Me pregunta un amigo durante la semana si habrá corrida de toros el domingo 22 de diciembre y el luego el próximo 29, le contestó que sí y me dice “¿Los festejos en la México no tienen vacaciones? “ Y le contestó que debido al reglamento taurino del Distrito Federal es imposible que la empresa que organiza los festejos taurinos, los suspenda antes de encadenar doce corridas obligatorias. Comenta “y que tiene que ver el gobierno del Distrito Federal en obligar a una empresa a organizar corridas que en los últimos años han sido para unos cuántos aficionados”
Lo que me comentó mi amigo, me lleva a reflexionar que efectivamente ya va siendo tiempo que tanto esa obligación como la de dar un número de festejos novilleriles determinado y en cierta fecha, desaparezca, para que exista mayor flexibilidad y la empresa que organiza los festejos en la capital que es la que invierte y en su momento pierde o gana, tuviera la libertad de ubicar cual es el mejor tiempo para presentar festejos taurinos.
Pero bueno, el caso es que el festejo del 22 de diciembre se celebró y el torero que mejor aprovechó la oportunidad con el encierro tlaxcalteca de Rancho Seco fue el torero salmantino Eduardo Gallo, quién encontró en acortar las distancias la fórmula para obtener una merecida oreja y luego en su segundo, después de una faena emotiva dio una vuelta al ruedo, protestada. Eduardo viene de una temporada española en la que como muchos de sus paisanos poco toreo y quiere en México encontrar mayor continuidad que, con actuaciones como la reciente, pudiera hacerlo.
Por su parte el saldo para Israel Téllez y para Angelino de Arriaga con toros justos de presentación de Rancho Seco fue magro, Israel tuvo poca suerte en el sorteo y tal vez por eso se le notó desangelado. Angelino con el más potable, el tercero, nombrado Regocijo fue de más a menos para terminar por escuchar protestas por ese hecho, al principio de la faena, escuchaba signos de aprobación que luego, se tornaron en manifestaciones de desagrado.
Por otra parte, en tiempos recientes el subalterno Juan Ramón Saldaña, se viene luciendo al bregar con el capote y con las banderillas, en el primer turno que le correspondió a las órdenes de Angelino de Arriaga corrió a una mano al astado para escuchar algunos aplausos, pero el toreo da y quita, en el segundo turno con el sexto de la tarde, de nombre Pastorcito (un astado incierto con cierto genio) le propinó una cornada en el glúteo derecho después de colocarle un par de banderillas. Al culminar la suerte, el toro le persiguió y contra las tablas lo remató para proyectarlo contra los maderos e impactar a Juan Ramón de manera violenta con la cabeza.
El toro es así, da y quita. Ojala y Juan Ramón se recupere prontamente de sus lesiones que entendemos fueron varias además de la cornada.
Y para rematar, con ilusión asistiremos a la corrida del domingo próximo en dónde se lidiará un encierro de De Haro hoy a cargo de los hijos del inolvidable Don Manuel y que acostumbran como adjetivo la presentación impecable y en el comportamiento, un balance de fiereza y nobleza que pudiera, combinada, producir la bravura emotiva que tanto extrañamos.
Para torear la corrida de De Haro vienen Federico Pizarro, el colombiano Ricardo Rivera y el michoacano Pepe López, ya les estaremos platicando ¡Por lo pronto, feliz navidad!