Origen de la marihuana

Todo problema tiene su historia. En el caso de la marihuana su origen es comúnmente inexplorada por la mayoría de sus detractores y sus defensores. Sus opiniones generalmente están permeadas por el llamado “espíritu de época” y los intereses predominantes del momento. Su existencia, al parecer, data de antes de la aparición del ser humano sobre la tierra y su uso se remonta a las más antiguas civilizaciones. Se tiene noticia que, en China, durante la excavación de una tumba, se encontró una pequeña taza de diez mil años de antigüedad, decorada con cáñamo, producto directo del cannabis. Posteriormente fue hallada en la civilización egipcia en las tumbas de los faraones Ramsés II y Amenofis IV, tanto en forma de polen, como en cuerdas de cáñamo. Hay también antecedentes documentados que fue usada para fines médicos y  religiosos en los albores de la humanidad. Papeles muy ancianos de nuestra evolución están elaborados con cáñamo, que contienen recetarios para diversas clases de enfermedades. El Pen Ts’ao Ching, antiguo libro de la cultura china, determina: “Si se toma durante un buen periodo de tiempo, la comunicación con los espíritus será posible y el cuerpo se volverá ligero”.

Pen Ts'ao Ching.
Imagen: Ancient Origins.

El cannabis –cuyas variedades principales son la índica, la sativa y la ruderalis– se originó en el norte de China, Siberia y Afganistán. Algunos otros lo ubican en las cordilleras del Himalaya. De allí pasó a la mayor parte de Asia y al hoy continente europeo. Prueba de lo anterior son los numerosos textos griegos y jeroglíficos egipcios en la que se alude a la misma. Durante siglos fue aprovechada en la fabricación de ropa, cordeles, velas para embarcaciones, lonas, productos de cáñamo, pinturas y barnices, además de usos medicinales, industriales, cosméticos y religiosos. Su satanización se inició el siglo XX, cuando fue denunciado como un psicotrópico nocivo y un mal que debía erradicarse de la sociedad. Existe una larga y pormenorizada historia del cannabis imposible de narrar por cuestiones de espacio, pero baste saber que, en Inglaterra y Estados Unidos, su siembra en algunos periodos fue obligatoria para los propietarios y poseedores de tierras de cultivo (la última se produjo en la Segunda Guerra Mundial para animar a los soldados a “alcanzar la victoria”). Se relata que Henry Ford, padre de la moderna industria automotriz, lo usó como combustible para no depender de la voracidad de las empresas petroleras y llegó a fabricar un auto de cáñamo que resistía rudos estacazos.

Muchas naciones occidentales iniciaron a principio del pasado siglo modificaciones legislativas que prohibían, restringían o controlaban el uso y consumo de los productos de esta planta. Pero, tal vez el golpe más rudo que recibió el cannabis fue en 1925, cuando el delegado egipcio lo denunció ante la Sociedad de las Naciones, predecesora de la ONU, como sustancia perniciosa y pidió se inscribiera como una droga nociva y perjudicial. A partir de entonces la Organización de Naciones Unidas ha mantenido, desde 1961, criterios que rechazan en forma contundente su prohibición, no obstante las voces defensoras de su despenalización, control, uso y aprovechamiento. México, se encuentra en la fase prohibicionista en estos momentos en que, contradictoriamente, conforme a su legislación, permite su consumo personal en cantidades de cinco gramos individualmente, y por otra, existe una guerra sin cuartel y sangrienta contra las drogas, que incluye la marihuana.

Campo de marihuana.
Fotografía: Ibero 90.9.

No se trata de hacer una loa del cannabis, sino de aportar y buscar información, que pueda despuntar un mejor análisis del asunto, un conocimiento más amplio y objetivo que sustente la toma de decisiones sobre uno de los temas más sensibles que causan mayor estrago social, máxime que miles de vidas se han perdido en enfrentamientos entre los grupos organizados dedicados al cultivo, posesión, venta y consumo, por una parte y, por la otra, las autoridades en todos sus niveles del poder constituido en México.

La búsqueda de soluciones efectivas y eficaces, inherentes a un proceso que quebranta la vida, la libertad, el principio de legalidad y los derechos humanos, es de la mayor trascendencia para la existencia social y política de una nación como la nuestra, que sueña con la esperanza de un México donde impere la justicia, la seguridad, el respeto irrestricto a los derechos humanos; así como a sus valores morales y culturales, desterrando la corrupción, la impunidad y el autoritarismo que prevalecen. Todo esfuerzo, individual o colectivo, estatal, privado o social, institucional o ciudadano, que permita una solución a nivel nacional e internacional, se levanta como un deber ineludible en los tiempos azarosos, inciertos y en muchos casos pervertidos, que se vive en este periodo de resistencias e incertidumbres.

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MARCO ANTONIO TÉLLEZ

MUY INTERESANTE SU ARTÍCULO LICENCIADO ELÍAS CÁRDENAS. POR ESE MOTIVO, MÁS INTERESANTE SERÍA NOS COMENTARA ¿CÓMO EL IMPERIO BRITÁNICO VENCIÓ AL IMPERIO CHINO, A TRAVÉS DE LA LLAMADA “GUERRA DEL OPIO” ? EN MI ÉPOCA SOLÍA ENSEÑARSE EN EL NIVEL BÁSICO DE SECUNDARIA.
SALUDOS

Mar Benítez

Muy interesante, buen aporte, nunca debemos quedarnos en lo inmediato. Más personas como usted, saludos!!!

Elías Cárdenas

El imperio británico logró vencer a China en las llamadas guerras del opio en virtud de que inundó el mercado chino de esa droga proveniente de la amapola, y así poder mantener una balanza de pagos equilibrada. Fue una guerra comercial entre ambos imperios. Inglaterra ganó el territorio de Hong Kong. Saludos Marco Antonio.

Elías Cárdenas

Gracias, Mar Benítez por tu comentario. Saludos.

CESAR

ME GUSTO MUCHO LA INFORMACION PRINCIPAL, SALUDOS.

Elías Cárdenas

Gracias César por tu comentario. Saludos.

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