Nueva York, EU.- La aprobación de la reforma energética ha llamado la atención internacional e incluso el diario estadounidense The New York Times señaló que el presidente, Enrique Peña Nieto, en lo que podría ser el mayor cambio económico en dos décadas, volvió a escribir la Constitución para abrir la industria del petróleo, el gas y la electricidad de México a la inversión privada.
“Un movimiento provocativo que podría sacudir la industria energética estadounidense”, advierte el diario.
A decir del NYT, por tratarse de un activo controlando y equiparado con la soberanía y el orgullo nacional, el plan ha desatado un acalorado debate.
“Pero si bien las manifestaciones ayudaron a frustrar la apertura de la industria en 2008, no han sido eficaces en esta ocasión. Ambas Cámaras del Congreso han puesto la legislación en una vía rápida para su aprobación”, detalla el periódico.
“El objetivo declarado de la propuesta es estimular la producción de petróleo de México y llevar al país al mundo desarrollado.
“Las compañías petroleras extranjeras han querido durante mucho tiempo, tener acceso al petróleo de México y han cabildeado en silencio con el gobierno su apertura durante años, mientras que Pemex es conocida por la ineficiencia en el mejor y la corrupción en el peor de los casos”, señala el periódico.
Según cita el artículo (“Mexico’s Pride, Its Oil, May Reopen to Big Multinationals”), las encuestas de opinión sugieren que los mexicanos están cada vez más impacientes con la agenda del presidente Peña Nieto y aún no sienten beneficios de esta, ya que el crecimiento económico se ha desacelerado y la violencia que él se comprometió abordar persiste en gran medida y sin control.
De acuerdo al NYT, Peña Nieto confía en que un cambio en las políticas energéticas inyectará nueva vida a la economía.
“El petróleo tiene un poder simbólico en México que no tiene en todos los países del petróleo”, dijo Noel Maurer, un economista político de Harvard Business School.
“México ha construido mitologías nacionales como la de el petróleo es nuestro. (Su apertura a la IP) s como un problema de la quema de banderas”, adviertió el especialista al diario.