Parece que OCESA calibra (de nuevo) sus esquemas de producción y difusión. Después del lamentable descalabro financiero de “Mary Poppins” todos los ejecutivos planean acercar las obras a la gente adecuada, es decir, aquélla interesada en el teatro y capaz de pagar una considerable cantidad de dinero por un boleto. Por esta razón construyen nuevos foros, reajustan horarios y hasta rotan montajes por diferentes zonas de la ciudad.
El último gran proyecto por el que esta empresa apostó es “Agonía y éxtasis de Steve Jobs”. Lo escribe Mike Daisey y toda la publicidad promete un espectáculo donde se entrelaza la vida de Steve Jobs y el impacto social de la revolución tecnológica. Y, lo que yo pude ver aquí, es cómo la reestructuración financiera de OCESA afecta el desarrollo escénico de sus proyectos.
Y en cierta medida me parece lógico lo que pasa: la calibración se hace a prueba y error. Es difícil llevar gente al teatro por múltiples razones, desde la oferta mediática hasta mentes obstinadas del medio incapaces de reconocer el valor del público, pero es más difícil aún cuando no existen estrategias claras y precisas. OCESA en pro de esta claridad y precisión se puede perder en el camino, puede afectar momentáneamente sus obras.
“Agonía y éxtasis de Steve Jobs” es un monólogo, por momentos stand-up y por otros cabaret, donde un aficionado de la tecnología se da cuenta de todos los abusos que sufren los obreros de Apple; trata de ser una crítica al capitalismo neoliberal, a la “nueva esclavitud” promovida por las grandes empresas, a las injusticias laborales frente a esquemas financieros poderosos.
El primer problema de la obra surge cuando no hay una premisa clara. Al final no sabes si este geek está a favor de la tecnología a pesar de la explotación humana o si logró tomar conciencia de las atrocidades para repudiar la adoración frenética por una máquina de Apple. Todo está a medias; parece el recuento desestructurado de varias conferencias académicas sobre lo asfixiante de una práctica capitalista como el emporio de Jobs.
Todo el lenguaje, todas las referencias y hasta el mismo protagonista sólo producen sentido en un público joven. Y aquí es muy evidente cómo las decisiones corporativas afectan a la parte escénica: “Agonía y éxtasis de Steve Jobs” no puede presentarse en un lugar como el foro del Hotel NH donde sus asistentes, en la mayoría, superan los 35 años de edad.
La estrategia de producción de esta obra necesita revisarse porque, a pesar de no tener una premisa clara, el espectáculo busca poner el foco en el lado oscuro de la industria de las computadoras y el sector informático para que los jóvenes, quiero creer, se involucren con el tema y tomen una decisión al respecto.
Por otro lado, para el público adulto el montaje se reduce a anécdotas medianamente chistosas y perturbadoras de Apple y del uso personal de la tecnología. El teatro del hotel NH está bien para “Los monólogos de la vagina” pero está descontextualizado para “Agonía y éxtasis de Steve Jobs”.
OCESA quiere atraer más público, tener más entradas de dinero para impulsar y sostener varios espectáculos y piensan que como varios de sus proyectos han sido exitosos en este lugar lo mismo pasará con el monólogo de Mike Daisey, sin embargo, este montaje demandará tarde o temprano otro tipo de audiencia. Y peor aún cuando tiene funciones en días tan difíciles como los lunes, martes y domingos.
El espectáculo es dirigido por Claudia Romero. Ella es una mujer que sabe mucho de teatro y tiene un gusto exquisito para la escena. Logra poner en pie este texto con un ritmo vertiginoso y una atmósfera lúdica. Es una decisión atinada dejar sólo al actor con sus recursos para reconstruir en cada función la historia de este geek sin distractores o elementos sobrados.
Contadas ocasiones utiliza una pantalla donde el actor puede jugar con varias rutinas físicas o puede situar al público en un lugar. Es la primera vez que veo, en mucho tiempo, un uso justo de los elementos multimedia. Nada sobra ni estorba en la pantalla. Agradezco cómo Romero pone su atención en hacer teatro y rescatar elementos de otros lenguajes para lograr el objetivo.
Alfonso Dosal, como el protagonista del monólogo, hace un trabajo formidable. Sin dudarlo después de cada función baja tres kilos: la demanda energética es brutal. Lo más impactante de su creación es cómo tiene claras todas las transiciones del personaje y eso nos conecta con él a pesar de una anécdota débil desde el texto.
Dosal aprovecha cada palabra, cada línea y cada intención para hacer una de las interpretaciones más entrañables de lo que va del 2013. Estoy seguro que mejora todo lo escrito por Daisey. El aspecto actoral es a prueba de balas: Dosal tiene el entrenamiento físico y el peso escénico para sostener esta obra solo.
“Agonía y éxtasis de Steve Jobs” sería la sensación con un público más joven; para los adultos es un espectáculo con pocos elementos para llegar a la denuncia buscada por el autor .
OCESA debe reubicar en otro teatro el montaje para causar gran impacto y convocar mayor audiencia a pesar de ser un espectáculo con irregularidades en la dramaturgia. Sólo espero que lo puedan lograr en los tiempos adecuados y saludables para la parte escénica y la producción, a pesar de la reestructuración corporativa.
“Agonía y éxtasis de Steve Jobs”
Autor: Mike Daisey
Dirección: Claudia Romero
Teatro del Hotel NH (Liverpool 155, colonia Juárez, Zona Rosa)
Domingos 16:30 y 18:30 hrs., lunes y martes 20:00 hrs.