La solidaridad del toreo

En el siglo pasado parte de los ingresos de las plazas de la ciudad de México se destinaban a la Asistencia Pública.

 

La fiesta de los toros se remonta a muchos siglos de la historia y en México se celebró la primera corrida el 24 de junio de 1526, con motivo de las fiestas de San Juan Bautista y se encuentra la referencia concreta en las cartas de relación que escribió Hernán Cortés al emperador Carlos V.

Desde luego y hasta el siglo 18, las corridas eran oficio de los nobles y a caballo, hasta que en España, la unción de los borbones en lugar de los Habsburgo en su reinado, acarreó entre otras consecuencias el sentido moderno de la tauromaquia en la que; el toreo a pie sustituyó al de a caballo, los protagonistas ya no fueron caballeros pertenecientes a clases altas, sino gente del pueblo que se profesionalizó y cobró por su actuación, nacieron las ganaderías para la lidia y se comenzó a seleccionar los toros frente a la situación anterior de mera espontaneidad, se construyeron las primeras plazas de toros como edificios permanentes destinados a los festejos y se escribieron las primeras tauromaquias, que fijaron la técnica y las normas para enmarcar el arte de torear.

México por su parte luchó por su independencia hasta que finalmente la consiguió en 1821 y por lo tanto alejándose de España en lo político, pero conservando la tradición taurina con su sello propio, el cual que finalmente se homologó a finales del siglo 19 en el sentido de su reglamentación,  pero no de su sentimiento de interpretación y desde entonces corre en paralelo (reglamentariamente hablando) con la fiesta de los toros en Europa.

El toreo en su historia ha sido solidario con múltiples causas para dar una idea   las tablas para las camastros del hospital de San Pablo (hoy Hospital Juárez) antes de la guerra con los Estados Unidos,  se elaboraron en el siglo 19,  con la madera de la plaza de toros ubicada en Jesús María y San Pablo en el centro de la ciudad de México.

Quién da su nombre a la gran institución de salud pública, don Benito Juárez,  cuando presidente, prohibió los toros en la capital aunque, paradójicamente su esposa doña Margarita Maza organizó festejos taurinos en beneficio de diferentes causas sociales y hasta estos días, el toreo siempre acude a tratar de remediar graves acontecimientos como el temblor de 1985 que hirió gravemente y paralizó nuestra capital o para paliar a los damnificados del huracán Gilberto que fue uno de los ciclones tropicales más intensos, devastadores y mortíferos registrados en el océano Atlántico durante el siglo XX por la Organización Meteorológica Mundial (OMM). En septiembre de 1988, Gilberto asoló el Caribe y el golfo de México por cerca de nueve días. En México se le conoce como el Huracán del Siglo XX y en Cuba como El Huracán Asesino.

 

El toreo en su historia ha sido solidario con múltiples causas…

 

Son memorables los dos festivales en la plaza México posteriores a las tragedias y en dónde actuaron los principales toreros de México y de España volcándose a los tendidos para expresar la solidaridad del toreo con  los necesitados. En el siglo pasado parte de los ingresos de las plazas de la ciudad de México se destinaban a la Asistencia Pública, por la organización de los festejos taurinos que se celebraban principalmente en la plaza de toros México y son innumerables los miembros o no de la familia taurina que han recibido la muestra de la generosidad de los aficionados en momentos de agobio.

Próximamente el toreo se vestirá de Azul en la plaza Arroyo del popular restaurant del sur de la ciudad de México,  para apoyar a Autism Speaks, una organización internacional dedicada a difundir y crear conciencia acerca del autismo y quién lanzó una campaña de concientización que consiste en iluminar de azul (color con el cual se simboliza el autismo) edificios emblemáticos y monumentos históricos. Tan solo el año pasado se iluminaron más de 3,000 edificios y monumentos en más de 300 países, por mencionar algunos: Las Cataratas del Niagara, La Casa de Opera de Sidney, La Torre Eiffel, El Palacio de Bellas Artes, El Castillo de Chapultepec y el Ángel de la Independencia.

El evento constará de una cena, a la cual asistirán empresarios destacados, aficionados taurinos, los principales medios de comunicación y personalidades de la sociedad capitalina. También habrá una subasta de artículos donados por reconocidos toreros como Diego Silveti, Julián López “El Juli” y el maestro Eulalio López “El Zotoluco”. Además de que torearán Teodoro Gómez, Alejandro Amaya, Alfonso Ramírez “El Calesa” y Gerardo Gaya, principal promotor de El Toreo Viste de Azul, dará inicio a las 6 de la tarde.

Arroyo nuevamente es la generosa sede, en el evento del 26 de febrero de 2014 a beneficio de Juan Luis Silis la recaudación fue muy importante para paliar el tiempo que requiere el matador a fin de prepararse para su reaparición en Pachuca, Dios mediante el próximo 4 de mayo.  El 2 de abril, como a través de tantos siglos de su existencia,  el toreo acude a dar un capote a quién lo necesita ¡Que Dios reparta suerte y enhorabuena!

 

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