Los carteles dejan mucho que desear y resaltan la lidia de ganaderías proclives al comportamiento light.
Ciudad de México.- Entendiendo que cada uno es libre de opinar sobre cualquier tema de acuerdo al prisma personal quise detenerme un momento por qué ahora (y afortunadamente) cada uno en las redes sociales, puede externar su pensamiento y no solo aquellos que tenemos oportunidad de hacerlo en alguno de los medios especializados, que hoy en día se ocupan de la información relacionada con los toros, dado que los medios tradicionales han reducido el espacio al mínimo. En la ciudad de México quienes más lo ofrecen a sus reporteros y analistas es el Esto, Ovaciones y Reforma.
Para enterarnos de lo que sucede en el día a día del toreo es necesario acudir a los medios por internet como en el que me está leyendo y son la alternativa para que el toreo no pase desapercibido ¿A qué viene este prólogo? A los carteles de Aguascalientes que ofrece su feria del 19 de abril de 2015 y hasta el diez de mayo.
Para el que escribe los carteles son atractivos en conjunto, entendiendo que la fecha del dos de mayo será crucial para quien hace cinco años casi pierde la vida en ese ruedo, José Tomás y que por lo tanto se convierte en un evento que atrae la atención internacional. Las colas para la venta de los boletos que quedan libres del derecho de apartado, lo reflejan y por eso es que el torero de Galapagar cada que actúa provoca un impacto distinto al del caché de sus colegas y eso debe aupar a El Zotoluco alternante del español, para hacerlo con la categoría y conocimiento que le reconocemos.
En el trayecto para ese suceso que provocará una cauda de turistas al bellísimo estado y una derrama económica importante, nos toparemos el 30 de abril con Fermín Rivera, Talavante y Saldívar con Begoña; el primero de mayo Morante, El Payo y Silveti con San Miguel de MImiahuapám; el dos, los anunciados anteriormente, con toros de Fernando de la Mora y Los Encinos; para cerrar el tres, día de la Santa Cruz con Mónica Serrano, El Juli, Silveti y Fermín Espinosa con toros de Montecristo.
Aun así, para muchos, ya sean de un medio de comunicación o individuos, los carteles dejan mucho que desear y resaltan la lidia de ganaderías proclives al comportamiento light como son los casos de Bernaldo de Quirós y Teófilo Gómez (que por cierto e independientemente que no nos llenen el ojo a quienes preferimos un comportamiento más orientado a la codicia) es innegable que son ganaderías que prefieren los toreros y sus administradores y que si cumplen con los requisitos de edad y trapío, allá ellos y lo que les gusta en el comportamiento de sus astados.
La discusión será siempre bienvenida y me parece que hace falta apasionarse en un arte tan subjetivo como lo es el toreo, respeto quienes difieren y algunos están tan enojados, que seguramente no asistirán y desearán que sean pobres las entradas y magros los resultados artísticos para darse vuelo y alzar la ceja para decir “lo sabía, no podía ser de otra manera”. Para quienes lo vemos con otro prisma, lo que estamos deseando es que sea lo contrario, que prevalezca lo bueno y que sea una feria inolvidable.
Necesitamos relatar buenos sucesos para convocar a los demás a lo que tanto amamos, cada uno opina, reitero, como le viene en gana y algunos incluso suponen que hubieran organizado de otra manera los festejos, quienes invierten decidieron de otra manera y ya veremos en los hechos que será lo que ocurra.
Por lo pronto, muchos están planeando asistir a Aguascalientes y eso presagia que el ambiente local y el de los visitantes será el idóneo para celebrar a San Marcos, santo patrono de la ciudad con más aroma taurino de todo el país. A su feria cada año vamos con la ilusión de recargar pilas de afición por sus festejos y tertulias.
Si antes, durante y después se discute el armado de la cartelería me parece positivo, corresponderá a ganaderos y toreros hacer de la de 2015 una feria inolvidable y desde luego, no faltará quienes opinen que no es así y que solo ellos saben cómo hacerlo en grande, sobre todo cuando ello solo invierten su opinión y no su patrimonio.