Pareciera que la SCT no ve en lo que haga o deje de hacer el IFETEL una contribución a sus responsabilidades.
Ciudad de México.- Hoy las telecomunicaciones están definidas por la convergencia tecnológica y más que nunca el nombre del juego para los reguladores es lograr un terreno competitivo para el desarrollo de más y mejor infraestructura de banda ancha. Sin embargo, el IFETEL sigue sin definir sus objetivos con claridad. Cada resolución que emite no obedece a una narrativa clara y contundente.
La reciente definición del órgano regulador respecto a la TV de Paga y la no dominancia de Televisa, pareciera ser una primera acción en torno a una visión convergente, sin embargo esta sólo es la primera de varias acciones que tiene que llevar a cabo para convencer a propios y extraños que entiende que sólo desagregando el poder monopólico que ostenta América Móvil podrá haber espacio para canalizar nueva inversión para infraestructura de banda ancha.
El IFETEL presenta retos importantes para mostrar su compromiso con una nueva narrativa. Tanto la autorización a América Móvil para comercializar TV de Paga (ya lo hace de facto con Claro TV) , como la desagregación de su red de par de cobre, son puntos de inflexión de su compromiso con una agenda de desarrollo nacional, al ser la entidad responsable de aportar los elementos necesarios para contar con una red de banda ancha que contribuya a la transformación del país.
Por su parte, la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) y particularmente la Subsecretaria Mónica Aspe, tienen que mostrar su compromiso con la construcción de una infraestructura de banda ancha del país. Al momento, la SCT se ha limitado a anunciar programas como México Conectado y la Red Compartida, los cuales se enmarcan en visiones de políticas de acceso universal pre convergencia. Dado lo anterior, son necesarias políticas públicas encaminadas a desarrollar infraestructura dinámica de telecomunicaciones para atender la demanda por servicios de banda ancha creciente.
Hasta el momento, la SCT no se ha pronunciado sobre un “Plan Nacional de Banda Ancha” o algo similar que tome en cuenta el trabajo del IFETEL. Pareciera que la SCT no ve en lo que haga o deje de hacer el IFETEL una contribución a sus responsabilidades. Es difícil creer que la SCT piense que el permitirle a América Móvil ofrecer TV de Paga, y a no desagregar su red de cobre, son eventos exógenos al desarrollo de las telecomunicaciones y particularmente con la inversión en infraestructura de banda ancha.
Es posible que la SCT y el IFETEL comulguen con el mensaje central de la reciente campaña de comunicación que ha lanzado el gobierno federal en donde se presume que el gran resultado de la reforma de telecomunicaciones es haber acabado con el cobro de las llamadas de larga distancia. Si ese es el gran logro de la actual administración en esta materia, estamos en grandes problemas.