“Hoy no me puedo levantar”: “La ventana opaca de Mecano”

 

Es una gran paradoja que este trabajo tan bien logrado en escena tenga enormes carencias en el argumento.

 

“Hoy no me puedo levantar” es un fenómeno extraño. Escribo esta reseña sin entender bien a bien por qué hay muertos y heridos para conseguir un boleto, por qué la gente sale tan entusiasmada o por qué muchos querrían repetir la experiencia. A veces un éxito es inexplicable y, más que buscar tres pies al gato, sólo vale la pena reconocer el nivel de impacto en la gente.

 

Me queda claro que yo no soy la audiencia de este musical de las canciones de Mecano. Sin duda, este grupo tiene uno de los mejores catálogos de la música pop en español porque resiste adornar una historia larga, inverosímil y predecible en todos los sentidos. Dramáticamente, la anécdota fracasa con personajes básicos y, por momentos, antipáticos. “Hoy no me puedo levantar” cuenta las aventuras del grupo Rulé para conquistar la industria musical en la España de los ochenta. Es la típica historia donde cuatro individuos, que empiezan con un profundo amor a la música, se olvidan de sus ideales por la fama, las mujeres y las adicciones. Todo esto aderezado por el recién ambiente liberal de la sociedad española, después de la represión y conservadurismo de la dictadura franquista.

 

La anécdota se ha contado millones veces en diversos medios y formatos. En este caso, el lugar común se vuelve superficial y, en un sentido dramático, frívolo. Y, para colmo de males, la obra es más larga que la Cuaresma. Las escenas no son efectivas para contar la historia, los personajes se desdibujan a lo largo de las casi tres horas del espectáculo y, tal vez ésta sea su mayor debilidad, tiene un tono cómico forzado. El lenguaje español de los ochenta es adaptado de una forma torpe porque se maneja un vocabulario y localismos que bien podrían suceder en la colonia Narvarte. Por esto, se rompe la convención, las situaciones se vuelven inverosímiles y los pocos momentos donde pueda existir un interés dramático se pierden.

 

 

Mecano maquilla cualquier defecto porque, a pesar del tiempo y las modas, su música es entrañable y cualquiera se puede emocionar con las letras y melodías.

 

He de reconocer que existen episodios extrañamente conmovedores por las canciones de Mecano, no por el conflicto de los personajes. De hecho, llega un momento donde la historia es lo de menos, sólo importa meter a calzador cualquier canción del grupo para crear un momento vocal y coreográfico.  A diferencia del primer montaje en México, en 2006, ahora tiene un poco más de cohesión. Redistribuyeron el orden de las canciones o quitaron algunas a favor de “agilizar la historia” con muy pocos resultados. Mi hipótesis es que la gente sale tan extasiada de la sala porque “Hoy no me puedo levantar” le da al clavo de la nostalgia; produce sentido por las canciones extraordinarias y la mal lograda recreación de los ochenta. A nadie le importa realmente Rulé y sus avatares para conseguir la fama.

 

Lo que yo vi en el escenario, toda la producción para contar esta historia es fuera de serie. Alejandro Gou, el productor, orquestó al mejor equipo de escenógrafos, iluminadores, vestuaristas e ingenieros de audio para hacer un espectáculo sumamente disfrutable. El despliegue técnico de esta obra no se ve todos los días en México y, mucho menos, la enorme inversión económica. Hay una preocupación para que cada cuadro sea interesante al ojo y oído. Todos los recursos técnicos están aprovechados de la mejor manera. Y, gracias a este impactante despliegue audiovisual, entiendo un poco más la fascinación de la gente por este montaje. El mejor momento llega con el número de “Perdido en mi habitación”; es sorprendente la precisión y destreza para manejar un monstruoso aparato multimedia.

 

El elenco es notable en cuanto a su pericia técnica y la resistencia para cargar un musical de tres horas. Su habilidad vocal es justa para este catálogo de música pop. Todo el tiempo son brillantes y vibrantes y, gracias a esto, los personajes son un poco más amables con el público. El trabajo de Marcela Guirado, como la protagonista de la obra, la coloca en un plano estelar dentro de los musicales en México. Para mí, es todo un descubrimiento para las tablas.

 

“Hoy no me puedo levantar” es y será un éxito a pesar de sus detractores. Es una gran paradoja que este trabajo tan bien logrado en escena tenga enormes carencias en el argumento. Mecano maquilla cualquier defecto porque, a pesar del tiempo y las modas, su música es entrañable y cualquiera se puede emocionar con las letras y melodías. El espectáculo se vuelve accesible cuando lo piensas como un pequeño concierto y evitas todas las referencias a un musical.

 

“Hoy no me puedo levantar”

Libreto: David Serrano

Director: Federico Barrios

Teatro Aldama (Rosas Moreno 71, colonia San Rafael)

Jueves 20:00 hrs., viernes 18:00 y 21:30 hrs., sábados 17:00 y 21:00 hrs., domingos 13:30 y 18:00 hrs.

 

Twitter: @pezdeoro1972

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