Organizaciones inteligentes, actores claves de la competitividad regional

Las organizaciones siempre han sido conscientes de la ventaja que representa disponer de datos, información y conocimientos adecuados en el momento oportuno, así como la desventaja que constituye la situación opuesta. Es por esto que en los últimos años las organizaciones han puesto especial atención en la oportunidad que representa la utilización del concepto de inteligencia para la búsqueda, tratamiento, análisis, distribución, comprensión, explotación, mantenimiento y protección de estos recursos de forma legal, en los procesos de toma de decisiones, así como su integración en la estrategia de las organizaciones.

Si miramos al pasado, encontraremos que el concepto de inteligencia no es nuevo, ya que el primer registro sobre el uso inteligente de datos, información y conocimientos data del año 400 a. C. y describe desde la visión de Sun Tzu cómo la utilización de estos recursos en el ámbito militar representa una ventaja clave para el éxito.

Sin embargo, la inteligencia ha ido evolucionado dejado de lado esa visión limitada del mundo militar y de la seguridad, para llegar a las organizaciones a mediados del siglo XX, cuando despierta el interés de las organizaciones por desarrollar estrategias basadas en el dominio del entorno y de las propias capacidades.

competitividad
Imagen: RPP.

Este interés por parte de las organizaciones comienza por desarrollarse en los ámbitos de la Administración y Dirección de Empresas, Mercadotecnia, Ciencias de la Información, Ingeniería, Informática, Prospectiva e Investigación de Operaciones, siendo los sectores industriales, particularmente, los más interesados en ello, por la ventaja que representa disponer de recursos de alto valor añadido en la consecución de sus estrategias.

Viendo esta situación, nos lleva a preguntarnos, ¿qué está haciendo mi organización en términos de inteligencia? O bien, ¿qué se está haciendo en mi región para favorecer el desarrollo de entornos inteligentes? Las respuestas son muy variables, especialmente en México, donde el valor a los datos, información y conocimientos aún no termina de permearse a las organizaciones públicas y privadas.

En este sentido, para terminar con esas preguntas, basta con ver cómo las organizaciones referentes a nivel internacional basan actualmente sus estrategias en procesos de decisión participativos, en los cuales, se utilizan grandes cantidades de datos, información y conocimientos, con la intención de poder establecer escenarios ajustados a la realidad, aunque esto pueda parecer imposible, después de ver lo que ha pasado con el COVID-19.

Sin embargo, la situación del COVID-19 es el doble refuerzo a la necesidad de promover entornos y organizaciones inteligentes, ya que, sin los recursos adecuados, resulta complicado identificar, desarrollar y desplegar acciones que nos permitan paliar este tipo de situaciones, o en su defecto, preverlas.

trabajo grupal
Ilustración: Ahlefeldt Laurvig.

Viendo todo lo anterior, resulta clave para la competitividad de las regiones establecer mecanismos que permitan el desarrollo de entornos y organizaciones inteligentes, participativas y comprometidas con la mejora de la competitividad local y regional, especialmente, cuando nos enfrentamos a escenarios en los cuales, el encadenamiento local, la promoción del talento y la innovación son claves para la supervivencia, no sólo del tejido empresarial, sino del propio tejido social.

Finalmente, es importante tener presente que el punto de partida no es exclusivamente la organización, ya que podemos ser nosotros mismos los responsables del cambio, buscando un mayor dominio del entorno, entendimiento de la realidad y el constante compromiso por el valor añadido desde nuestra posición, independientemente de si ésta es en una organización pública o privada, siempre y cuando seamos capaces de compartir y promover una cultura basada en los datos, información y conocimientos.

Levantemos la cabeza y miremos al futuro pensando en todo lo que necesitamos para ser y seguir siendo competitivos.

No duden en seguir haciéndome llegar sus comentarios y recomendaciones al correo electrónico ricardolopezrobles@outlook.com o vía Twitter a @rlopezrobles.


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