido bipolar, ya que una parte lo convierte en mártir y otra en corrupto. No debo dejar de decir que la Sra. Fujimori ha sido también acusada y encarcelada por haber recibido dinero para su campaña presidencial que no ganó.

Todo parece una historia de ambiciones que convergen en la profunda deshonestidad. Pero a mí me parece que el Departamento de Operaciones Estructuradas, además del complejo e ilícito entramado financiero, debe haber tenido un gran departamento de marketing y loving que estudiaba a los clientes. De otra manera no comprendo que una gente como Lula da Silva sucumbe por una casa de campo, cuando menos eso es lo que le han logrado documentar, una persona con tantos años de combate político y después de conseguir grandes logros económicos y sociales, ¿por qué lo hizo?

Rouseff y Toledo
Izquierda: Dilma Rousseff, expresidenta de Brasil. Derecha: Alejandro Toledo, expresidente de Perú.

Por su parte, Dilma Rousseff también, una gran luchadora social de una fortaleza probada, de la misma manera cayó. A mí me llama mucho la atención el caso de los peruanos. Toledo, de origen indígena, hijo de una familia muy numerosa, destaca en sus primeros estudios y por ello es becado para estudiar en Estados Unidos; un grupo de voluntarios, “Cuerpo de Paz”, lo envía a California donde destaca y consigue graduarse en Economía y Administración en la Universidad de San Francisco y, posteriormente, cuando menos dos maestrías en la Universidad de Stanford, inicia su carrera como profesor en Lima. Luego, ingresa a trabajar al Banco Interamericano de Desarrollo y al Banco Mundial, un tiempo trabajó en París donde fue investigador en la OCDE. También ingresó a la Universidad de Harvard y culminó su doctorado en Stanford. Así, regresa al Perú y compite en las elecciones donde pierde en la segunda vuelta con Fujimori; al expatriarse éste, hay nuevas elecciones y llega a la presidencia, durante su gobierno y, no ajeno a las controversias, consigue un crecimiento económico notable, con grandes inversiones extranjeras y una estabilización macroeconómica notable. Posteriormente participó sin éxito en otras elecciones y en la actualidad vive de nuevo en California como profesor visitante en Stanford, a pesar de las acusaciones y los juicios.

Pedro Pablo Kuczynski
Expresidente peruano Pedro Pablo Kuczynski.

El caso de Pedro Pablo Kuczynski también es de llamar la atención, su padre, médico, a principios de los años 30, se traslada de Alemania al Perú, seguramente por el inicio del régimen nazi. Su madre fue una intelectual destacada con un amplio abanico de intereses, entre ellos la música. Kuczynski estudió primero en Lima y posteriormente en Londres, después ingresó al conservatorio en Suiza, de donde se trasladó al Royal College of Music, otra vez en Londres, luego dio un giro e ingresó a Oxford para estudiar Filosofía Economía y Política, para después realizar una maestría en Princeton. Alternó, al inicio, labores en el Banco Mundial con las de miembro de Consejos de Administración de diversas empresas y en 1966 fue nombrado por Balaúnde Terry “Director del Banco Central de Reserva”. Al final del gobierno, por un golpe de Estado militar, fue acusado de privilegiar a una compañía petrolera pero finalmente fue exculpado. En el segundo periodo de Balunde Terry fue nombrado Ministro de Minas. Posteriormente regresó a la iniciativa privada hasta que Toledo fue candidato a la presidencia, y durante el gobierno de éste fue Ministro de Economía y Finanzas. Respecto a las acusaciones que se tienen actualmente, se refieren a su actuación durante esa época. En 2016 ganó las elecciones a la Presidencia del Perú, posteriormente tuvo que renunciar en un intento de evitar las acusaciones que había en su contra. Dos personajes, que aunque tienen orígenes diferentes consiguen una educación privilegiada y exquisita, pero que al parecer sucumben ante el ejercicio del poder.

El suicidio de Alan García fue dramático como todos los suicidios. Parece un tanto inexplicable por qué se le acusaba de haber recibido 100 mil dólares por una conferencia realizada, o no, en Brasil. Aunque la ambición parece la primera explicación para todos estos sucesos, la ambición es tanto del que da como del que recibe, pero el hecho de tentar a personajes tan exitosos, tan bien formados, en algunos casos con personalidades tan sólidas, seguramente requiere un trabajo especial que es necesario desarrollar muy intensamente y siempre desde la perspectiva de la maldad, aunque al recibir la coima también hay que desarrollarla.

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Marcela Braun

Muy clara su descripción Dr. Ramiro pero creo que lo que une a todos es la ambición que no tiene límites.
Saludos

Maria González

Muy interesante la recopilación que hace sobre el caso Odebrecht y el análisis sobre estos personajes de la política que se han visto involucrados en hechos de corrupción. Teniendolo todo pierden todo, tal es el caso del esposo de la infanta Elena, que siendo un plebeyo entro a formar parte de la casa real y teniendo asegurado su futuro, el de sus hijos, nietos y tsl vez bisnietos, lo perdió todo por apropiarse de fondos destinados a causas altruistas. Yo pienso que son personas muy ambiciosas, si desde luego, pero que tambien piensan que ese poder del que gozan los va a proteger, creo que el poder hace que pierdan el piso. La corrupción y los sobornos forman parte de la historia de la humanidad, tal vez se requiere cambiar las leyes para que sea castigado el que da y el que recibe y crear una politica eficiente de denuncias.

Rafael Alvarez Cordero

Mi estimado amigo:
Felicitaciones por lo,minuciosa que es tu investigación
Creo que momsabemos mucho de los,que pasó en Mexico y es posible que nunca lo sepamos
La corrupcion no es un delito, es una forma deplorable de vivir y puede ser motivo de varios delitos.
Así somos
Rafael

Luis

Muchas felicidades Dr. Ramiro excelente su investigación .

ENRIQUE NIETO

La maldad es una consecuencia negativa de la falta de valores morales: honradez, rectitud, dignidad, caridad, amor al prójimo, etc. Esos valores pueden o no coincidir con los valores religiosos. El problema es que muchos ven la maldad (deshonestidad) en los otros (en los que se fueron, en los que piensan diferente), pero no en sí mismos. En el caso de los políticos, hacerse de recursos ilícitos por favores prestados, no son actos deshonrosos, sino recompensas por lo permitido. Maldosos son los que se roban una pieza de pan del supermercado: ladrones viles; en cambio, los que se hacen de fortunas para mantener a dos o tres generaciones no tienen maldad: son inteligentes, ahorradores, visionarios de la bolsa de valores, etc.
La maldad existe y es prima hermana de la perversión.

María Leonor Hernández Garcia

Doctor Ramiro muy buenos datos para afirmar y comprobar que sí hay y ha habido maldad en todo el mundo.
La maldad no se circunscribe a un determinado grupo socio económico, intelectual o político. Desafortunadamente la corrupción, la deshonestidad, la ambición, pierde al ser humano.
El caso de Odebrecht que usted trata y explica, es representativod de la desmedida corrupción y ambición que se dio en varios países, por supuesto incluido México. En nuestro país es deseable que no quede impune, ya que los anteriores gobiernos no hicieron nada ante éste terrible señalamiento, sería justo que se investigue, explique y castigue a todos los involucrados en este soborno, ya que es el único país en el que no se ha hecho nada al respecto de Odebrecht.

Alberto Lifshitz

No lo veo como expresión de maldad, al menos como la ve Hana Arendt, sino más bien como un problema social. El soborno es una estrategia para negociar, un valor entendido, aceptado entre la ética comercial, injustificable para muchos pero perfectamente aceptable para otro

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