Como parte de la política laboral implementada en la actual administración federal, se ha venido buscando una mayor integración en las empresas, inversiones que detonen nuevas vacantes y mantenimiento de los logros alcanzados en beneficio de los empleados.
Ciudad de México.- A decir del diputado priista, Baltazar Hinojosa, con la Reforma Laboral se ha potenciado la capacidad productiva en México, ya que actualmente se mide un mercado de trabajo más competitivo, con mayor flexibilidad contractual y beneficios en empleo y salarios, como el hecho de que este primero de octubre haya entrado en vigor el salario mínimo único para todo el territorio nacional.
Actualmente las directrices trazadas para la política laboral del sexenio federal indican que junto a las reformas estructurales se están ampliando las oportunidades a la clase trabajadora, con el objetivo de que se mejore el promedio de las condiciones de vida a sus familias.
Entre las líneas de acción de la nueva política laboral, están el impulso a la creación de empleos formales y de calidad. Con estas dos características, el sexenio está apostando como parte de su política, a la creación de vacantes con salarios ‘justos’ y que alcanzan para los gastos familiares.
De hecho, muchas de las medidas federales, como la reciente orden para crear tres nuevas Zonas Económicas o el Plan Nacional de Infraestructura, incluyen en sus esquemas la generación de empleo a través de la inversión reflejada en crecimiento, provocado por la inversión.
Mejorar los ingresos de los trabajadores, es otro de los ajustes que se pretenden en el enfoque de política laboral de la actual administración, con medidas como el impulso de la competitividad entre las empresas y ajustes a la productividad de los empleados.
Datos recientes de la Sociedad para la Administración de Recursos Humanos, advertían en febrero pasado que el ausentismo estaba afectando la productividad de los empleados mexicanos, calculado en 40% de daño sobre la productividad laboral a nivel nacional.
Aunado a esto, conclusiones ofrecidas en el observatorio económico México ¿Cómo vamos? señalaban entre los factores que se podrían cambiar para la mejora de la productividad, que las empresas pequeñas no evadieran impuestos mediante el pago de salarios, al ahorrar gastos como seguridad social o impuestos relacionados con el pago vía nómina.
Transparencia en el gasto de gobierno
Pese a que parte de la apuesta del Gobierno Federal está en la generación de empleos a través de proyectos de infraestructura, referencias hechas por la organización México Evalúa determinaban que debido a la falta de transparencia en el gasto del gobierno en proyectos con el objetivo de “crecimiento”, no se podía concluir que este fuera un factor realmente que detonara las metas planteadas, por ejemplo, en el dinamismo de infraestructura, por lo tanto, la creación de empleos no podía ser medida.
Seguridad
Es otro de los factores que deben de modificarse, como medida para revertir los índices negativos productividad a nivel nacional. La pérdida de calidad de vida en entornos de violencia genera pérdidas, según cifras trascendidas del INEGI, de 8% a 15% del Producto Interno Bruto.
Educación
Elemento que determina cambios radicales en la productividad, ya que actualmente, el contar con estudios de Posgrado, a decir de Catalina Delgado, consultora del IMCO y datos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), no determinan mejoras salariales, de hecho, jóvenes con secundaria trunca son los que tienen mayores posibilidades de conseguir empleo, esto según cifras de la OCDE.
Otro de los ejes de la política federal de trabajo es mantener los alcances logrados en esta materia, como la garantía de seguridad social, salud laboral y un sistema de pensiones y ahorro para el retiro en activo.
Este primero de octubre se celebró el día del empleado del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE) y en este marco, el secretario del Trabajo y Previsión Social, Alfonso Navarrete Prida, afirmó que se garantiza la libertad sindical y autonomía de las organizaciones obreras, así como la alianza de los trabajadores con el Estado Mexicano, con la intención de la administración de avanzar en la defensa de los logros laborales, mantener las fuentes de empleo, aumentar la productividad y mejorar los salarios.