La Comisión Central para la Inspección de la Disciplina en China, informa que dos millones de funcionarios de menor rango han sido sancionados desde 2012 a la fecha.
Inició en 2012, la campaña anti corrupción promovida por el presidente chino, Xi Jinping, que ha sido calificada por sus detractores como una de las mayores purgas dentro del Partido Comunista, al frente del gobierno en China.
En 2012, tras asumir el cargo como presidente, Jinping, ha estado al frente de esta despiadada campaña que ha culminado como más de 170 ministros y altos oficiales, entre ellos un viceministro, han sido despedidos e incluso varios de ellos han terminado en la cárcel.
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Los cargos de los que se acusa a estos funcionarios abarcan corrupción, mal comportamiento y transgresión de la disciplina del partido, entre otros.
El origen de la purga en China
¿Pero qué hay detrás de la intensa cacería de funcionarios “corruptos” en China que inició en 2012? A principios de octubre, la Comisión Central para la Inspección de la Disciplina en China, dio a conocer que alrededor de dos millones de funcionarios de menor rango han sido sancionados desde 2012 a la fecha.
Esta campaña data del XVIII Congreso del Partido Comunista de China (PCC), efectuado en noviembre de 2012, y que inició una campaña anticorrupción que ha afectado a más de un millón de trabajadores municipales y 648.000 rurales, además de un aproximado de 70.000 funcionarios del nivel distrital; todos investigados por corrupción.
La llamada “gran purga” ha alcanzado a los más altos puestos de la cúpula del poder en China, y de acuerdo con los detractores de la misma, la intención del presidente chino es eliminar a todos sus rivales políticos y lograr consolidar a un nuevo equipo de líderes que le permita a Xi Jinping atrincherar su poder.
Y es que, destaca la BBC, desde que llegó al poder, varios de sus aliados más cercanos han logrado importantes ascensos. Además, el polémico líder chino es señalado por supuestamente fomentar el culto a su personalidad, y ejercer una cacería en contra de altos cargos que apoyaban a sus oponentes o a antiguos mandatarios como Jiang y Hu.
Pero también existen miles de chinos que consideran que la campaña anticorrupción del presidente es una medida más que necesaria para volver a legitimar al Partido Socialista, que en años recientes se vio envuelto en una serie de escándalos por los abusos de varios de sus integrantes.
Con información de BBC