México Emociona

México mueve todos los sentidos, mueve el sabor con su bronco ardor de mil picantes, mueve su variedad en el gusto de maíces, hechos tamal y tortilla, taco, sopecito, chalupa y chilaquil. Mueve la armonía compleja de los Chiles en Nogada, mueven las tibias variedades de frijol colado en grano, amasado y el gusto también, de la sal de manos de piel curtida, que sin saberlo impregnan en sus amasados de sabores humanos los platillos.

 

 

Francia es mas armónica y bella, Alemania mas ordenada y eficaz, China mas performante y dinámica, Japón mas serio y ritual, Marruecos mas pareja en su etnicidad, pero México, México Emociona.

Hace unos años Rafael Fernández de Castro, sugería ante un grupo de estudiantes la pregunta ¿qué perdería el mundo si México no existiera? Si a México se le borrara del planeta.   De aquellas provocaciones, rescato esta respuesta que no di en aquél momento pero que me aparece hoy diáfana y potente. El mundo perdería emociones.

México mueve todos los sentidos, mueve el sabor con su bronco ardor de mil picantes, mueve su variedad en el gusto de maíces, hechos tamal y tortilla, taco, sopecito, chalupa y chilaquil. Mueve la armonía compleja de los Chiles en Nogada, mueven las tibias variedades de frijol colado en grano, amasado y el gusto también, de la sal de manos de piel curtida, que sin saberlo impregnan en sus amasados de sabores humanos los platillos.

Mueven de México las vistas de Volcanes, las nubes que supo descubrir Figueroa, el embalaje creativo de las corundas michoacanas, la imagen de pescadores lanzando sus redes sobre lagos fértiles de peces, gustan los maizales extendidos sobre el territorio preñado por las lluvias que han sido generosas este año.

Mueve el color de los pintores en Oaxaca, con su fauna hecha hombres jaguar y armadillos que vuelan, insectos que parecen ser vistos por ojos que son lentes de microscopio y saben agrandar realidades. Mueve la perfecta belleza de los pies del rarámuri y su calzado amarrado al tobillo en una bota perfectamente anatómica, mueve el alucinado vestido de la tehuana sirena y virgen y mujer que sabe señorear. Mueve la mestiza yucateca con su chonguito-cebolla, confortable, fresco y su huipil aireado, la elegancia de los ternos de dama que presume identidad. Mueven las vistas de un país que se descubre mas allá de sus magros ejercicios de coquetería. Mueve el sombrero sudado del vaquero. La iglesia colorida, barroca y mestizada. Mueve el color de sus oceanos y la fuerza de las olas que revientan en sus muchas playas.

Y en el tacto, las arenas de sus cinco mares, cortés, atlántico, golfo, caribe, pacífico, de su alfarería negra y blanca, roja y amarilla, obediente en los tornos a las manos ancestrales y pacientes que moldean realidades y con ellas mundos.

Al oído el metate, el molcajete, el batir de un chocolate en molinillo antiguo, la canción ranchera y el corrido, el bolero y el son huasteco, la jarana y el mariachi. Mueve de México la música que hacen las aves a las que canto Nezahualcóyotl, poeta mayor y poco frecuentado. La guitarra y la trompeta, la chirimía y el tambor, Revueltas y Chavez, Jose Alfredo y Agustín, Juan Gabriel y Villazón, Chabela y Lucha Villa, Cuco y Pedro Infante, Vicente y su potrillo, Guadalupe Pineda y Lilla Downs, Guty y Palmerín, La negrita Graciana y Javier Solís… Mueven también Cri Cri y las canciones de la Griver. Batiz, Santana, el Tri y Rockdrigo Mueve la voz de los poetas, de Pellicer y Sabines, de Paz, de Neza y de Huerta, del bate López Méndez y de Nervo.

Emociona el olor de sus lagunas, de sus huertos generosos, huele el hogar en que se cuecen los frijoles, cuando se asan los chiles, huelen de México sus bosques vastísimos y huelen sus desiertos secos bañados de sol y coronados de cactaceas, huelen los moles y todas sus cocinas, sus frutas perfumadas de vientos tropicales. Huele el zapote y el mango, huele el caimito y el mezcal ardiente y ahumado. Huelen sus mujeres y sus hombres todos. Huele la humedad de sus ríos y el polvo de los caballos los domingos en las carreras parejeras. Huele el sudor de sus palenques y el perfume de sus mercados.

De México mueve su historia trágica y su humanidad plural y valiente. Mueven de México sus mestizajes inconclusos, y la sonrisa natural de sus personas.

Estas son las e-mociones, los pretextos que acercan al país a todas las sensibilidades. El México que motiva y que se entraña pronto, el México que duele también por su injusticia, su pobreza, por su callado pesar que se resuelve políticamente a veces en la rabia. El México bronco que despierta en ocasiones y fecunda los ánimos.

También emociona de México el imaginario de progreso que anuncian sus Reformas, donde quisiéramos se reflejara la sociedad toda. El país mas educado que se augura, un México de acuerdos respetados, de convenciones que invitan al progreso compartido. Un México menos zanjado por los abismos entre sus sociedades. Vamos poniéndonos de acuerdo para que este México emocionante sea cierto en nosotros, en cada uno y que le compartamos para poderlo conocer sin miedo y recorrerlo nuevamente en todos sur rincones.

Digamos adiós al México secuestrado, al reservado por los agentes de lo malo para sus fechorías. Queremos que nos devuelvan México y haremos de nuestra emoción contrato para lograrlo.

 

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