Desde hace muchos años he asistido a la Feria Nacional de San Marcos y si Dios me presta vida lo seguiré haciendo, es uno de mis lugares favoritos por su belleza como ciudad, su magnífica feria taurina, la olvidada costumbre en el D.F. de la tertulia taurina y los bellos lugares que reflejan su historia.
La empresa taurina Espectáculos Taurinos de México echó la casa por la ventana con los carteles presentados y sólo por circunstancias especiales no vinieron a su ruedo José Tomás y El Juli a los que esperemos ver en el ruedo de la Monumental en el futuro, pues hay más tiempo que vida.
Ricardo Torres Rovira gran periodista taurino presentó en el Hotel Andrea Alameda su libro de Aguascalientes Tierra de Toros y Toreros y la verdad que se lo devora uno al leer datos derivados de una larga historia del toreo en agüitas.
En el libro me enteré por ejemplo de la historia de Saúl de María matador de toros de Aguascalientes, con el que tuve el gusto de charlar en el burladero de la Monumental que me hizo favor de asignarme para llevar a cabo mi labor periodística, las autoridades de la plaza. Fue emotivo que se me dijera que me lo asignaban por qué en ese mismo sitio ubicaban en su tiempo a José Luis Carazo Arenero.
Por otra parte, un abrazo a la familia de Alfonso López del que disfrutamos muchas veces de su siempre inteligente charla, vamos a extrañar su forma tan particular de expresarse de la vida y los toros así como su saludo afectuoso, nunca olvidaré su filosa mirada que reflejaba en su atinada pluma, en El Excélsior. Dios lo bendiga.