Primeramente quiero reiterar mi agradecimiento al equipo de El Semanario y en especial a Samuel Podolsky su acogida a este medio. En segundo término, agradezco mucho los comentarios y retroalimentación a mi primera colaboración.
Hay gente que va por el mundo presumiendo que tiene grandes ideas, que tiene inmensos sueños y la pregunta es ¿de que sirven éstos si no se realizan? Leo por doquier dichos sobre los sueños y cada día estoy más convencido que están muy sobrevalorados. “Tú eres, tus sueños…”. Pobre de ti.
Sin entrar a demasiados tecnicismos, ni para complicarnos la vida innecesariamente, nosotros decimos que ya definidos nuestros objetivos, pero tenemos que establecer cómo los alcanzaremos a través de distintas fórmulas.
Los sueños, las ideas, y cualquier equivalente que no venga acompañado de proyectos, acciones y actividades, no tiene sentido alguno, ni en el ámbito personal, ni en el profesional.
Entiendo bastante bien que metodológicamente un proyecto, una acción y una actividad son diferentes, pero para efectos de la metodología “hazlo sencillo” resultan prácticamente lo mismo. Lo que buscamos es que quien tiene la responsabilidad o es parte de un equipo que tiene la responsabilidad de alcanzar un objetivo, sepa qué es lo que tiene que hacer y punto.
En una gran organización (por número de personas) las actividades van bajando en cascada y es relativamente fácil definir qué hará cada quién. En las organizaciones medianas o pequeñas, las cosas se complican un poco más, ya que una misma persona tendrá varios roles y, en consecuencia, por lo general, muchas mas actividades por lleva a cabo.
A nivel personal, a mi me resulta casi ilógico, usar la lógica de la planeación estratégica de proyecto, acción, actividad. Lo que tenemos que tener claro es qué quiero lograr y enumerar todo lo que haré para que suceda:
“Bajar 8 kilos de peso al 31 de octubre” es el objetivo, entonces lo que tendré que hacer es:
- Ir al gimnasio al menos tres veces por semana.
- Caminar tres veces por semana al menos 20 minutos.
- Comer menos cantidad en cada comida.
- Hacer cinco comidas al día.
- Comer sano.
- No comer comida frita.
- No comer postres.
- No tomar refrescos con azúcar.
- Tomar mucha agua.
- Dormir al menos 7/8 horas por noche; etcétera.
Realmente no es importante definir aquí si algo de esto es proyecto, es acción o actividad: son cosas que tengo que hacer y se acabó. La lista puede ser inmensa o en algunos casos muy limitada. Lo importante es lograr el objetivo. Al final del día seremos reconocidos y recompensados por lo que logremos, no por lo que decimos que haremos.
Es bien importante tomar en consideración que la constancia, los pequeños triunfos de todos los días, son lo que realmente nos ayudan a progresar, llegar a dónde queremos estar. Si bien es cierto que en algunas ocasiones las personas, como las organizaciones, requieren de grandes transformaciones y es necesario hacer grandes cambios de un día para otro, es la suma de las pequeñas actividades lo que da el resultado final.
Los deportes son una muy buena enseñanza de ello. Un gran partido da los mismos puntos que un partido que no fue tan espectacular pero que se ganó; en el futbol soccer ganar 6 a 0 es igual que ganar 1 a 0 con un penalty, da tres puntos. Los campeonatos se construyen de la suma de muchos partidos ganados o empatados.
Así es, ser puntuales, tomar acciones inmediatas en las desviaciones que se presenten.