Entre amigos, lo mínimo que se espera es sentir las muestras de apoyo en momentos difíciles; sin embargo, es precisamente ahí, en los tiempos tormentosos, que se miden a los verdaderos amigos, los que están en las buenas y en las malas.
Para el ya exlíder sindical de Pemex, Carlos Romero Deschamps, ahora son tiempos sinuosos que se fueron poco a poco oscureciendo por las pesquisas que la Unidad de Investigación Financiera de la Secretaría de Hacienda inició en su contra y que el miércoles 16 de octubre derivaron en su inminente salida como líder del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM) tras 26 años en el cargo.
A puerta cerrada en un edificio de la colonia Buenavista, una larga, controversial y polémica sesión extraordinaria realizada en la sede del STPRM decidió que Miguel Limón, tesorero del gremio desde 2007, fuera el dirigente provisional, en tiempo que se convocaba a elecciones internas.
La pregunta ahora es ¿qué pasará ahora con Romero Deschamps? Cualquiera pensaría que a lo largo de su extensa carrera como líder del sindicato de Pemex logró sumar amigos incondicionales dispuestos a dar todo en respuesta a los múltiples favores que sin duda el líder petrolero concedió, desde apoyos electorales hasta el influyentísimo que pudo haber ejercido sobre jugosas apuestas en contratos relacionados a Pemex; sin embargo, un silencio sepulcral impera a horas de su renuncia, lo que alimentan aún más la incertidumbre sobre su destino.
Según datos referidos en julio de 2019 por el Diario Reforma, una cuñada, dos empelados de Pemex, cercanos a Romero Deschamps, son propietarios de una empresa que hizo negocios con la institución. Citando a datos de la Unidad de Inteligencia Financiera de Hacienda, el rotativo destacó que familiares y amigos fueron los más beneficiados por la presidencia sindical de Deschamps, incluyéndolos en la nómina de la empresa.
Pero no sólo familiares y amigos se han visto beneficiados por el exlíder sindical. Su estrecha relación con el Partido Revolucionario Institucional lo relaciona con expresidentes y líderes políticos que recibieron su apoyo en tiempos electorales, pero que ahora no se sabe si “meterán las manos al fuego” por su amigo petrolero.
Mario Zamora, senador por el PRI, fue uno de los abordados momentos después de la renuncia de Romero Deschamps ¿Qué fue lo que dijo? “No vamos a defender lo que sea indefendible ¿Qué es lo que queremos? Que se acaben los dimes y diretes una acción de justicia transparente, justa y clara, que no haya persecución y que se castigue a quien se tenga que castigar. Decía mi abuela, toma chocolate, paga lo que debes… adelante.”
Tal vez esta sea la mentalidad de la mayoría de los amigos de Romero Deschamsp, que obviamente no estarán dispuestos a apelar por su “amigo” y defenderlo hasta las últimas consecuencias.
¿Qué le depara a Romero Deschamsp? De inicio enfrentar las investigaciones de la unidad financiera de la Secretaría de Hacienda y atender a las demandas que la Fiscalía General de la República le solicite para aclarar su situación legal.
La duda ahora es si las influencias de Romero Deschamps que lo libraron en múltiples ocasiones de demandas sindicales surtirán efecto ahora en el gobierno de López Obrador, uno de sus más férreos críticos.