Óscar Montes de Oca, ejemplo de injusticia y revolución social

Se me negó un derecho que yo considero fundamental, que es constitucional. Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”, acusó Óscar a su salida del penal de Nayarit.

México (elsemanario.com).- Mientras volaba a bordo del avión que lo regresaba de sus vacaciones en Argentina, Óscar no se imaginó lo que el destino le depararía a su arribo al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México (AICM). Fue acusado de tráfico de estupefacientes.

Su historia ya conocida por todos nosotros es el reflejo de otras injusticias expresadas en el país. ¿Quién iba a pensar que un sociólogo que trabaja para la UAEM portaría en su equipaje una droga y en tales cantidades? Sólo las autoridades mexicanas.

El pasado 31 de julio, Óscar Álvaro Montes de Oca, de 23 años de edad, fue detenido en el AICM acusado de delitos contra la salud por tráfico de estupefacientes. ¿La causa? según las autoridades el equipaje que estaba etiquetado con su nombre venía cargado con 20 kilogramos de cocaína. Naturalmente él negó la propiedad de la maleta (originalmente pesaba 10 kilos).

Su calvario fue igual que el de Ángel de María Soto Zárate y Ernesto de la Torre Carbajal. El sociólogo y analista político de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM) llegó procedente de Buenos Aires en un vuelo de la aerolínea Avianca con escalas en Bogotá, Colombia, y Lima, Perú, y al recoger su equipaje fue cuando todo se desató.

Al igual que la maestra que viajó a Brasil y contador que también voló desde Argentina, Óscar no encontró su equipaje en la banda transportadora, fue entonces que elementos de la Policía Federal le informaron que la tenían para posteriormente acusarlo de tráfico de drogas.

Fue trasladado a las instalaciones de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO) en donde acusó que en todo momento se le trató como culpable, además dijo que sufrió “mucha presión psicológica” para que aceptara que la maleta con droga era suya. Sin embargo, pese a negar la propiedad de aquella valija fue ingresado el 2 de agosto en el penal federal de Nayarit donde pasó cinco días.

Fue liberado luego que la Procuraduría General de la República (PGR) desistiera de los cargos en su contra debido a la falta de pruebas y a que la aerolínea Avianca confirmó que la maleta presentada como prueba no era la misma que documentó el joven mexicano en el aeropuerto de Buenos Aires y que ésta fue suplantada en la escala hecha en Lima.

Finalmente, el pasado 7 de agosto dejó el penal. Pero su caso es especial, hubo varios factores que influyeron que pudiera salir. El apoyo incondicional de su familia que inició una campaña en redes sociales que encontró una increíble respuesta obligando a las autoridades a investigar.

Además, contó con el respaldo del rector de la UAEM y del gobernador del Estado de México. Igualmente fueron importantes los videos del aeropuerto, la declaración de la aerolínea y la revisión de la bitácora de vuelo.

El mismo día que salió, Óscar expresó su frustración y coraje por haber sido culpado por una simple etiqueta en una maleta “que se puede quitar fácilmente con las manos”, asimismo lamentó que este simple hecho “sea suficiente para acusar a alguien de tráfico de drogas; no puede ser, es inaceptable”.

Sostuvo que si bien no fue objeto de agresiones físicas durante el proceso, sí se le negó el derecho de la presunción de inocencia. “Se me negó un derecho que yo considero fundamental, que es constitucional. Todos somos inocentes hasta que se demuestre lo contrario”.

Pese a la desventura, el sociólogo agradeció que esta tragedia le pasara a él. “Agradezco que me haya tocado a mí, que tuve una familia que sabía que jamás se iba a rendir, además bastante numerosa. Tengo como 25 madres, como 25 padres y un millón de hermanos”, dijo en conferencia de prensa.

Y es que su familia movió cielo, mar y tierra, además de recibir el apoyo del rector de la UAEM, lograron que Eruviel Ávila atendiera el caso, pero lo realmente valioso, fue la revolución que emprendieron en redes sociales.

Con el hashtag #OscarEsInocente y la fanpage #JusticiaParaOscar las reacciones de los tuiteros y de la sociedad en general creció descomunalmente tanto en Facebook como en otras redes, donde se expresaron innumerables muestras de apoyo.

También crearon la web http://oscaresinocente.org/ en la que se expone su caso y una invitación para reunir firmas mediante una petición en plataforma Change.org que logró acumular más de 10 mil firmas al día de su liberación (32 mil 500 hasta el momento que se hizo este texto).

El ruido llegó hasta los medios de comunicación que dieron una amplia cobertura al caso, todo en su conjuntó y obligó a las autoridades a ponerse a trabajar.

Óscar describió lo que vivió como un “infierno” y reconoció que no está bien psicológica ni físicamente, sin embargo, identificado con los otros casos que como el suyo y en solidaridad con otras víctimas de las graves fallas de la justicia, decidió sumarse a la causa que exige la liberación de Lilia Angélica López, quien lleva ocho meses en prisión acusada de lo mismo.

De Angye será la siguiente entrega de El Semanario, caso que no llegó a los medios y las redes sociales sino hasta ahora. Probablemente esa sea la razón por la que las autoridades no investigaron de manera oportuna.

https://www.youtube.com/watch?v=OppeL-6dLV0

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