En ocasiones, para tener una mejor perspectiva de lo que pasa en México, hay que leer la prensa internacional. No somos un país del cual se ocupen mucho los medios de comunicación internacionales, pero cuando lo hacen, hay que poner atención. Suele ser una visión más libre y mejor documentada de la que leemos en nuestros medios nacionales, muchos de ellos adscritos a esa relación simbiótica con el gobierno. Por ello, en esta ocasión, les comparto esta columna basada en lo publicado el 14 de abril en el Asia Times, titulado “Mexico’s demolition derby accelerates” por Manuel Suárez-Mier, economista y ex funcionario del Banco de México. ¿Estás listo? Sigue leyendo.
La destrucción de las instituciones, la economía y la democracia de México bajo el régimen inepto y cada vez más autocrático del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) se ha acelerado en las últimas semanas con su gestión incompetente de la pandemia de COVID-19, señala Manuel Suárez-Mier en el Asia Times.
La crisis está devastando a México con una fuerza cada vez mayor, mientras AMLO continúa negando hechos e inventando su propio escenario con un aluvión diario de mentiras mañaneras que generan dudas sobre su salud mental.
Hasta hace sólo tres semanas, negó que la pandemia fuera una amenaza grave y siguió aconsejando a los ciudadanos que salieran, abrazaran y besaran a la gente, algo que él mismo hizo durante su febril agenda de viajes por todo el país.
En conferencia, el 2 de abril, declaró que la pandemia le cayó “como anillo al dedo”; que es “un regalo del cielo para garantizar la consolidación de las transformaciones que planea para el país (la 4T)”. Lo que nos hace pensar: ¿Cuál es el plan de AMLO para México? ¿A qué gobernante le gusta reinar sobre la devastación? ¿Ése es el lugar en la historia que está buscando?
El sistema de salud se encuentra en una frágil situación gracias a la dramática reducción que AMLO impuso al presupuesto del sector al despedir médicos y enfermeras, no comprar suficientes medicamentos ni dispositivos médicos; pero sobre todo a su obstinación a centralizar todas las compras, bajo el pretexto de combatir la corrupción. Así, si la corrupción se presenta, será bajo su directa supervisión, un dato a tomar en cuenta para el futuro. Ya que el ánimo popular está maduro para meter a la cárcel, por primera vez en la historia, a un presidente de México. AMLO podría ser un buen candidato.
Además, AMLO canceló el seguro de salud universal para enfermedades catastróficas, guarderías que atendían a casi un millón de niños; cocinas comunitarias de alimentos para los pobres y muchos otros programas altamente efectivos con reconocimiento internacional, como el programa turístico de “Pueblos Mágicos”. El fin último es claro, centralizar todo en sus manos. Esto le ha permitido fortalecer su red clientelar y dar dinero directamente a 22 millones de personas, su base de apoyo electoral, misma que pondrá a prueba en 2021, cuando haya elecciones intermedias.
EN PERSPECTIVA, claramente la pandemia tendrá un efecto desastroso en la economía de México que, gracias a las políticas erráticas y equívocas de AMLO, ya estaba cayendo en recesión. Según un estudio reciente de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), el efecto inmediato de la pandemia en el Producto Interno Bruto de México será una disminución del 30%.
Las razones son sencillas:
Hay un shock global de la oferta y demanda de bienes y servicios como resultado del colapso de las cadenas de producción y el cierre del sistema de comercio industrial; cantidades masivas de quiebras de empresas micro, pequeñas y medianas; y el colapso del comercio mundial y los viajes.
También se está produciendo un choque de demanda interna autoinfligido gracias a la pérdida de empleos; y la contracción de la inversión privada, nacional y extranjera. La situación es peor para la economía informal, paradójicamente donde radica la base electoral de AMLO, que emplea poco más de la mitad de los mexicanos en edad de trabajar.
A ello, hay que agregar la obcecada postura presidencial por mantener el superávit primario, a costa de financiar la caída en la recaudación con un retiro 121 mil millones de pesos del Fondo de Estabilización de los Ingresos Presupuestarios –que hasta ese momento contaba con 296 mil 314 millones de pesos en reserva estratégica–. Situación que genera un espiral descendente a medida que la economía se contrae, la recaudación disminuye; con ello la demanda gubernamental de bienes y servicios; y el pago de impuestos. A este ritmo, el Fondo habrá desaparecido al término del 2020.
Y, finalmente, la caída de la confianza por parte de las calificadoras sobre el país podría ocasionar un tercer choque, el tiro de gracia, ocasionado por la fuga de capital debido a la pérdida del grado de inversión sobre la deuda soberana, lo que provocará una depreciación adicional de la moneda.
Respecto a esto, ¿cuál es la propuesta de reactivación económica de AMLO ante este desastre inminente? Básicamente el mismo que antes de la crisis: sus dos grandes proyectos de infraestructura –la refinería de Dos Bocas y el Tren Maya–; y sus programas clientelares –ninis; discapacitados; y adultos mayores–.
A diferencia de todas las demás naciones afectadas por la pandemia, México se ha negado a aplicar medidas contracíclicas y adquirir financiamiento externo para estimular la demanda interna. Multitud de empresas pequeñas y medianas ya han cerrado para siempre. A lo que hay que sumar la exigencia presidencial del pago puntual de impuestos.
¿Cómo la ve estimado lector?
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Gracias Roberto
Usted critica a AMLO por centralizar “todas las compras” de los equipos para combatir el virus Covid19 pero en EEUU la prensa critica a Donald Trump por no centralizarla.
Usted critica a AMLO por exigir el pago puntual de los impuestos. Pero ignora la dependencia de los gobiernos municipales. Ellos no tienen ingresos propios. El impuesto predial sobre los bienes es tan bajo que no sostiene los gobiernos municipales. Hay que subir los impuestos prediales y bajar la IVA.