Terminó el mes de la mujer y ¿cuáles fueron los cambios?

¿Qué trajo consigo el mes de marzo? Este es un recuento de los daños en el mes de la mujer, que nos deja ver la postura general de apatía que se ha formado entre la comunidad femenina.

Ciudad de México (elsemanario.com).- Supuestamente, en marzo se deben conmemorar los esfuerzos que las mujeres han mantenido a lo largo de la historia, reclamando el establecimiento de una cultura de equidad en materia de derechos, trabajo y oportunidades.

En el mes de la mujer se debe celebrar la capacidad de ejercer un lugar en un mundo “de hombres”, en el que, muchas lucharon para dotar a nuevas generaciones de una libertad con la cual ellas no contaban; pero eso tampoco se celebra.

En cambio, rescatando el saldo que deja el mes de la mujer, notamos que éste inicio sus celebraciones con el despido de la periodista Carmen Aristegui de MVS; posteriormente le siguieron afirmaciones que indican que la mujer en el trabajo siempre da un diez por ciento más que el hombre -pero aún así se mantiene todavía en un promedio salarial de doce por ciento menos que ellos-. Acto seguido, se regula por primera vez a las trabajadoras del gobierno, quienes no accedían a muchas de las prestaciones que se le otorgaban al resto de los empleados debido a que, legalmente, en la realidad, no eran trabajadoras certificadas. Se puede decir con certeza que la mujer aún dista mucho de proclamarse como ejercedora plena de sus derechos dentro de nuestro país.

Las mujeres en México constituyen aproximadamente el 60 por ciento de la población, existen 2.6 millones más mujeres que hombres, de acuerdo a cifras del INEGI. Claramente somos una mayoría, pero desaprovechamos esta ventajosa situación porque decidimos no involucrarnos. Esto puede responder a dos principales planteamientos: o bien, aún seguimos interpretando el papel de ‘inadecuadas’ dentro de nuestra propia sociedad, o simplemente tiene que ver con la indiferencia ciudadana que se vive de forma generalizada en cada uno de los mexicanos.

Nuevamente subestimamos el poder que el rol femenino tiene como agente de cambio y es que, en los aspectos que importan de verdad, las mexicanas parecen seguir pasivas. No han existido movimientos poderosos de cambio cultural, exigencia en materia de derechos o aportaciones directas a la lucha por la equidad desde hace años y no se puede evitar preguntarse, ¿cuál es el papel que está tomando la mujer actual?

Las verdades para reflexionar en el mes de la mujer tienen relación con la forma arbitraria en la que las mujeres se conducen a sí mismas. Se buscan los beneficios, pero deseamos más que nada que sean otros quien nos los den. Comenzamos a vivir en una sociedad cuyas mujeres carecen de ideales, mujeres que no luchan por algo, porque realmente no se tiene una idea clara de a dónde es que se supone, se dirigen.

Las mujeres actualmente se han convertido en la estructura social más desaprovechada de todas. A pesar de ser un grupo gigante de personas que pueden luchar para solventar el problema de evidente desigualdad, siguen constituyéndose como un sector al que se ha reenfocado, no por casualidad, a proyectos menos ambiciosos; pero la culpa no reside en aquellos que buscan mantener el orden subyugante, sino en todas las personas que escogen vivir con eso y pierden de mira su capacidad de acción.

El mes de la mujer no debería de tratarse sobre la celebración de falsos cumplimientos ni de logros a medias, en todo caso, debería servir para, sin vendas en los ojos, mirar de frente la realidad y sopesar verdaderamente los logros que se han tenido como comunidad y el camino que todavía falta por recorrer.

marzo 1
Imagen obtenida por: Tumblr

Por Diana Caballero.

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