El asistencialismo parece que terminará por desvanecerse, pues la apuesta estará en medidas económicas que nutran proyectos federales en activo, tras la depuración de programas planteada en el Presupuesto de Egresos 2016.
Ciudad de México.- La apuesta social dentro del Decálogo propuesto por el presidente Enrique Peña Nieto para la segunda mitad del sexenio, parece que desvanecerá el concepto de asistencialismo y se pensará en el diseño de modelos económicos, que permitan fondear los proyectos federales, mismos que permanecerán tras la publicación del Proyecto de Egresos 2016, aunque al momento de publicación de esta nota, no se tiene confirmado cuáles serán estos.
Incluso el propio presidente Peña Nieto lo dejó patentado en su pasado Tercer Informe de Gobierno, donde reconoció en discurso, que se está transformando la política social, focalizando sus acciones hacia quienes más lo necesitan; de esta manera, dijo, se está
evolucionando de una política meramente asistencialista, a otra que combate la pobreza a partir de un impulso a la productividad”.
En cuanto a los proyectos que permanecerán tras la depuración por ajuste presupuestal y que quedarán plasmados en el Presupuesto de Egresos 2016, pasarán de 47 a 37, según una revisión hecha al Proceso de Programación y Presupuestación 2016, por Rogelio Gómez Hermosillo, coordinador de Acción Ciudadana Frente a la Pobreza.
A decir de Gómez, se identificaron 47 programas en el Presupuesto 2015, etiquetados con 124 mil millones de pesos, los cuales, asegura en entrevista para El Semanario, no están siendo efectivos para su objetivo, que es la inclusión económica y la mejora en la capacidad productiva.
Para el especialista en la implementación de acciones contra la pobreza y desigualdad en México, la manera en que se deben de impulsar programas, dentro de un esquema de reducción en el gasto federal, debe plantear un programa serio, que fomente la capacidad productiva y la creación de empresas sociales, tanto en zonas rurales como urbanas.
En tono con la propuesta del mandatario, quien busca mayores medidas económicas con las cuales se puedan generar recursos para mantener en operación los proyectos federales, Gómez Hermosillo asegura que se requieren cambios de fondo en las políticas económicas, para tener resultados con este enfoque.
El especialista en acciones contra la pobreza es contundente en señalar, que no basta pretender que los programas sociales enfrenten la pobreza y desigualdad, por el contrario, dice, los datos muestran que no son suficientes, hecho que ejemplifica con la Cruzada Contra el Hambre, de la que asegura, no se trató de una medida efectiva, porque aumentaron la personas en pobreza alimentaria.
Y es que datos del Módulo de Condiciones Sociales (MCS) de la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares, ENIGH (2012 y 2014), del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que fueron consultados por Acción Ciudadana, revelan que entre 2012 y 2014, la pobreza extrema por alimentación se incrementó de 7.01 millones de personas en 2012 a 7.14 en 2014, es decir, 130 mil más mexicanos se encuentran en esta condición.
¿Qué pasa con Pensión para Adultos Mayores?
Existe la posibilidad de mejora en programas como el de Pensión para Adultos Mayores, mientras que Gómez advierte que algunos, como los que opera la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa) deban desaparecer.
El programa de Pensión para Adultos Mayores registró una serie de irregularidades en la ejecución de su pago, sin embargo, Gómez reconoce que esto se debe a que el padrón se nutrió con adultos mayores que se encontraban pensionados por alguna institución de seguridad social, cuando el programa solamente está dirigidos para personas que no cuentan con ningún tipo de pensión.
“Estos programas no se deberían de cortar, deben de mantenerse su cobertura aunque esto es difícil (…) la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó para 2013, solamente 90 mil casos con pensión y que además recibían el apoyo federal”, explica Gómez cuando recuerda que el levantamiento del padrón para apuntar a los adultos mayores en este programa se hizo mal, debido a la falta de un padrón único que consiste en un registro de la población que recibe ayuda y que se integra por variables como nivel socioeconómico, nivel educativo, edad, condiciones de los integrantes de la familia.
Si bien la asistencia social debe de ajustar programas como la Pensión al Adulto Mayor, hay otros en dependencias como la Sagarpa, dice Gómez, que deben desaparecer y enlista:
- Programa de Comercialización y Desarrollo de Mercados, que cuenta con recursos por doce mil millones de pesos.
- Programa de Productividad y Competitividad Agroalimentaria, etiquetado con seis mil 400 mdp.
- Concurrencia con las Entidades Federativas, etiquetado con cuatro mil 700 mdp.
Al respecto, el especialista aseguró
Son ejemplos de programas que salen mal evaluados y canalizan sus recursos a los grandes productores. Son regresivos y no se justifican en un contexto de prioridad presupuestal”.
Por Octavio N. Cervantes.