Organizaciones sociales y legisladores apoyan la propuesta para incrementar el impuesto a bebidas azucaradas de uno a 2 pesos por litro.
Ciudad de México.- Integrantes de organizaciones sociales y legisladores se han manifestado a favor de una propuesta para que el impuesto a las bebidas azucaradas aumente a 2 pesos por litro, en lugar del peso que se cobra a partir de este año.
Tan sólo en lo que va de 2014, con el Impuesto Especial sobre Producción y Servicios (IEPS) se han recaudado 12 mil 400 millones de pesos, producto del gravamen de un peso por litro a las bebidas saborizadas, así como a los concentrados, polvos, jarabes, esencias o extractos de sabores, que contengan cualquier tipo de azúcares añadidas.
Sin embargo, El Poder del Consumidor y el diputado Fernando Zárate Salgado consideraron que la recaudación es insuficiente para desincentivar el consumo de refrescos a los índices que se necesita para reducir la obesidad y enfermedades que se derivan de la misma en el país.
Zárate Salgado presentó el pasado jueves 9 de octubre una iniciativa para reformar el artículo 2º de la ley del IEPS que propone que la contribución aumente de 1.00 a 2.00 pesos por litro para lograr un mayor impacto en la reducción de consumo.
El diputado federal del PRD argumenta su propuesta aludiendo a las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que señalan que un impuesto de este tipo deber ser de por lo menos un 20 por ciento, como estándar internacional para tener un impacto efectivo en el consumo.
En tanto, Alejandro Calvillo, de El Poder del Consumidor, señaló que a pesar de que en el primer trimestre de 2014 se redujo diez por ciento el consumo de bebidas azucaradas, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Obesidad y que, en el mismo periodo se produjo un incremento en el consumo de agua embotellada de trece por ciento, no es suficiente.
De acuerdo con Zárate Salgado, con esta medida se obtendría mayores beneficios a los 12 mil 400 mil millones de pesos estimados por la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para 2014.
Destaca que un análisis económico realizado por el Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), señala un impuesto de este nivel ayudaría a disminuir el consumo de estos productos de 163 litros por persona al año a 121 litros, en 26% aproximadamente.
Por su parte, Calvillo explicó de no reforzarse el impuesto éste podría perder su impacto a futuro, señaló que las grandes marcas han generado estrategias de mercado en busca de contrarrestar el impacto del impuesto a las bebidas azucaradas, que ha incidido en un menor consumo, e incluso en la concientización de las personas.
En ese sentido, al rescatar los resultados de la encuesta para los primeros tres meses del año, resiste ante los embates publicitarios que emprendieron las grandes empresas productoras de bebidas.
“Vamos a ver cómo resulta al final del año, qué tanto el impuesto resiste los embates comerciales, pero si no lo resiste habrá que incrementar el impuesto a lo que nosotros queríamos que era 20% y no el 10%, de mandar una política todavía más dura”, señaló.
Cabe destacar que de acuerdo con la Alianza por la Salud Alimentaria (ASA), en México el consumo de refrescos y bebidas azucaradas ocupa el tercer lugar entre las principales causas de la obesidad, avanzando dos puntos con respecto a 2013, en donde quedó en quinto.