Imprecisión de la PGR por incompetencia, dolo o ambas: académico

Académico de la UNAM agrega nuevos cuestionamientos a los resultados de la PGR sobre normalistas: hay imprecisiones que deben esclarecerse.

Ciudad de México (elsemanario.com).- Ante las discusiones generadas en las últimas semanas en torno al expediente de la Procuraduría General de la República (PGR) sobre la desaparición forzada e incineración de estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa, Guerrero, un académico de la Facultad de Filosofía y Letras agrega a las imprecisiones que abundan en la versión oficial. “Sin duda, uno de los rasgos que éstos destacarán es su imprecisión. Imprecisión por incompetencia, dolo o por ambas cosas, pero imprecisión a fin de cuentas.”

El doctor Bernardo Ibarrola publicó un texto, en el portal elpresentedelpasado.com, en que evidencia otros puntos en que la “verdad histórica” de Jesús Murillo Karam parece no sostenerse. Siendo parte del Colegio de Historia, sus críticas se centran no en el análisis criminalístico como el realizado por el Equipo Argentino de Antropólogos Forenses (EAAF), sino en la crítica hacia razones más de índole social y política, incluso de lógica.

¿Por qué incinerar toda prueba del crimen?

Uno de los puntos que aborda Ibarrola es el de la incineración de los cuerpos de los normalistas. Esta teoría de la PGR, que ya ha sido cuestionada por especialistas desde la ciencia forense, también presenta otro vacío importante: no se sabe por qué los criminales pusieron tanto ahínco en la desaparición de rastros del delito. El historiador escribe “La motivación que no se explica es la que llevó a desaparecer sus cadáveres con tal ahínco. En México, sólo dos de cada cien homicidios dan lugar a una condena. Por lo eso las mafias llevan años resolviendo sus asuntos a balazos y por lo menos una década utilizando cadáveres como portadores de mensajes e instrumentos de propaganda”.

Cuando no son utilizados como instrumentos comunicativos, las mafias tiran los cadáveres en fosas. Esto, aunado a la impunidad, hace que se cuestione “¿Por qué hacer desaparecer, como si se tratara de una consigna bíblica, todo rastro del paso de estos jóvenes por el mundo?”. Por último, si era tal la necesidad de desaparecer cualquier evidencia, la facilidad con que algunos implicados atestiguaron este hecho hace que surjan mayores dudas. Ni en las versiones oficiales, testimonios, ni en medios se ha intentado esclarecer este asunto.

Un grupo de matones con herramientas que rebasan los avances en ciencia forense

Sobre el tema de las pruebas forenses, la experiencia, los reportes de especialistas y la versión de Murillo Karam tampoco cuadran. En primer lugar está la capacidad de haber generado en un corto lapso de tiempo y con los medios disponibles a los criminales de borrar en su totalidad cualquier prueba que pudiera esclarecer los hechos en el basurero de Cocula, y no sólo mediante el testimonio de los responsables.

“Las ciencias forenses ha experimentado progresos casi tan espectaculares como la medicina. Así se ha logrado localizar e identificar cadáveres desaparecidos por las dictaduras de Centro y Sudamérica —verdaderas maquinas de desaparición y muerte, que contaban con todos los recursos de sus gobiernos— aun décadas después de cometidos los crímenes. En cambio, la célula de matones dirigida por el Cepillo consiguió, en menos de 24 horas y sin motivo aparente, borrar de la faz de la Tierra todo rastro de 42 personas: ropa, relojes, calzado, teléfonos celulares, esposas de acero, cabellos, uñas, sangre de más de cuarenta personas […] O el Cepillo y su equipo son sencillamente magistrales y se sucedieron una serie enorme de casualidades, o esto es falso”.

Del informe final presentado por Murillo Karam, afirma, lo único que se puede desprender es que no cuentan con ninguna evidencia aparte de las confesiones, convirtiendo en “necesidad algo que sólo es una posibilidad”.

Se puede verificar o negar la teoría de la pira mediante experimento

Una de las objeciones sobre la teoría de la cremación en el basurero de Cocula es que para que se hayan generado las condiciones suficientes, las que se anuncian en la versión de la PGR, se requiere de una conjunción de factores que difícilmente podrían reunirse. La antropóloga forense Lorena Caballero afirmó que es posible, pero que hasta el momento no se tiene documentado una experiencia similar.

Ante ello, Ibarrola finaliza proponiendo que se esclarezca esta posibilidad mediante una simulación de la cremación, en un sitio con características similares y con materiales que asemejen a la evidencia que se declara perdida por fuego. Un experimento de este tipo podría esclarecer la validez de la teoría de la PGR. El resultado de ello apoyaría la versión oficial o daría un duro golpe al expediente, tras lo cual se necesitaría reestructurarlo.

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