Después de que el PRI allanara el camino para que no militantes se postularan como candidatos presidenciales en 2018, el nombre de José Meade fue el primero en retumbar en los pasillos del partido; sin embargo, de ser así, deberá enfrentar retos que no le harán fácil su camino a Los Pinos.
Recientemente la Asamblea General del PRI aprobó retirar los candados en sus estatutos para abrir la posibilidad a que personas sin militancia se postulen como candidatos presidenciales dentro de sus filas. La medida fue leída de inmediato como un movimiento para permitir que el secretario de Hacienda, José Antonio Meade, pueda convertirse en el abanderado presidencial del PRI en las elecciones del próximo año.
Los expertos consideran que el secretario de Hacienda podría convertirse en el perfecto candidato para el Revolucionario Institucional, ya que representa una cara fresca, que se deslinda de los actuales escándalos de corrupción que han llevado al partido en el poder a una de sus mayores crisis.
Sin embargo, no todo será fácil para José Antonio Meade. Al interior del PRI, su posible postulación sigue siendo una decisión controvertida que ha causado molestia a más de uno.
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El PRI No es un taxi
Una de las críticas más sonoras fue la realizada por Manlio Fabio Beltrones, quien aseguró al diario Reforma que la eliminación de candados no es una opción para retener el poder.
“El partido no puede seguir siendo un taxi que traslade de un lugar a otro a personas que no tengamos la seguridad que van a cumplir con la obligación del partido, porque después es el partido el que sale raspado”, aseguró Beltrones, quien intentó junto a otros priistas que los candados no se eliminarán.
Además de la polémica al interior del PRI, los candados abiertos en los estatutos podrían hacer que la elección de candidato presidencial no sea nada fácil para Meade. Según destaca un análisis de Nación 321, la competencia entre posibles candidatos externos sería tanto o más fuerte que la interna.
La competencia externa
Aunque por el momento no hay nada seguro, la posibilidad de que cualquier persona con trayectoria reconocida pueda ser invitada a participar con el PRI ha llevado a muchos a tener en mente a Juan Ramón de la Fuente, el exrector de la UNAM.
De la Fuente no pertenece a ninguna fuerza política, pero mantiene una excelente relación con personajes vinculados a todos los partidos políticos, además de haber sido secretario de Salud durante el sexenio de Ernesto Zedillo.
Otro potencial candidato podría ser Miguel Ángel Mancera. Por extraño que parezca, el jefe de Gobierno capitalino no pertenece a ningún partido político, por lo que, al menos en teoría, podría competir sin ningún problema al lado del PRI.
Rosario Robles, ex militante del PRD, y posterior aliada de Enrique Peña Nieto (además de exjefa de Gobierno capitalina) también ha sido nombrada como un posible aspirante a la presidencia.
Hasta hace poco una figura descartada a menos que se realizará una alianza partidista, Manuel Velazco, gobernador de Chiapas y militante del Partido Verde Ecologista, también podría convertirse en un rival para el secretario de Hacienda.
Por último, Jaime Rodríguez Calderón, El Bronco, gobernador independiente de Nuevo León podría sumarse al proyecto del PRI, partido al que no es ajeno, pues estuvo afiliado a dicha fuerza política durante 33 años.
La competencia dentro del PRI
Dentro de las filas del Revolucionario Institucional, el secretario de Hacienda se enfrenta a alguno pesos pesados del gabinete del presidente Enrique Peña Nieto.
Aurelio Nuño, actual secretario de Educación tiene más de 10 años como militante del PRI y una relación estrecha con el presidente, por lo que permanece como una opción fuerte para la candidatura presidencial en 2018.
Lo mismo ocurre con Luis Videgaray Caso, amigo personal de Peña Nieto, con quien ha colaborado estrechamente desde que el segundo era gobernador del Estado de México. Videgaray actualmente ocupa el cargo de secretario de Relaciones Exteriores y tiene más de 10 años de militancia en el PRI.
Miguel Ángel Osorio Chong, exgobernador de Hidalgo y secretario de Gobernación de Peña Nieto es uno de los favoritos en las encuestas hechas a priistas. Es de los de mayor trayectoria en el PRI, pues ha militado en ese partido desde hace 26 años.
El de trayectoria más larga en el PRI, el actual secretario de Salud y exrector de la UNAM, José Narro ha sido considerado por una facción importante dentro del tricolor, debido a su trayectoria al frente de la máxima casa de estudios y a que se ha mantenido alejado de los escándalos.
Por último, Eruviel Ávila, todavía gobernador del Estado de México, podría ser un fuerte rival de Meade, debido a su fuerte relación con personajes importantes del PRI y a su fuerte base de apoyo entre militantes del partido.
De los mencionados, ni un externo sería competencia. De los internos, Manlio, Osorio y Nuño… Los tres podrían tener hueso grande en sexenio que sigue. Y ya… planchadito el asunto.