Interesante

Con relación a la corrida de Los Encinos, lidiada el 29 de enero de 2017 en La México, recibí un mail de un estimado amigo ganadero quién me puso como al perico y todo por mi análisis del festejo del cual resultó triunfador arrollador el torero francés Sebastián Castella y sin matizar, les doy a conocer parte medular de lo que me escribió al día siguiente de mi escrito, en el siguiente párrafo:

“De verdad me decepciona la percepción de la corrida de Los Encinos. La catalogas de BRAVA en los varios matices de la bravura. Soy amigo de Eduardo y no por eso dejo de ver la realidad. Como yo me supongo que él tampoco. Fue un compendio abrumador de mansedumbre en sus múltiples matices y expresiones. Confundes a la gente con tus comentarios” Si acaso le agrego unos acentos que mi amigo no utiliza, pero como es claro no estuvimos de acuerdo, no pasa nada, esa es la pasión del toreo.

Voy a saber muy pronto cuando escribo que la corrida de Barralva que se lidió el 12 de febrero de 2017 en La México, me pareció a pesar de sus claros defectos una corrida interesante, cual es la opinión de mi amigo.

Los seis toros; tres de procedencia San Mateo y también de San Martín; tres de procedencia Atanasio Fernández; fueron musculados y ofensivos, muy igualada a pesar de tener ascendencias distintas, a tal catadura le correspondió un juego desigual y sólo rescataría por su nobleza y recorrido al primero del festejo, que le correspondió al buen torero murciano Paco Ureña, que por sus fallas con la suerte suprema no pudo saborear las mieles del triunfo.

El arrastre lento concedido por usía como también se le dice al juez de plaza, Chucho Morales, fue merecido para No que no, por cierto mismo nombre de un toro de José Julián Llaguno que se lidió la tarde del 4 de febrero de 1967 y que sirvió para inaugurar el Nuevo Progreso de Guadalajara, que recién cumplió medio centenario de inaugurado, el primer matador de toros lo fue el inolvidable León de Tetela de Ocampo, Puebla, Joselito Huerta.

Regresando al presente, vimos la gran categoría con la que lidió Sergio Flores, pero perdió un trofeo arrancado literalmente al sexto, un toro manso y huidizo, al que supo lidiar para extraer lo bueno, sólo la suerte suprema evitó que la oreja premiara su gran técnica y arrojo, pero no el reconocimiento público de un público que lo aplaudió en su salida de la plaza y antes al finiquitar al astado.

Arturo Saldívar quiso, pero no hubo de piña, le tocó un lote muy complicado, tal vez le falto el intentar hacer faenas de aliño para tratar de obtener el lucimiento que era imposible, él trato de torear con temple a toros con embestidas cortas y descompuestas y el público ni lo entendió y le reprochó sus actuaciones, a mi manera de entender con bastante injusticia.

Finalizando, a mí me pareció una corrida interesante, para toreros decididos como principalmente lo fueron Ureña y Flores, que no se arredraron ante las condiciones de los astados y que supieron extraer momentos de lucimiento en el vendaval de embestidas descompuestas aunque reitero que el primero del lote de Ureña, fue diferente, noble y con claridad en la embestida.

Ya veremos qué opina mi amigo que como se puede deducir no tiene pelos en la lengua a la hora de externar sus opiniones y así lo aprecio, que caramba.

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