La partida de Trump

Sorprendentemente me resultaba más fácil expresarme sobre el viaje de Trump a Arabia Saudita, Israel y al Vaticano antes que llegue y apostar por lo que va a pasar, que resumir el viaje después que ha partido de Israel.

El amor que Donald Trump manifestó por Israel en la campaña electoral aún no se ha traducido en hechos y dudo que lo haga es lo que escribí a la hora de su llegada y se confirma a la hora de su partida.

Estimo que todo el mundo quedó conforme y satisfecho de la visita de Trump ya que no pasó nada o nada dramático. No exigió nada de nadie y prometió su apoyo a todos. No me sorprendería que, ante semejante éxito, también Putin intente hacer una visita a esta zona.

Por lo pronto, no habrá embajada de Estados Unidos en Jerusalém y tampoco mencionó que es la capital de Israel. Las manifestaciones de satisfacción de Netanyahu oyendo el último discurso de Trump en el Museo de Israel, eran absolutamente sinceras. Por el momento nadie lo acosa a dar pasos concretos hacia la paz y eso le da un amplio margen de maniobra. Si en algún momento lo presionan, le queda la alternativa de llamar a nuevas elecciones y mientras tanto el gobierno transitorio no podrá tomar decisiones que modifiquen el status quo.

El presidente palestino Mahmoud Abbas con sus 82 años de edad, habrá quedado muy contento. Recientemente se encontró tres veces con Trump y la última en su palacio de gobierno en Belén. Ahí pudimos apreciar un verdadero palacio que puede traducirse como que: “no son tan pobres los palestinos”. El presidente de Estados Unidos pudo decir todo lo que tenía en su agenda, incluido recordar que el Muro de los Lamentos está en “Jerusalém conquistada”. De todas maneras, no se ve un estado palestino en el futuro cercano.

Para finalizar el capítulo político, debemos recordar que la distancia entre Jerusalém y Belén son 7 minutos en automóvil y no viajando rápido. Si quisieran realmente obtener paz para sus pueblos, podrían desayunar juntos todos los días antes de emprender sus actividades diarias.

Trump puso un papel en el Muro de los Lamentos como hace todo el mundo, incluso como yo hace unas semanas; y aunque no sabemos que escribió, me imagino que solicitó a Dios que lo ilumine y le indique cuando sea el momento de presentar la renuncia.

Para beneficiar a su propio pueblo, lleva un contrato de ventas de armas por un valor de 110 mil millones de dólares para los próximos 10 años. Es mucho dinero y se puede considerar que no son las armas más modernas. Posiblemente no sean suficientes para enfrentar al peligro que proviene de Irán, tal como se trasluce al escuchar los discursos.

Dar lugar a la religión para solucionar los conflictos, parece una tragicomedia, ya que las religiones no han logrado la paz en ningún lugar.

Es de resaltar la falta de protocolo de Trump al estar con el saco sin abotonar todo el tiempo, hecho que obligó al presidente de Israel a hacer lo mismo.

Al ver que su esposa no se deja ni tocar las manos, optó por besar a Sara Netanyahu.

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Carlos Ruiz

Amigo te recomiendo dejar de ver CNN y buscar una fuente de noticias mas apegada a la realidad, a estas alturas deberias entender que Trump es presidente de Estado Unidos y buscara el bienestar de su gente, dejn ya de atacar sin conocer,

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