La mañana del 4 de enero se conoció el rechazo, por parte de una jueza británica, de la extradición de Julian Assange a Estados Unidos, la funcionaria apuntó que el motivo de su decisión de derivó del estado mental actual del fundador del portal WikiLeaks.
En abril de 2019 Julian fue arrestado por la policía Metropolitana de Londres en las afueras de la embajada ecuatoriana en el país británico y encerrado en la prisión Belmarsh de máxima seguridad, luego de que el presidente de la nación sudamericana, Lenín Moreno le revocará el asilo.
Assange vivía desde 2012 bajo esta condición de asilado que le otorgó el entonces presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien, en un momento, también le había ofrecido la nacionalidad ecuatoriana con el objetivo de protegerlo.
El gobierno ecuatoriano le otorgó esta condición a Assange luego de que la Corte Suprema del Reino Unido rechazó su extradición a Suecia, nación que hizo esta solicitud por presuntos cargos de agresión sexual contra el australiano y donde, posteriormente, hubiese sido extraditado a Estados Unidos.
Assange ha vivido sus últimos 10 años tratando de protegerse del asedio norteamericano, quienes han buscado en repetidas oportunidades poderlo llevar a tierras estadounidenses, por ¨delitos informáticos¨ que derivaron en la publicación de documentos clasificados y diplomáticos del gobierno de Estados Unidos.
El periodismo, una de las profesiones más atacadas en México
Bajo esta situación de Assange, el presidente de México Andrés Manuel López Obrador comentó en la conferencia matutina del 4 de enero que le iba a solicitar al secretario de Relaciones Exteriores que haga todos los trámites correspondientes con el Reino Unido para ofrecerle asilo político a Assange.
¨Assange es un periodista y merece una oportunidad. Estoy a favor de que se le indulte¨, comentó el presidente.
Esta intención de proteger a Assange, por su trabajo como periodistas, por parte del gobierno dista mucho de la realidad del ejercicio periodístico que hoy se vive en el país.
En entrevista para El Semanario, Gildo Garza periodista desplazado y Defensor de Derechos Humanos apuntó que, durante el sexenio de Andrés Manuel López Obrador, han sido asesinados 25 comunicadores, superando las cifras que hubo en los primeros dos años de las administraciones de Calderón y Peña Nieto.
¨De ninguno se ha condolido, de ninguno ha dicho que van a seguir con las investigaciones… Hay un 99,6% de impunidad en México en casos de libertad de expresión¨ sostuvo el periodista.
Gildo expresó que el presidente no puede llamarse como un Defensor de los Derechos Humanos con el caso de Assange cuando todos los días expresa mensajes de odio y lucha en contra de la liberta de expresión y la libre crítica.
La situación se agrava cuando el mismo presidente se ha mostrado a favor de la eliminación de organismo autónomos como el Instituto Nacional de Transparencia, Acceso a la Información (INAI), aunque esta decisión no le compete en sus funciones, por ¨consumir mucho presupuesto, cuando de 2018 a 2020 el presupuesto otorgado a este Instituto disminuyó en un 21%.
¨No puede hacerlo, no depende de él, sino de los senadores y también depende de la eliminación de la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública. Estos son bandazos que da cuando exponen los casos de su hermano o de su prima… quiere minimizar las publicaciones donde se le exhibe de corrupción y por eso quiere eliminar el Instituto de Transparencia¨, dijo el especialista en Derechos Humanos.
Gildo apuntó que el presidente también ha hecho uso de sus conferencias matutinas para señalar aquellos periodistas y medios de comunicación que hacen publicaciones en su contra y en contra de su administración, esto a pesar de que llegó a la presidencia gracias al hartazgo de la población que se generó a partir de investigaciones periodísticas en contra los abusos de las administraciones anteriores.
De igual forma, destacó que estos ataques han hecho que la población genere una descalificación hacia el periodista que está informando sobre las malas acciones que ha hecho el gobierno, pero los simpatizantes del presidente se niegan a creer.
¨Esa descalificación tan trillada donde te dicen ´porque no decías antes que pasaba con el PRI o el PAN´, cuando yo he sido víctima de la violencia y he sido desplazado por decir la verdad del PRI y el PAN¨ expresó Gildo.
El periodista explicó, a su vez, cómo ha sido atacado por el presidente durante las conferencias matutinas por hacer solicitudes de transparencia sobre su estado de salud, lo que demuestra su desinterés por el ejercicio periodístico en México y sobretodo aquel que señala las incongruencias de su gobierno.
Gildo dijo que, ante esta situación de lucha del periodismo contra el poder, la profesión debe de transformarse como una válvula de escape para todas las voces que están buscando la verdad cuando el presidente quiere erradicar la verdad.
¨Yo creo que es necesario el periodismo crítico, el periodismo de soluciones ante los intentos del gobierno de erradicar la verdad. Estoy seguro de que hoy la gente necesita del verdadero periodismo¨, concluyó.