4T

Elecciones México 2021: cambio de régimen

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Las elecciones que están por iniciar en México este 6 de junio de 2021, pueden potencialmente consolidar el cambio de régimen del sistema político nacional. Mucho se puede decir del presidente Andrés Manuel López Obrador, pero la ciudadanía no puede declararse engañada, la oferta de cambiar el régimen ha sido siempre elemento central de la llamada Cuarta Transformación. ¿Qué significa esto?

El régimen es el sistema político por el que se rige una nación. En otras palabras, el conjunto de normas, de formas y procedimientos que regulan el acceso al poder político y su conservación. Me pregunto, ¿realmente era un cambio de régimen por lo que votó el pueblo de México el 1º de julio de 2018?, o ¿fue sólo un voto de castigo?

Formalmente, desde la Constitución de 1917, México tiene el régimen político correspondiente a una república, representativa, democrática y federal. Una república que establecía la división de poderes entre la rama ejecutiva, legislativa y judicial; independientes entre sí, y que con esa autonomía evitaban la concentración excesiva de poder, en alguna de estas ramas, aunque con predominio del Poder Ejecutivo, lo que nos convirtió en una república presidencialista.

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Imagen: Pinterest.

El carácter representativo se expresa en el reconocimiento de que la soberanía reside esencial y originariamente en el pueblo. Y en la convicción de que todo poder procede del pueblo y está hecho para su beneficio. Esa representatividad está garantizada por las elecciones libres, auténticas y periódicas de los poderes ejecutivos y legislativos; manteniendo esencialmente los mismos principios a nivel federal, estatal y municipal.

La pregunta obvia es ¿en qué falló el régimen prescrito por nuestra Constitución? Quizá falló en mayor o menor medida en todos y cada uno de los rasgos que lo describen. Las ramas del poder dejaron de ser independientes entre sí; los representantes dejaron de ser la voz del sentimiento del pueblo; el pueblo dejó escapar de sus manos la soberanía que originalmente le pertenece; y las entidades federativas, que conceptualmente no son estados, carecieron de efectividad, autonomía y autosuficiencia. Sin duda el régimen político de México falló en todos y cada uno de sus rasgos.

Se creyó que el predominio de un partido hegemónico, y posteriormente dominante, que impedía la alternancia en el poder político, particularmente en el Poder Ejecutivo, era el origen de todos los males de la nación.

Se planteó también que el presidencialismo exacerbado, dominando a las otras ramas del poder y los otros órdenes del sistema federal, era el origen de todos los males de la nación.

regimen politico
Imagen: Manrique.

En este proceso, el régimen comenzó a moverse paulatinamente hacia un sistema semipresidencialista, con un poder legislativo fortalecido, con entidades federativas y municipios más independientes, y la dotación de autonomía a diversas instituciones cuya estabilidad, independencia y credibilidad, eran cruciales proteger de la disputa política por el poder. Éste fue, a grandes rasgos, la ruta de adaptación del régimen hacia un sistema político con efectiva alternancia democrática. El resultado, conocido por todos, ha sido la ingobernabilidad, la disolución social, la impunidad, la criminalidad desbocada y la desigualdad socioeconómica más vergonzosa.

EN PERSPECTIVA, en los albores de la elección intermedia más definitoria en la Historia de México, estamos como electores ante dos muy pobres alternativas: la primera, consolidará  un régimen hiperpresidencialista, centralista, militarista y corrupto, coludido con el crimen organizado, donde radicará toda la representatividad y soberanía de la nación; y la segunda, una impresentable alianza de partidos absolutamente corruptos, carentes de creatividad, desconectados con el ciudadano común, que no tiene nada que ofrecer ni en su historia, ni en sus protagonistas, ni en sus propuestas… sólo la vaga esperanza de contrapesar a sus adversarios. Con esa realidad, con las manos vacías y una sonrisa, vendrán el próximo 6 de junio a pedirle su voto. La decisión es suya.

Estimado lector, ¿de qué lado de la historia estará esta vez?


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Perversión, persuasión y congruencia

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Los problemas de la “moralidad” en tiempos de la 4T

Nunca me había preocupado como ahora por las posibilidades de vinculación entre la ética y la política. Quizá fue desde el año pasado, cuando se anunció la reimpresión y distribución de la Cartilla moral de Alfonso Reyes, acto que me parece que tuvo escasas repercusiones, pero el tema resurgió ahora en noviembre, cuando en los últimos días López Obrador presentó la Guía ética para la transformación de México. Hasta ahora tuve tiempo de adentrarme en el texto.

Reflexionar en los planteamientos éticos que orientan la política tiene muchas implicaciones y es necesario considerar una historiografía internacional y sumamente extensa. Una de las primeras cuestiones a tomar en cuenta es la noción de valor, la de vida buena a la que aspira toda ética y la de congruencia. Ahora bien, la particularidad de la política es el poder. En el establecimiento de una discursividad “igualitaria” se introduce el peligro del necesario ejercicio de la violencia por parte del Estado.

¿Podemos pensar en un mundo mejor, en donde ética y política vayan de la mano? Ante la publicación y distribución de la Guía ética, lo más simple es decir que sí. Pero analizar sus contenidos nos lleva necesariamente a un ejercicio de la crítica. Desde la Ilustración, la crítica se convirtió en la tónica de los discursos en todas las esferas de la vida. Crítica es lo que debe ejercer todo ciudadano que se desenvuelve en un régimen democrático y, como se plantea en la Guía, aun cuando no se ocupe un cargo público, la política debe revestir el interés de todos. Sin embargo, estas reflexiones nos proyectan hacia una cuestión que se presenta como un problema, y es el de la disociación entre valores individuales y valores colectivos. Los valores no están en ningún lado, listos para ser tomados. En la Guía se proponen los siguientes: respeto a la diferencia, a la vida, la dignidad, la libertad, el amor, la igualdad, la gratitud, la redención (algo que me llamó particularmente la atención), la verdad, la fraternidad, la justicia, el trabajo… Estos valores conviven en el texto con la consideración de la familia como unidad básica de garantía de cuidado, con el respeto y el cuidado de “los animales, las plantas y las cosas” (así es, “las cosas”).

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Imagen: Tony.

Como se sabe, la finalidad de llevar una vida ética es la felicidad (el eudemonismo logrado a partir de un ejercicio sistemático de la virtud a partir de la congruencia) y, en una política nacional como la experimentamos en la actualidad, no es de esperarse que la congruencia sea imperante.

¿Es congruente querer terminar con el outsourcing cuando el personal de limpieza del Palacio Nacional está contratado conforme a este mecanismo? ¿Es congruente hablar de democracia cuando desenmascaran el chat armado con la intención de disolver los colectivos, en una reunión con los representantes de los colectivos? ¿Es congruente no contar con un mecanismo de contratación que garantice mínimas prestaciones a los trabajadores del llamado Capítulo 3000?

A ver, no vamos a pecar de ingenuidad. Como plantea María de los Ángeles Yanuzzi, “la democracia, como tal, es un mito y en tanto que mito movilizador, lejos de promover en la práctica la participación real de todos los ciudadanos en la instancia efectiva de gobierno, extiende en realidad un velo sobre la sociedad que oculta las verdaderas relaciones de poder (“Ética y política en la sociedad democrática”, en CONfines. No. 1/1, enero-junio de 2005, p. 73). Y eso es lo que está sucediendo ahora: la publicación de una guía para la conducción moral de la ciudadanía esconde otra problemática y algunos peligros. Me refiero a una ética normativa y no argumentativa, en la que, mediante el recurso de la persuasión, se imponga una idea de valor. No obstante, me dirán, “el vocero de la Presidencia, Jesús Ramírez Cuevas, aclaró que la guía moral ‘no es una ley’ sino una ‘referencia’ y por tanto ‘la incorporación de los principios que se exponen es absolutamente voluntaria’” (Forbes).

Los valores son los valores y el contenido de la aproximación que histórica y culturalmente desarrollan hacia ellos los seres humanos es lo que cambia. En el inicio de la Guía se dice que este esfuerzo de publicación se realiza para “[…] impulsar una revolución de las conciencias, esto es, construir una nueva ética humanista y solidaria que conduzca a la recuperación de valores tradicionales mexicanos y universales y de nuestra grandeza nacional”. Claro, porque a juicio de sus redactores, no tenemos una ética basada en “verdaderos” valores, puesto que estamos cegados por la visión impuesta por los regímenes neoliberales, en donde se privilegiaban la competitividad y la productividad, por ejemplo.

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Imagen: Chelo.

Como parte de su estrategia de persuasión, muy acorde con el discurso tendencioso y viciado de López Obrador, identifican “conservadurismo” con “autoritarismo” (página 14); quizás el punto culminante lo encontramos líneas arriba, cuando se habla del perdón de la siguiente manera: “Pide perdón si actuaste mal y otórgalo si fuiste víctima de maltrato, agresión, abuso o violencia, que así permitirás la liberación de la culpa de quien te ofendió. Perdónate a ti mismo. Los errores propios suelen conducir a un padecimiento interior de difícil salida. Comprende las motivaciones de tu conducta indebida, conviértela en aprendizaje y enmienda el daño causado”. Quiero (y no) que la madre de una de las tantas mujeres desaparecidas lea esto y perdone a sus agresores… Esto redunda en una relativización de la justicia: un imaginario indulgente, propiciado por el Estado (legitimador de la violencia y administrador y garante de la justicia), relativiza el sentido de la misma.

Esta ética que se nos “propone” no es argumentativa: no se basa en el ejercicio de la crítica. No acepta réplica (por más que los autores lo digan en su prefacio). Estamos presenciando un despliegue perverso de ética legitimadora, pues los discursos vacuos de la política (cuyo eje es el poder), deben revestirse de “ética” para autolegitimarse (Yanuzzi). Esta ética argumentativa con la que juega López Obrador recurre a categorías aparentemente “nobles” para construir discursivamente la polarización que tanto le beneficia, entre “conservadores” (los malos, en su retórica) y el nuevo régimen que posibilitará la “redención”. Además de que esto es un autoengaño, tiene el perverso fin de sesgar la opinión de quienes no pueden o no quieren desarrollar el ejercicio crítico al que nos instó Kant: servirse del propio entendimiento.

Estamos viviendo circunstancias muy crudas a causa de la pandemia, pero no solamente… Necesitamos una administración adecuada y expedita de la justicia, no un llamamiento a perdonarnos los unos a los otros. Esperar el acatamiento voluntario de las reglas es un juego muy riesgoso, como ya hemos visto, porque al parecer, después de diez meses de pandemia, hay gente que todavía no entiende cómo ni para qué usar un cubrebocas. Como lo planteó hace algunos meses Byung-Chul Han: “La paradoja de la pandemia consiste en que uno acaba teniendo más libertad si se impone voluntariamente restricciones a sí mismo” (Byung-Chul Han, El País).

Si este régimen, o cualquiera, proclama congruencia a diario en conferencias de prensa o vía la publicación de “guías morales”, que comience desarrollando mecanismos efectivos de contratación, designando funcionarios –más inteligentes– que no hagan chats ominosos y fáciles de ser descubiertos y viralizados y que prediquen con el ejemplo sus ideas sobre el cuidado de la naturaleza (es decir, el tren maya es incongruente) y sobre la fortuna de tener el trabajo que uno ama (o démosle a leer al personal contratado por Capítulo 3000 el apartado 16, página 21 de la “Guía” para que vean cómo arde Troya). Sapere aude y recuerden que una ética argumentativa es quizá nuestra única posibilidad de no ser engañados por dispositivos retóricos de baja estofa.


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AMLO: Al mismo tiempo Tesis y Antítesis de la 4T

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Para alcanzar el conocimiento no es suficiente el dato empírico o sensible.
Carlos I. Muñoz Rocha.

La experiencia es el resultado del conocimiento vivencial. A ese conocimiento se le dice empírico. La experiencia no es otra cosa que adquirir el conocimiento a través de los sentidos.

Por otro lado, está el conocimiento racional que contrasta con el empírico. El racionalismo sostiene que el verdadero conocimiento se obtiene gracias a la razón porque utiliza el intelecto. Llanamente, es comprender los fenómenos y hechos, no sólo aceptarlos como una simple experiencia.

Estoy convencido de que el proyecto filosófico de la Cuarta Transformación de Andrés Manuel López Obrador parte del conocimiento empírico.

Esto es que, desde la vivencia de la gente, en tanto no hay soluciones concretas a sus aspiraciones auténticas de y para una vida mejor (a partir de los gobiernos sombríos que generaron muchas insatisfacciones sociales, por la corrupción, el nepotismo, las arbitrariedades, la inseguridad, el desempleo, bajo nivel de la educción, etc.), optaron por el hoy presidente de México.

Su discurso que habla del dolor cotidiano es la voz cantante aludiendo a un cambio verdadero, porque históricamente han sobrado promesas de cambio sin que suceda mucho; si bien sí se proveían infraestructuras de beneficio, aunque no así en los aspectos estructurales.

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Imagen: Rictus.

Lo pretendido en el proyecto filosófico de AMLO con su elocuencia bajo la sombrilla de “el bien de todos”, “el cambio verdadero”, “primero los pobres”, está basado en el conocimiento práctico de las molestias comunes.

Cuando había una saturación tridimensional de insatisfacciones (conocimiento de la realidad a través de los sentidos de forma empírica), la membrana social se agrupó mayoritariamente con el fin de lograr sus aspiraciones. Ésa es la tesis de la Cuarta Transformación. O sea, su discurso.

Pero cuando una persona promete mucho (oferta política) y se encuentra con una organización masiva que tiene muchas expectativas (demanda social), es complicado que se pueda cumplir porque no es un mercado de sabores. Es la realidad tangible.

Eso es lo que le ha pasado a López Obrador. Lo he estado señalando desde 2004, que no iba a poder cargar con el costal que había llenado de buenas intenciones, sueños improbables, ilusiones y hasta un poco de poesía política.

Es por ello que el peor enemigo de Andrés Manuel López Obrador no es la oposición, sino él mismo, aunque sostenga que mientras las encuestas lo mantengan con alto nivel de preferencia, lo que se diga contra él le hace lo que el viento a Juárez.

En efecto, hay mucha gente que no quiere saber nada de los políticos que pertenecen a los partidos tradicionales, y desean con toda su fuerza que MORENA sí responda a sus intenciones.

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Imagen: MCI.

Esto es disonancia cognitiva porque es la voluntad de gente que desea lo que se prometió. Quieren que sea como lo aspiran, aunque no lo sea. Están convencidos de una buena intención, aunque saben bien que ella no ocurre.

La explicación es como la aspiración de una mujer que se casa con un marido violento, egocentrista, controlador, impositivo, machista y narcisista. Ella sabe que es así desde el noviazgo. Se casó con la esperanza de que iba a cambiar… Y no cambia. Pero todos los días amanece con la ilusión de que “hoy sí”. Así de sencillo está el asunto.

La tesis de López Obrador para la cristalización de la “4T” encaja su discurso populista y paternalista en la realidad cotidiana –vendiendo anhelos–, es lo que lo mantiene con alta aceptación. No hay más.

Pero él mismo se convierte racionalmente en la antítesis de su propia filosofía basada en el sentir pena por los demás, porque en la pena encuentra su causa, donde los demás son la mayoría desposeída que casi lo idolatra (como Mesías), porque le hace el milagro financiero cada cierto tiempo.

Por lo que, en ocasión de cumplido el tercio uno de su mandato, expongo este escrito como reconocimiento a la capacidad de la comunicación política, por la que, él (AMLO), pese a todo, sigue encantando a sus seguidores y sigue posicionado. ¿Le suena?


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Lecciones para el mundo sobre el Covid-19 (sin cubrebocas)

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¿Qué nos dice de nuestros tiempos el hecho de que el presidente de uno de los países con peor desempeño frente a al Covid-19 (el peor de entre 53 evaluados en el ranking que acaba de publicar Bloomberg) aproveche su participación en la cumbre de los líderes de las mayores economías del mundo para aleccionar sobre cómo se controla una pandemia?

Justo cuando su país padece un fuerte rebrote del virus, aunque sería más preciso decir repunte, pues su tasa de contagios nunca ha registrado un descenso sensible. Y en días de récord de defunciones, sobre un contexto de ya más de 100 mil muertos en la cifra oficial, aunque es probable que sean 200 mil o incluso 300 mil según investigadores.

Ese país está entre los 10 con más mortalidad por el virus y es el de mayor letalidad, es decir, donde más se mueren quienes se contagian: 9.8 por cada 100 casos confirmados, seguido de Irán (5.4), Italia (3.8) y Estados Unidos (2.2). De acuerdo con Amnistía Internacional, también es donde más trabajadores de la salud han muerto. Sin embargo, nada de eso retuvo a su mandatario, que varias veces ha afirmado que su gobierno ya domó a la epidemia, para dar consejos sobre lo que funciona en estas crisis.

Paradójicamente, ninguna mención de algo tan elemental y asequible como el cubre bocas, aún para un país subdesarrollado o “emergente” como el suyo. Tal vez porque considera que en las grandes cumbres no está bien detenerse en los detalles, sino concentrarse en lo trascendente. Dirá, hay prioridades. Como cuando a principios de este año, en días pre-covid, pero en medio de problemas de escasez de medicamentos que en su país han sufrido niños con cáncer o afectados por el VIH, aseguró que esos dos grupos y todos sus conciudadanos pronto contarían con servicios de salud y medicamentos gratuitos, y como si vivieran en Dinamarca. No a largo plazo, sino antes de que concluya este mismo año.

muertes en Mexico covid
Imagen: Alto Nivel.

Para un país en el que antes de la pandemia 49% de la población estaba en la pobreza y 60% sin cobertura de salud garantizada, ¿cuál es la medicina que necesitas aquí y ahora frente a la promesa de seguridad social danesa en un año?

De la misma forma, para qué hablar con otros presidentes de lecciones como la necesidad de hacer pruebas de contagio y otras medidas viables y de probada efectividad, cuando puedes declarar solemnemente: Señoras y señores, 1) debe hacerse realidad el compromiso de quitar montos de deuda a las naciones pobres; y 2) que los países de ingresos medios tengan acceso a créditos con tasas de interés equivalentes a las de los desarrollados.

No lo dijo, pero se entendería, por su adhesión al principio de autodeterminación de los pueblos, que lo anterior es independiente a para qué se necesite la quita o las tasas de interés cero o negativas, como los bonos que acaba de colocar China en Europa, si bien con razones económicas sólidas como solvencia financiera, lo cual vale en los mercados más que los discursos. Como si fuera lo mismo pedir para comprar equipo médico urgente que para no verse en la necesidad de parar momentáneamente obras como una refinería, aunque ésta no se necesite, y menos en este momento. Por eso llamó a la fraternidad universal, aunque acreedores e inversionistas seguramente serán cautelosos de que la “ayuda mutua” no sea como la MAD atómica (Mutual Assured Destruction) del Dr. Strangelove de Kubrick, en este caso la fisión de su dinero y el de los contribuyentes de naciones como la de ese preclaro y fraterno presidente. 

Lecciones y preceptos

Especialistas en salud pública han reiterado que, a estas alturas, la pertinencia y efectividad de las mascarillas están más que demostradas científica y empíricamente. Incluso, algunos estiman que si en el país de este presidente se siguiera esa lección –uso obligatorio y generalizado– podrían salvarse unas 10 mil vidas de aquí a marzo del año próximo. Sin embargo, él considera que hay otras lecciones a seguir más importantes.

cubrebocas AMLO
Imagen: Notigram.

Por ejemplo, declaró que es mejor prevenir que curar, por lo cual hay que promover una alimentación saludable, evitar productos con exceso de sal, azúcares, grasas y químicos. Asimismo, hacer ejercicio físico y practicar algún deporte.

Otro de sus preceptos es que hay que confiar en la responsabilidad de la gente y abandonar la tentación de imponer medidas autoritarias, para lo cual recurrió a su apotegma de nada por la fuerza, todo por el convencimiento y la razón.

Ésa puede ser una explicación de por qué él mismo nunca usa cubrebocas. Psicólogos podrían pensar que en esa actitud quizá hay una mezcla de narcisismo, megalomanía y soberbia, con una pizca de pensamiento mágico, otra de indisposición a aceptar que uno a veces se equivoca y debe corregir, más una cucharadita de reto a sus detractores, con un toque final de fe en el valor de la firmeza a toda prueba, aun en el error y con rumbo al precipicio.

Se entendería que todo eso se justifica en su filosofía de la responsabilidad y la razón, que seguramente subyace a otra de sus iluminaciones: la de que el pueblo es sabio, aunque a veces cometa linchamientos o fiestas multitudinarias en medio de una pandemia, así que para qué imponer nada o predicar con el ejemplo, aunque muchos se contagien y mueran.

Más aún si el asesor científico estrella de este presidente partidario del convencimiento, encargado de la estrategia nacional, dice cosas como ésta sobre el detalle del cubre bocas: “No digo que no sirva, sirve para lo que sirve, y no sirve para lo que desafortunadamente no sirve”.

AMLO en la Cumbre Líderes internacionales
Imagen: Reporte Índigo.

Respuesta deseable

Hubiera sido sensacional que alguien como la Canciller de Alemania, pilar de sensatez en este mundo patas arriba (sin ironía), dijera algo como esto:

“Señor Presidente, con todo respeto, como usted dice, pero quisiera complementar las lecciones que nos ofrece. Además del uso de la mascarilla y las pruebas, que quizá omitió por ser algo tan obvio, hay algo esencial: esta pandemia nos ha mostrado, con crudeza, que para enfrentar los grandes retos de nuestro tiempo, lo mismo pandemias que el cambio climático, la politización de la respuesta nacional e internacional es una receta para la catástrofe.

“Estimados colegas: estos asuntos exigen abordaje con base en evidencia y soporte científico, técnico y especializado. Los políticos debemos asegurar que así sea. En nuestro caso, tenemos experiencia sobre escalar y competir por el poder; y en el mejor de los casos, nos ocupamos de ejercerlo por el bien común. Pero no somos expertos en virus y salud pública, ni en un sinfín de temas que demandan competencia especializada. Olvidar eso y confundir la representación democrática con un salvoconducto para gobernar por ocurrencias y sentires personales y de grupo, o peor aún, en función de la confrontación por el poder, no sólo es irresponsable, sino éticamente inaceptable.

“Quizá, incluso, debería tener implicaciones de negligencia punible administrativa o penalmente, porque produce más muerte y desgracia. Estoy seguro, Señor Presidente, que usted, que ha insistido en que su gobierno implica una regeneración moral e incluso ha promovido una constitución de ese género y una consulta sobre decisiones de ex presidentes que han afectado a su país, estará de acuerdo.

“En esta época de posverdad, que no es otra cosa que arrumbar los hechos objetivos, aquello que se ignora o no gusta, para creer que lo real o lo legítimo son las emociones, lo que funciona popularmente y las creencias personales o aun identitarias, los líderes globales tenemos que ser defensores de la verdad a secas. Entender que sin este principio, difícilmente habrá soluciones efectivas a los grandes desafíos que enfrentamos.

“Remarcaría, con todo respeto para cada uno de ustedes, que como líderes en nuestras naciones, debemos fomentar la unión en lo esencial en nuestros pueblos, más allá de diferencias políticas o de otra índole, y más aún ante crisis como ésta.

“Lo mismo aplica a nivel internacional, porque igual que con el clima y su calentamiento, un virus no reconoce fronteras, así que debemos trabajar en coordinación para salir adelante, aparte de replicar las mejores prácticas.

G20 virtual
Imagen: El Tiempo de Monclova.

Habría sido de gran ayuda para México; incluso para el mundo. Pero lo sería más, en esta era de amor al espectáculo, si alguno de los interlocutores fuera más concreto y usara alguna metáfora con gran capacidad de reproducción en las redes. Por ejemplo: ante una tragedia como ésta, con todo respeto, no es aceptable presentarse aquí como un niño que cacharon copiando en el examen de matemáticas, sacó cero de calificación, y aun así, con las orejas de burro que le puso la maestra, desde la esquina declara “2+2=5” porque “primero los reprobados”.

Eso no es “Ciencia y Tecnología de la Cuarta Transformación” versus “ciencia neoliberal”, sino una patraña y una reverenda… Como la fábula del rey que anda desnudo pero orgulloso de su traje invisible de tan fino. Pero no lo duden: no trae ropa, aunque su pueblo sabio no lo detecte aún.


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Las Paredes Gritan: Quiero buscar mi criterio… de impunidad

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Políticos y Partidos

Por algún raro motivo de la naturaleza mucha gente promete, pero muy pocos hacen lo que prometen. Es natural. Una cosa implica el “prometer” y otra el “hacer”.

De hecho, uno de los dichos mexicanos lo dice con toda claridad: “Prometer no empobrece, dar (o hacer) es lo que aniquila”. ¿Quién puede prometer? ¿Quién puede hacer? Eso es lo que le preguntamos a nuestros políticos.

Cuando AMLO llegó al poder y prometió instalar la 4T “con un cambio de régimen”, muchos pensamos que era una decisión correcta. Había muchas cosas qué cambiar del régimen de gobierno al que estábamos acostumbrados. Los problemas eran y son los mismos que conocemos: inseguridad, corrupción, impunidad, pobreza y ausencia de nuevas estrategias de gobierno… “Cambiar”. Eso parecía lo más adecuado.

AMLO eligió en el área de la seguridad pública a Alfonso Durazo Montaño (de Bavispe, Sonora), como responsable de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) con una estrategia “flaca” (abrazos, no balazos) y con mucho trabajo por hacer. Pasaron casi dos años y los resultados en materia de seguridad son los mismos, o peores en todo el país. La SSPC no cambió en nada nuestra violenta realidad. Pero eso a los políticos no les importa.

Alfonso Durazo
Fotografía: Debate.

Si nos centramos en Sonora (estado natal de Durazo), la violencia rebasó por mucho su realidad anterior. Hay varios cárteles apoderándose de las plazas. Cientos de asesinatos. Descuartizados. Degollados. Aventados al mar o a los pastizales. ¿Y cuál fue el programa de la SSPC para enfrentarlo? Ninguno. No logró cambiar los índices de violencia.

Eso tampoco le importa a un político que cambia de partido igual que cambia de calcetines. Durazo estuvo en el PRI, como secretario particular de Luis Donaldo Colosio. Luego con Fox, en el mismo cargo. Después desertó y se fue al PRD, con López Obrador. Y así llegó con Morena en 2018 a ser secretario de la SSPC.

Pero su trabajo no es malo ¡es pésimo! Deja muchos pendientes. No modificó nada. No supo qué hacer con el puesto. Y ya renunció. Eso sí, no quiere dejar de vivir del erario. Todo lo contrario. Renunció a la SSPC para lanzarse como candidato de Morena a la gubernatura de Sonora.

La renuncia del secretario de la SSPC es el ejemplo típico de nuestros políticos. ¿Qué le va a prometer a Sonora? Todo. ¿Y qué va a hacer? Nada. Cumplirá con las mismas consignas de siempre: prometer y no cumplir. Ofrecer y no hacer nada. A Durazo y a mucha gente del gobierno el país ¡les vale! ¿Y hay excepciones?… A saber.

Santiago Nieto, titular de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, aspiraba a ser gobernador de Querétaro, pero anunció públicamente que no buscará esa candidatura.

corrupcion, impunidad
Imagen: Punto por Punto.

Después de una conversación con AMLO, dijo: “Sin duda hubiera sido honroso competir por la Gubernatura de mi Estado, pero consideramos que en este momento, la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada es prioridad nacional” (Reforma, 30/X/2020).

O sea: ¿Conoce los problemas nacionales? ¿Es gente con conocimiento para enfrentarlos? ¿Podrá lograrlo?… NPI. Pero esperamos que así sea.

Entre los políticos, casi siempre se imponen sus aspiraciones personales. ¿Es un problema de irracionalidad? ¿O es un problema educativo? ¿O un problema de nuestra historia?

La renuncia de Durazo y muchos otros, nos hablan de lo mismo. Vivimos siempre la misma historia.

Siguen los corruptos

La corrupción en México está metida hasta la médula en el sistema político mexicano. Sobran (y sobrarán) los casos de corrupción estilo Emilio Lozoya en todos los niveles de gobierno. Hay muchos ejemplos.

Esta vez menciono a dos muy recientes: Raymundo Collins, ex titular del Invi (Instituto de Vivienda) y de la Central de Abasto (CEDA), cuando Miguel Mancera fue Jefe de Gobierno en la CDMX; y Emilio Zebadúa, ex Oficial Mayor de dos secretarías en la época de Enrique Peña Nieto.

Raymundo Collins, corrupcion
Imagen: Reporte Índigo.

En una casa de campo de Collins, frente al lago de Tequesquitengo, en Morelos, se cateó y se encontraron 41 autos clásicos y obras de arte que no aparecían en su declaración patrimonial. Cosa tradicional entre los políticos.

Collins tiene con una orden de aprehensión ratificada en septiembre pasado por el negocio de un predio que hizo durante su gestión en el Invi. Pero está prófugo y falta que lo detengan.

Por otro lado, está Emilio Zebadúa, pieza clave de la “Estafa Maestra” como Oficial Mayor de las dos secretarías que dirigió Rosario Robles (Sedatu y Sedesol) quien se presentó hace algunos días ante la Fiscalía General de la República (FGR), para colaborar en las investigaciones a cambio de buscar su inmunidad penal. Que más bien es conseguir su “impunidad”.

Buscaba lo que jurídicamente se conoce como “Criterio de Oportunidad”, lo que lo obliga a colaborar en las investigaciones a cambio de su inmunidad.

¿Se le pueden exonerar sus culpas a cambio de colaborar? No.

Lo que se debe buscar primero es el dinero. ¿Dónde quedó?

la estafa maestra, Rosario Robles
Imagen: Ruleta Rusa.

Más dinero a los corruptos

Seguimos con el mismo esquema de partidos, pero ahora hay tres nuevos: Redes Sociales Progresistas, Fuerza Social por México y Partido Encuentro Solidario.

Cada uno de ellos recibirá cerca de ¡200 millones de pesos!

Dijo Sergio Aguayo: “Me indignó enterarme por Reforma que los partidos de Erik Flores, Elba Esther Gordillo y Pedro Haces (zánganos revoloteando en la órbita de Morena) recibirán este año 79 millones de pesos y para el 2021 ¡600 millones! Carecen de congruencia y vergüenza” (Reforma, 29/X/2020).

“Zánganos revoloteando en la órbita de Morena”, coincido con Aguayo. Hemos vivido entre zánganos toda la vida y seguiremos igual.

Entre el prometer y el hacer quedará sepultada la historia de la 4T. Aunque AMLO no lo reconozca.

juicio a presidentes
Imagen: El Informador.

La Cueva del Delfín

En Estados Unidos ganó Biden. Pero eso muy poco nos importa. La política migratoria de Estados Unidos será igual de brutal o peor. México no gana ni pierde. Ya tenemos suficientes problemas con los políticos corruptos.

¡Vientos huracanados!, si no me piden contar los votos en Estados Unidos, nos veremos por acá la próxima semana.


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La Suprema Corte

La respuesta de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) para avalar la propuesta de AMLO, fue muy clara: su pregunta no sirve y fue modificada. La Corte la cambió definitivamente. La decisión se tomó por la diferencia mínima de un voto y con eso se hace evidente la dificultad que tenía la Corte sobre este tema.

Para muchos académicos, periodistas, políticos y público en general, la SCJN se rindió frente a AMLO para no frenar las decisiones autoritarias del presidente. La verdad, su resolución fue muy distinta… “Un Galimatías” se le llamó.

Al escuchar las declaraciones de un par de magistrados, se entiende que mantuvieron un diálogo serio, fundamentado y con muy distintos argumentos.

La pregunta enviada por AMLO a la Corte decía: “¿Está de acuerdo o no con que las autoridades competentes, con apego a las leyes y procedimientos aplicables, investiguen, y en su caso sancionen, la presunta comisión de delitos por parte de los expresidentes Carlos Salinas de Gortari, Ernesto Zedillo Ponce de León, Vicente Fox Quesada, Felipe Calderón Hinojosa y Enrique Peña Nieto antes, durante y después de sus respectivas gestiones?” (Reforma, 01/X/2020).

juicio a expresidentes
Imagen: Proyecto Justicia.

Todo eso se cambió. La Corte la formuló así: “¿Estás de acuerdo o no en que se lleven a cabo las acciones pertinentes, con apego al marco Constitucional y legal, para emprender un proceso de esclarecimiento de las decisiones políticas tomadas en los años pasados por los actores políticos, encaminado a garantizar la justicia y los derechos de las posibles víctimas?” (Ibid.).

Esta pregunta ya no se puede modificar y es constitucional. Se rechazó la planteada por AMLO y se eliminaron los nombres de los expresidentes. Ya no se habla de ellos. No se habla de investigaciones. Tampoco de sanciones… ni mucho menos de delitos.

De hecho, podría servir no sólo para los expresidentes, sino para una larguísima lista de funcionarios que tomaron “decisiones políticas”, afectando a una buena cantidad de gente. ¿Ganamos algo con eso? No… ¡No ganamos nada!

Con el creciente clima de polarización social. Con el “cambio de régimen” que busca la 4T. Y con los conflictos políticos de Morena, la respuesta de la Corte fue una “salida amable” para evitar un conflicto mayor entre el poder Ejecutivo y el Judicial.

De todas formas, la famosa “pregunta”, no servirá para nada. No conseguiremos nada cuando se haga. Y, lo peor de todo, su altísimo costo (8 mil millones de pesos), es excesivo.

consulta votos, suprema corte
Imagen: Sin embargo.

Si la ley es la ley y funciona (al menos eso queremos creer), muchos de los delitos de los expresidentes deberían ser juzgados. No se necesita una consulta para eso. Si los delitos de algunos de ellos ya “prescribieron” por el tiempo, nos vamos a quedar con las ganas de su juicio.

O tenemos que conformarnos con las historias que se harán sobre esos delitos. Las historias estarán llenas de criterios políticos… ¿O no?

Cuauhtémoc Gutiérrez

Dos notas revivieron el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, conocido como el “Príncipe de la Basura”.

Él es uno de los 89 hijos que tuvo el viejo Zar de la Basura, el priista Rafael Gutiérrez Moreno, quien fue asesinado por órdenes de una de sus 39 esposas, en 1987.

Si esta breve introducción no le puso los pelos de punta, espere a revivir la historia de su hijo Cuauhtémoc.

Hace unos seis años, el equipo de investigaciones especiales de Carmen Aristegui dio a conocer la historia de una red de prostitución que tenía Cuauhtémoc Gutiérrez (que era líder del PRI en la CDMX), la cual pagaba ¡con nuestros impuestos!

Se armó un lío… Fue denunciado. Y fue defendido por periodistas como Ciro Gómez Leyva, quien calificó el trabajo de Carmen Aristegui como “fakenews”.

¿Por qué? Porque en ese tiempo las autoridades correspondientes decidieron absolverlo. Es más, ni siquiera lograron expulsarlo del PRI.

El 11 de septiembre de este año, la Jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum, declaró que la Fiscalía capitalina realizará una “investigación profunda”. “En el caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre no se reabre el caso, sino que se retoma la investigación y va a ser una investigación a fondo” (Reforma, 12/IX/2020).

Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre
Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre (ilustración: Libertad de Expresión Yucatán).

Lo que quieren demostrar es el compromiso de la Fiscal de la CDMX, Ernestina Godoy, para mejorar la procuración de justicia en la Ciudad de México. Dijo Godoy: “De una revisión a ésta, se encontraron diversas irregularidades, como testimonios insuficientes, filtraciones y búsqueda deficiente… He tomado la decisión fundada, motivada y apegada a derecho: de ampliar las diligencias para perfeccionar la investigación del caso de Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre, con el objetivo de encontrar la verdad y la justicia” (Ibid.).

Cuando se hizo la investigación, se decidió expulsar a Gutiérrez de la Torre del PRI. Pero eso nunca sucedió.

La ex presidenta de la Comisión de Justicia del PRI, Italy Ciani, lo confesó en una entrevista. Dijo que el mismo presidente de ese partido en ese tiempo, César Camacho, fue quien le pidió frenar su expulsión.

Las declaraciones de Ciani

En una entrevista con Carmen Aristegui, declaró: “Estábamos listos para resolver… Estaba yo saliendo de su oficina (de Camacho) cuando me dijo: ‘¿qué vas a hacer?’ Le dije: lo voy a expulsar” (AN, 06/X/2020).

corrupcion leyes mexicanas
Imagen: Reporte Índigo.

Y sigue: “(César Camacho) Me dijo siéntate, vinieron una serie de excusas, falacias argumentativas que terminaron con una indicación muy clara para mí que era una orden para absolverlo, lo cual me colocó en un dilema porque poquito o mucho, yo he trabajado y dedicado parte de mi vida profesional a la defensa de los derechos de las mujeres” (Ibid.).

Y renunció al PRI. Las acciones de las autoridades han sido poco serias. Muchas injusticias tienen tintes políticos. Pero hay víctimas y hay denuncias.

¿Serán muestras de la llegada de La Ley a este país?… NPI. “Al carajo la política, soy muy feliz hoy”, dice Ciani.

La Cueva del Delfín

Sentimos mucho la muerte de don Mario Molina. Más allá de haber conseguido un Premio Nobel, era un gran científico y amigo.

¡Vientos huracanados!, si no me piden escribir galimatías como los ministros nos veremos por acá la próxima semana.


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En marcha el gatopardismo público chilango

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Con un bombo y un platillo, y con semblante bíblico pandémico, y sin mediar faena del impronunciable e inmemorable –más bien, harto difícil de memorizar– Instituto de Planeación de la Ciudad de México, que supuestamente está facultado para ello pero a la fecha no se ha constituido, y después de prácticamente dos años de administración chilanga, la tlatoani citadina presentó recientemente, en el Congreso local, el Plan General de Desarrollo de la CDMX, instrumento que dispone la Visión, los Objetivos, las Estrategias, las Líneas de acción y las Metas para el Crecimiento y el Desarrollo, en general, de la Ciudad de México, con una mirada al 2040 y con base en un oxímoron que han denominado ¡diagnóstico estratégico! ¿Por qué un oxímoron? Pues bueno, apoyándonos en los entendidos en palabras y sus significados,[1] un diagnóstico estratégico integra una combinación de dos palabras de significado opuesto que originan un nuevo sentido, lo que, después de una lectura del plan general, se corrobora plenamente. Ya que, por un lado, todo diagnóstico se funda en una labor analítica y dirigida a distinguir y separar las partes de un objeto, una situación o un fenómeno para conocer su composición y, por tanto, para evaluar los problemas de diversa naturaleza –en nuestro caso, las circunstancias socio-espaciales chilangos–, que componen y/o conforman dicho problema o fenómeno observado, con un sentido empírico y objetivo –porque procede del Objeto– pero, por otro lado, lo estratégico resulta ser una acción –en un sentido directivo y artístico– subjetiva, al proceder del sujeto, quien dirige o dicta el trazado o las líneas –estratégicas, ¡obviamente!– que guían la mirada de lo observado, haciendo las veces de lentillas oftalmológicas con visión no sólo 3D sino 4T.

Ahora bien, no vaya a usted a creer que esto compromete por completo lo señalado en dicho plan general, no, no, ¡para nada! Sí, de hecho, este oxímoron en sí mismo representa una innovación, al menos desde una perspectiva de la narrativa literaria-pública-administrativa contemporánea, ya que cuenta con una originalidad propia que le distingue adicionalmente a su disertación convencional –al estar armonizado con las Convenciones y Acuerdos Internacionales en las diversas materias que trata–, que lo invade como inmueble deshabitado de la Ciudad y, asimismo, a su épica adjetiva –que le deviene de lo accidental, lo secundario o lo no esencial– que contiene algunas novedades y mejoras que son nativas de la Constitución de la CDMX y que resultan muy progresistas y provechosas.

¡Agarre usted lugar que se va a poner bueno!

El venturoso diagnóstico estratégico del plan general declara, entre muchas otras cosas, en su aparatado –estratégico, obviamente– Ciudad con equilibrio y orden territorial que:

“La condición de inequidad territorial (de la Ciudad de México) se fortalece con la insuficiencia de instrumentos de planeación y ordenamiento urbano, acordes con las nuevas transformaciones, con una visión metropolitana y de derechos… Existe un universo desactualizado y disperso (hasta ahí, vamos bien; quizás, faltaría decir un multiverso) de normas y programas de ordenación territorial y ambiental, cuya aplicación ha sido compleja y en muchos casos discrecional” –énfasis añadido–.

gatopardismo publico
Imagen: The Australian.

Ahora bien, por su parte, el lozano y flamante Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente 2019-2024, publicado también por la tlatoani chilanga, el 4 de noviembre de 2019 y reformado el 25 de junio de 2020, y actualmente vivito y coleando, declara, a su vez, que:

“…el principal problema del acceso a una vivienda en la Ciudad se aprecia en dos aspectos fundamentales: el precio y la localización. Adquirir un inmueble o alquilarlo en las zonas con mejores condiciones de servicios básicos, infraestructura y equipamiento urbano, acceso al empleo y espacios públicos, resulta cada vez más difícil –en especial, para sectores de bajo ingresos–, entre otros factores, por el comportamiento del mercado inmobiliario y la velocidad con la que los precios de los inmuebles se han elevado en los últimos años–énfasis añadido–.

Y… por si fuera menor el desasosiego provocado… ¡agárrese usted!… también indica, el programa especial, que es necesario:

“…generar mayor inversión privada en vivienda incluyente, respetando los usos de suelo, disminuyendo su costo, con el objetivo de brindar vivienda adecuada a un mayor número de personas” –énfasis añadido–.

Oiga, y usted se preguntará, ¿dónde quedó la bolita?, incluso, según el diagnóstico estratégico, ¿qué no, supuestamente, existe un multiverso desactualizado de normas y programas?, ¿una insuficiencia de instrumentos de planeación y ordenamiento urbano en la Ciudad de México?, ¿no quesque el principal problema de la vivienda, especialmente para sectores de bajos ingresos, es precisamente el comportamiento del mercado inmobiliario?

Por un lado, nos recitan, con base en el diagnóstico estratégico, cuyo propósito presuntamente se orienta a lograr distinguir, separar y clasificar correctamente la realidad reinante, que el marco que regula las edificaciones y las viviendas y, asimismo, el mercado inmobiliario en la Ciudad, son –con otras palabras– un desastre; para después proclamar, una vez más con gesto bíblico y gentil, refinada y democráticamente, la letanía de que ¡respetarán los usos del suelo! ¿Entonces?… ¿Cómo? ¿Qué no, supuestamente, el marco regulatorio es un desastre o, en palabras con visión 4T, está desactualizado, disperso y resulta insuficiente? Diría el clásico “así como digo una cosa digo la otra” o debemos entenderlo como un síntoma pandémico más de los formidables reformadores y renovadores de la política chilanga de vivienda, en un nítido y manifiesto gatopardismo administrativo… porque, oiga usted, ni modo que el gobierno no respete y observe a cabalidad lo dispuesto y mandatado por su marco regulatorio, nada más faltaba.

Esta refinada y falaz narrativa esconde camaleónicamente la incapacidad o desinterés de la administración actual de dar cauce y administrar los procesos de participación ciudadana para actualizar –y, según sus dichos, concentrar y ordenar– las normas y programas de ordenamiento urbano y territorial de la Ciudad de México; pues, para muestra no un botón sino su política pública más emblemática, el Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente 2019-2024, ¡que se funda íntegra y firmemente en el marco de regulación urbana vigente! Sí, escuchó bien, el programa especial que busca resolver o, al menos, mitigar el déficit de vivienda social y popular se basa en los “usos del suelo” de hace 12 años y dos administraciones atrás, y, por tanto, ya se encuentra desactualizado, tal y como la propia administración ha diagnosticado estratégicamente en el Plan General como:

 “…un universo desactualizado y disperso de normas y programas de ordenación territorial y ambiental, cuya aplicación ha sido compleja y en muchos casos discrecional”… liso y llano gatopardismo orientado a cambiar todo para que las cosas sigan iguales.

viviendas incluyentes
Imagen: Nexos.

En todo este concierto de generalidades, lugares comunes y originalidad desbordada de los planes y programas generales y especiales vigentes chilangos, destaca una singularidad conceptual esencial en materia de ordenamiento territorial, particularmente en relación con las líneas de acción, estrategias y metas formuladas para las acciones de vivienda incluyente. Ya que, en su búsqueda por reglamentar las disposiciones de carácter social y de interés general que entrañan el párrafo sexto del artículo cuarto y, asimismo, el inciso 1, apartado E, del artículo noveno, de la constitución federal y de la constitución local, respectivamente, sus autores dotados con lentillas oftalmológicas que les permiten conquistar una mirada 4T y con base en la idea y (pre)supsuestos del Programa Especial de Regeneración Urbana y Vivienda Incluyente 2019-2024, proponen, con el hilo negro del urbanismo inmobiliario de cuña liberal y, obviamente, de cuarta… generación, un incremento significativo de la producción (de) viviendas nuevas que sean incluyentes y bien localizadas y diversificar su oferta.

Suena bien chido esto, ¿cierto?, pero ¿qué no la vivienda incluyente que proponen en el multimencionado programa especial resulta ser el 30% de las viviendas que los desarrolladores de vivienda media y media residencial incluyen por obligación en sus desarrollos y, asimismo, que incluyen en los territorios del Programa Especial… de Vivienda Incluyente? Y, entonces, ¿se piensa resolver este problema –que, bueno, digamos que ni es algo nuevo o desconocido ni extraño en la historia pública administrativa citadina– con los avatares del mercado inmobiliario? Caray, ¡pues no quedamos que había quedado diagnosticado estratégicamente que el comportamiento del mercado inmobiliario es uno de los principales problemas del acceso a una vivienda en la Ciudad de México!

¡Se habrá visto semejante disparate! La paradoja se hospeda en los confines del pensamiento capitalista liberal más optimista, que, parafraseándome, sigue pensando y proclamando demencial y doctrinariamente –como si les fuera la vida en ello–, desde el individualismo más optimista y liberal, que el empresariado como sistema es el único agente o sujeto económico generador de riqueza; fortaleciendo así y en una suerte de ilusionismo transhistórico doctrinario, el supuesto genealógico de la riqueza económica basado (única y exclusivamente) en la natural y humana persecución del interés individual. Pensamiento éste que el sistema público-administrativo, por omisión o comisión, imposta en su política pública, sin más consideración –o más bien con desconsideración– que aquella que resulta de creer que sólo a través de la inversión inmobiliaria privada es posible proveer de vivienda a los grupos familiares citadinos más desfavorecidos. Desconociendo o negando majaderamente lo que el tercer párrafo del Artículo 27 Constitucional, magistralmente redactado y sugerido a sus amigos legisladores por Miguel Ángel de Quevedo, delimita con suficiente precisión como la diferencia formal entre lo que debe considerarse como propiedad privada de los elementos naturales susceptibles de apropiación –entre los que destaca, el suelo–, y aquello que debe considerarse como propiedad comunitaria.

Esta última definida constitucionalmente como las modalidades de uso y aprovechamiento de dichos elementos naturales que dicta el interés general, siempre con una orientación a la mejor distribución de la riqueza pública –social y comunitaria–,justamente en razón de sus disposiciones regulatorias (para mayor abundancia en este tema léame usted, a esta misma hora y en este mismo canal, en La riqueza de las ciudades. Adam Smith revelado entre líneas).

desigualdad
Imagen: Hanna Barczuk.

Y, de esta forma, se está subordinando la construcción de vivienda social y popular a las visicitudes de la economía de mercado, a su condición sine qua non: la persecución a ultranza de un beneficio económico o una utilidad considerable –utilidad que, al menos, tendría que ser mayor que la tasa de los Cetes, ¡pues!–, lo que, de suyo, no resulta ser ni pérfido ni maligno, sino simple y llanamente la condición básica de dicho modelo económico, que resulta ser comercialmente natural pero no estatalmente adecuado. Y, una vez más, nos preguntaríamos que, entonces, el derecho constitucional a una vivienda digna, decorosa y adecuada, ¿depende del 30% que deriva de dicha economía de mercado? Y, asimismo, de ese 30% de viviendas, ¿están consideradas, en el proyecto de inversión inmobiliaria, como activos o como pasivos?, ¿se les integra en su precio final de venta la utilidad de mercado?, o, dicha utilidad, ¿se relocaliza al 70% de las otras viviendas? Y, entonces, ¿finalmente quién paga las vicisitudes del comportamiento del mercado inmobiliario?

No será que ¿el dichoso programa especial –dichoso, por su exuberancia de dichos, ¡no se lo tome a mal!– implanta una visión preponderantemente utilitarista a la construcción y provisión de vivienda social y popular en la Ciudad de México? Ya sea por omisión o comisión, se le está considerando a la regulación urbana del suelo como parte de la riqueza privada y no, como debe ser, riqueza pública y comunitaria construida social e históricamente que, por mandato constitucional, tiene por objetivo hacer una distribución equitativa de dicha riqueza pública. El gatopardista programa especial esconde un acto de privatización de la riqueza citadina y comunitaria y considera, única y exclusivamente –y desde una visión 4T– que la provisión de vivienda social y popular sólo es factible dentro del modelo de maximización de la renta económica de los proyectos de inversión inmobiliaria privados, tergiversando y pervirtiendo la esencia de lo que establece el párrafo sexto del Artículo 4º  Constitucional y… por si a usted esto le parece poco… con base en un diagnóstico estratégico invidente o de visión oftalmoideológica 4T.

El dichoso programa especial muestra o –después de su lectura– genera síntomas muy similares a los del Covid-19: desorientación, visión borrosa o mirada 4T, dolor de cabeza, pérdida del sentido, sensación de falta de aire y hasta erupciones cutáneas. Pero, especialmente, cansancio. Sí, cansancio de evidenciar, una vez más, el desconocimiento gubernamental de las características y condiciones singulares de la construcción de la vivienda social y popular y de sus agentes y, asimismo, inconsciencia de que el estado debe proveer los instrumentos y mecanismos de interés público y general –y, por lo tanto, fuera del libre mercado–, para garantizar el derecho de toda familia mexicana y obviamente chilanga a disfrutar una vivienda digna y decorosa. Y no, como se sugiere en el programa especial, el 30% de las viviendas residuales de las acciones de los agentes económicos inmobiliarios cuyo interés es la vivienda media y/o media residencial.

gatopardismo publico
Imagen: Víctor Solís.

Esta mirada 4T ignora rotundamente que la escencia de la construcción de vivienda social y popular en la Ciudad de México está enraizado literalmente al suelo, sí, a la propiedad social y comunitaria del suelo, aquel suelo que debe derivar de la distribución equitativa de la riqueza comunitaria citadina, para que las familias y grupos demandantes de vivienda social y popular tengan acceso ¡a suelo barato y bien localizado!

Sí, suelo bien ubicado para el desarrollo de sus conjuntos de vivienda, diseñados y materializados con base en sus modelos y sistemas históricos y comunitarios de autopromoción, autogestión y, hasta en ocasiones, de autoconstrucción; echando mano de esa riqueza pública que entraña la norma urbana y que debe ser distribuida con sentido de justicia social y equitativamente, y no como lo establece el multidichoso programa especial, entendida como propiedad privada que se integra a través de las acciones de la, graciosa y utópicamente llamada, vivienda incluyente… evidenciando el peculiar gatopardismo público chilango en marcha.


[1] Notas:
Del Diccionario de la Real Academia Española:
Diagnóstico
Del gr. διαγνωστικός diagnōstikós.
m. Acción y efecto de diagnosticar.
Diagnosticar
Tr. Recoger y analizar datos para evaluar problemas de diversa naturaleza
Analizar
Tr. Someter algo a un análisis
Análisis
Del gr. ἀνάλυσις análysis.
m. Distinción y separación de las partes de algo para conocer su composición.
Estratégico
Del lat. strategĭcus, y este del gr. στρατηγικός stratēgikós, der. de στρατηγός stratēgós ‘general de un ejército’
Adj. Perteneciente o relativo a la estrategia.
Estrategia
Del lat. strategĭa ‘provincia bajo el mando de un general’, y este del gr.στρατηγία stratēgía ‘oficio del general’, der. de στρατηγός stratēgós‘general’.
f. Arte de dirigir las operaciones militares.
f. Arte, traza para dirigir un asunto.
f. Mat. En un proceso regulable, conjunto de las reglas que aseguran una decisión óptima en cada momento.
Oxímoron
Del gr. ὀξύμωρον oxýmōron
m. ret. Combinación, en una misma estructura sintáctica, de dos palabras o expresiones de significado opuesto que originan un nuevo sentido, como en un silencio atronador.


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¿Estuvo fuera de lugar?

Lectura: 4 minutos

Muchas cosas han sucedido durante estas últimas semanas, algunas son destacadas o tienen un significado muy grave; el distanciamiento entre el presidente y varios gobernadores, especialmente con el de Chihuahua, muestran la polarización política, que desde luego no está originada sólo desde el poder Ejecutivo, pero también participa; el ataque a los fideicomisos, así en general, y muy probablemente su desaparición, significa la necesidad del gobierno federal de manejar todos los fondos posibles para poder cumplir sus planes, además que muestra su falta de simpatía con organizaciones que tengan participación de la sociedad civil; la falta de resultados en la violencia; los resultados, cuando menos dudosos en el control de la pandemia, la crisis económica que ya venía mucho antes de la pandemia, pero que se ha agravado con ella.

Respecto a esta crisis, destaco que ayer durante una reunión con empresarios, los únicos tres que ocupaban el escenario sin usar cubrebocas eran el presidente, el secretario de hacienda y su asesor financiero, Alfonso Romo, quienes, por cierto, en otras circunstancias sí lo utilizan, como cuando se reúnen con AMLO no hay que utilizarlo. En el radar se encuentra también la manifestación de FRENAAA, las manifestaciones de los grupos feministas, y la toma de las oficinas de la Comisión de Derechos Humanos.

Por otra parte, en cuanto al recién discurso del titular del poder Ejecutivo, con motivo del CXXV aniversario de la fundación de la ONU, quiero señalar algunos puntos. En esta ocasión, el mensaje de México revestía una gran importancia, primero por el significado de la conmemoración y después porque nuestro país forma parte del Consejo de Seguridad. Este órgano de la ONU tiene una particular importancia en las acciones que lleva a cabo, está conformado por quince miembros, cinco permanentes, los triunfadores de la Segunda Guerra Mundial, y otros diez que van siendo seleccionados alternativamente, no muchos países son invitados o considerados para formar parte del Consejo de Seguridad, México es miembro, con esta ocasión, por octava vez en la historia de la ONU.

amlo fuera de lugar

Había muchos temas que debía tratar el Sr. Presidente, los problemas económicos surgidos o agravados por la pandemia, la pandemia misma, el fenómeno de la emigración en el mundo y del que México participa como país de tránsito, pero que en el mismo han emigrado muchos habitantes e históricamente se ha distinguido por ser un gran sitio de asilo. También estaba la posibilidad de que hablara sobre la crisis ecológica que atraviesa nuestro planeta, las energías renovables, la crisis del petróleo, la crisis del agua potable y la de uso para producir alimentos y seguramente muchos otros.

Pero no hizo nada de esto, emitió un mensaje, que algunos podrían pensar que fue pobre, chabacano, pero yo pienso que no fue así. En realidad, lo que pasa es que el concierto internacional no le interesa y aprovechó la oportunidad para enviar una charla, una homilía, no a la comunidad internacional sino tanto para sus seguidores como detractores, todos los del ambiente local. Con sus mensajes lo que consigue es exaltar los ánimos de sus simpatizantes e irritar a veces, de manera muy intensa, a sus no simpatizantes; es un experto en conseguirlo, creo que lo hace deliberadamente y con ello ha ido polarizando los temas, los ambientes y las situaciones.

Su mensaje inició con una nueva reclamación por el descubrimiento de América y su colonización, un reclamo a Isabel la Católica, Carlos I de España y V de Alemania, e incluso, a Felipe II (que no VI). No entiendo muy bien qué solicita, lo que sí parece es que despierta ánimos ultranacionalistas. Para llegar a lo que ha llamado la Cuarta Transformación, empezó por mencionar la primera, y de manera muy simplista se refirió a don Miguel Hidalgo y a don José María Morelos, sin poder resumir el complejo fenómeno que fue la Independencia de la Nueva España, sus orígenes, sus causas y sus consecuencias. Pasó después a la Reforma y a don Benito Juárez que, por cierto, aquí no se refirió a las invasiones francesa y norteamericana que marcaron la época, pero sí hizo referencia a que el padre del dictador Mussolini le puso Benito en honor al Benemérito de las Américas (¡¡!!). Paso luego a la Revolución mexicana y mencionó a don Francisco I. Madero, Francisco Villa y Emiliano Zapata; aquí no supimos por su mal discurso si el líder agrario era uno u otro, no destacó que la Revolución fue el primero de los movimientos sociales del siglo XX, ni tampoco resaltó sus logros y fracasos.

Al final, volvió a enfatizar la Cuarta Transformación y la necesidad de hacerla, destacó sus ayudas a los pobres a través de diversos programas y los medios para conseguirlo. Resaltó “¡la venta del avión presidencial!”. Casi a punto de concluir, destacó el valor de las remesas, el dinero que envían los mexicanos o hijos de mexicanos desde Estados Unidos a México, haciendo ver como si fuera un éxito de políticas públicas y no como un complejo fenómeno social, antropológico, que quizá demuestre el fracaso de las políticas, no sólo de este gobierno, sino de todos los postrevolucionarios. Luego se refirió, rápidamente, a la esperanza que significa el tratado comercial con Estados Unidos y Canadá.

Creo que la pobreza de este sermón se debe a que no estaba dirigido a la comunidad internacional, mucho menos a los representantes de diversos países en la ONU, más bien estaba diseñado para consumo local; entonces hay que aceptar que estaba perfectamente hecho, desde la escenografía, el vestuario y el mensaje.


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