El Congreso de la Unión analizará y discutirá este mes de junio las leyes secundarias de la reforma constitucional en materia de energía, aprobadas en diciembre pasado.
Se trata de una reforma integral que comprende tanto a los hidrocarburos como la electricidad y que implica un profundo cambio en todos los aspectos que integran al sector.
Se conserva la propiedad de los hidrocarburos del subsuelo y el sector energético queda sujeto a la rectoría del Estado pero se permite la concurrencia y la competencia de los particulares en prácticamente todos los aspectos del proceso productivo en el ámbito de la energía. El proyecto de reforma plantea también el fortalecimiento de los órganos reguladores, la transformación de Pemex y CFE en Empresas Productivas del Estado, un conjunto de normas sobre transparencia, criterios de sustentabilidad y apoyo a la industria mexicana y la innovación tecnológica. También se plantean en las iniciativas de reforma los cambios financieros y fiscales que la harían viable.
El profundo cambio tecnológico en materia de energía que se ha dado en los últimos años, tanto en el campo de los hidrocarburos convencionales y no convencionales, (Shale gas y Shale oil), y el aumento del uso de energías limpias han cambiado el mapa energético mundial.
En el caso de América del Norte la creciente suficiencia de los Estados Unidos en hidrocarburos generará cambios económicos y políticos a nivel global.
Frente a ese panorama, México enfrenta la disminución de las reservas de hidrocarburos, declinación de la producción y baja de las exportaciones de crudo, en tanto se incrementan las importaciones de gas, gasolinas y otros petrolíferos. Asimismo, se da una enorme obsolescencia de la infraestructura en transporte, almacenamiento y distribución, y del rezago en la refinación y la petroquímica, así como precios poco competitivos para la industria. En contraste, por otra parte los recursos prospectivos de hidrocarburos convencionales y no convencionales de México son muy cuantiosos. Asimismo, el potencial de las energías limpias en el país es enorme.
Durante este debate debe tomarse en cuenta, el deterioro del ambiente a nivel mundial y los efectos del calentamiento global, por el uso de energías de origen fósil. Debemos recordar que México es un país particularmente vulnerable al cambio climático.
- La discusión en el Congreso deberá:
- Garantizar la rectoría del Estado del sector,
- El fortalecimiento de la soberanía energética, y
- Los beneficios directos para la sociedad
Que garanticen el pleno desarrollo sustentable del país. En ese sentido, además de aprovechar racional y responsablemente los recursos naturales del país, y de incrementar los ingresos públicos, se debe:
- Formular una nueva política industrial,
- El estímulo de la ciencia, la tecnología y las ingenierías y
- El desarrollo regional.
La sociedad debe estar atenta, dar seguimiento y hacerse oír en la discusión e instrumentación de la reforma.
@GerardoGilV