Los gobiernos de México y Turquía firmaron acuerdos en materia de desarrollo y patrimonio cultural; el presidente turco felicitó las reformas estructurales.
Ciudad de México (elsemanario.com).- Por primer a vez en la historia de México, el titular del gobierno de la República de Turquía viene de visita oficial el país. Esta mañana el presidente Enrique Peña Nieto dio la bienvenida al presidente turco, Recep Tayyip Erdoğan, en Palacio Nacional.
Después de que la banda militar ejecutara los himnos de ambas naciones, se llevó a cabo la presentación de la comitiva turca, así como del gabinete mexicano entre ambos mandatarios. Posteriormente, el presidente Tayyip Erdoğan pasó revista a las tropas de honor que fueron designadas para su escolta. Posteriormente, sostuvieron una reunión privada.
Los mandatarios mexicano y turco fueron acompañados de sus esposas, Angélica Rivera y Emine Erdoğan, respectivamente.
Firma de acuerdos
Posteriormente, se llevó a cabo la firma de tres acuerdos entre los ministros y secretarios. En primer lugar, el secretario de Relaciones Exteriores, José Antonio Meade Kuribreña, y el ministro de Asuntos Exteriores de Turquía, Mevlüt Çavuşoğlu, firmaron la Declaración Conjunta sobre Cooperación para el Desarrollo. Después el Memorándum de Entendimiento sobre Cooperación en materia de Arqueología, Antropología, Protección y Preservación del Patrimonio Cultural fue firmado por el secretario de Educación Pública, Emilio Chuayffet Chemor, y el ministro de Cultura y Turismo turco, Ömer Çelik. Este último también signó el Programa específico de Cooperación 2015-2016, que por México fue ratificado por la secretaria de Turismo, Claudia Ruiz Massieu Salinas.
En sus palabras, Peña Nieto recordó los acuerdos que se sostuvieron en 2013, cuando él fue quien visitó Turquía. Informó que en los últimos años el comercio entre ambos países ha crecido doscientos por ciento, alcanzando un flujo de 5 billones de dólares. Además se debe aprovechar la experiencia turística, puesto que ambas naciones son de los destinos más importantes para turistas en todo el mundo.
México edificará un consulado en la ciudad de Estambul y de igual forma Turquía tendrá oficinas en el país para atender los esfuerzos de cooperación con toda América Latina. Por otra parte, se establecerá un proyecto conjunto de ciencia e investigación. También se llevará al país de Erdoğan la exposición titulada “Mayas: el lenguaje de la belleza”.
Más tarde, en la comida de honor dedicada al mandatario turco, Peña Nieto recordó que desde principios del siglo XX las relaciones entre ambos pueblos no han cesado, debido a la migración que en esos años se dio del Imperio Otomano hacia México. Desde esas fechas, aseguró que Turquía ha sufrido muchos cambios, especialmente ante la figura del primer presidente turco, quien anteriormente había fungido como primero ministro.
Erdoğan puso en marcha la primera constitución e instauró el voto femenino en su país. Turquía se transformó a través de sus instituciones políticas, teniendo que combatir viejas estructuras que obstaculizaban los esfuerzos del pueblo y del gobierno por la modernización y un desarrollo sostenido, declaró Peña Nieto. Esta historia de Turquía la comparó con la situación actual del país.
“Ninguna nación del mundo ha alcanzado la prosperidad y su desarrollo por accidente. Un país tiene que tomar acciones decididas, hacer cambios de fondo y remover las barreras que limitan el bienestar de su gente”, dijo el presidente mexicano. Y reiteró que toda reforma genera resistencia.
Por su parte, el presidente de Turquía felicitó al gobierno mexicano porque las reformas estructurales puestas en marcha durante este sexenio han concluido de buena forma. Aseguró que con estas decisiones políticas México ha dado pasos gigantescos en todos los rubros del gobierno. Afirmó que México y Turquía son parecidos en este sentido, y sus economías dinámicas deberían colocarlos dentro de los 10 primeros lugares a nivel mundial.
Erdoğan instó a que se realice cuanto antes el Tratado de Libre Comercio entre ambas naciones, puesto que es su responsabilidad como países desarrollados.