4T

México versión βeta

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Cada vez son más las personas que consideran que a 18 meses de la toma de posesión de la 4T, sigue sin percibirse un país con rumbo, con imaginario integrador y sentido local, regional y global. Se reconoce sí, una actitud iconoclasta sin por tanto haber generado un constructivismo alterno que dé lugar a una visión de país que convide imagen de dirección y de destino. Dicho en otras palabras, México anda sin rumbo.

Los empresarios lo han hecho mal, no han logrado constituirse en una representación plural e incluyente y se decanta en ese gremio una actitud de dominio del más fuerte. Se logró conciliar un documento con recomendaciones, muchas, tantas que nació blindado y débil, donde es difícil reconocer un paradigma transformador, de inteligencia para una mejor sociedad, economía y país. Retirados a medias, más reflexivos sin duda gracias a la pandemia, siguen operando de manera virtual y repitiéndose en alambiques donde se fermentan las ideas y donde no hay diálogo que motive y trascienda. La perinola en juego sigue cayendo siempre en el canto del todos ponen y eso no gusta.

Los intelectuales buscan refugiarse en guetos de poder, de medios de comunicación algunos conniventes y mesurados en sus opiniones para de esa forma mantenerse en la posición privilegiada de interlocutores y promotores de una plausibilidad artificial cuando no a-modo. Algunos periodistas hacen circular en las redes lo que no pueden expresar en sus medios. Otros, tiran escopetazos, recogiendo actitudes más que datos para hacerse sentir militantes de la turba enojada o del clan molesto y sostenerse como representantes de una línea de opinión. Otros, se dejan seducir por mandatos oscuros, sectarios, criminales, extranjeros o partidistas que orientan pensamientos unidireccionales, obtusos.

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Ilustración: Peter DeHart.

Se multiplican los webinars, los conversatorios entre iguales donde se pierde la opinión, la apertura, la toma de riesgo y la expresión libre de las ideas. Vamos cada vez más hacia una percepción desde esferas de sentido como las que propone el filósofo Peter Sloterdijk, cada cual extrañando su placenta referencial y volviendo a ella. Ya lo decía Abraham Moles, contradiciendo a Marshall McLuhan, la aldea global es un gran mito. Hay ciertamente esferas que semejan globos –incluso en medio de la pandemia no hacemos sino mirarnos el ombligo–: mejor que él, peor que el otro, sólo vemos lo que invade nuestros entornos cerrados a través de las redes sociales, los mensajes teledirigidos desde un marketing cada vez más inteligente, más cercano e intrusivo. No hay aldea global, hay aldeas en la globalidad que filtran todo a través de su propia cotidianidad, el referente, la inmediatez que se impone. Cada sociedad gusta de su propia miopía, de su propia esfera de sentido, de su zona de confort.

¿Los partidos políticos?, hoy no existe ninguno que sepa expresar con claridad una visión del país de sus deseos. Su actitud es totalmente clientelista e ideologizada y como decía Louis Althusser, la ideología es el cemento de nuestra sociedad.

Algunos soñadores alternativos encerrados en sus burbujas también mediadas o enredadas abogan por un mundo nuevo, por una nueva normalidad, por un cambio sustantivo en los valores. Se trata de quienes piensan que éste ha sido un tiempo para la reflexión interior cuyo resultado mostraría el yerro humano y sus conductas depravadas.  Esa conciencia está, sin embargo, lejos de ocurrir, vemos reaparecer a der kline Mensch (el hombrecito), quien tras la crisis reactiva su imaginario de necesidades acordadas a la profundidad de su bolsillo y al vacío de su conciencia.   

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Ilustración: Egade.

En uno de esos memes que parodian la situación actual leí hace unos días una extrapolación súper pertinente del cuento de Augusto Monterroso, “y cuando despertamos la crisis estaba aún allí…”, la crisis de una humanidad en lucha por sus propias definiciones, no la sanitaria que, aunque vuelva en breve, habrá circunstancialmente terminado.

México tiene todos los elementos de un mecano complejo –ese juego que nos fascinó a quienes nacimos en los albores de la segunda mitad del siglo pasado y que subía hasta el nivel 10 de complejidad de los elementos en juego, permitiendo fabricar desde una palanca simple hasta un puente levadizo eléctrico–. México es un territorio relativamente nuevo, de migraciones, de hegemonías prehispánicas, coloniales, independentistas, revolucionarias, priistas neoliberales y cuatri-transformadas. Es un espacio de mezclas étnicas, de convivencia de culturas de modernidades y retrasos, de pensamiento mágico y racionalismos fifí (¿?), es también un biotopo de ecosistemas diversos. Se trata en fin de un buen y subutilizado laboratorio del planeta.

La mexicanidad es una fuerza dinámica y en construcción, detenida a veces y precipitada en otras ocasiones. México no está en su mejor momento de imagen en el mundo, la imagen del país –ya lo hemos dicho– no es tanto buena o mala, es chica. Muchos países tienen situaciones más difíciles, pero mejor imagen. La competencia intra-nacional e internacional ha hecho que el país se divida en regionalismos cuya identidad lucha con la nacional.

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Ilustración: Nexos.

Se es hoy preferiblemente yucateco, regio, jalisciense, etc., que mexicano, ¿por qué?, ¿qué ofrece la nacionalidad que no se encuentre en el regionalismo? Además de un pasaporte, una imagen de país deteriorada y empequeñecida a base de malas prácticas de gobierno, administrativas y referentes delincuenciales que comunican un estado de barbarie.

Ante el microscopio social, los mexicanos aparecen como los principales promotores de su propia denostación y no parecen encontrar las motivaciones para proyectar un paradigma construccionista y positivo.

Esta crisis, la que precede y sucederá al COVID-19, es también una oportunidad para el ejercicio y la expresión de nuevos actores que, al horizonte natural y pragmático de las próximas elecciones, pueda plantearse un imaginario distinto, mejor, sustantivo y que convide a su materialización. Una versión βeta de México que llegue a ser αlfa, puede tener lugar en el ánimo de quienes reconozcan riqueza en las corrientes integrales de la identidad nacional y sepan aprovechar el flujo de energía positiva necesaria que derive de su análisis, para aplicarse a la reconstitución pragmática de la sustancia económica, cultural, social, política y de la imagen-país. El reloj no se detiene.


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Lenguaje y acción

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Pleitos, broncas, mentadas, insultos, denostaciones por todas partes, más y más divisiones. A México ya no le duelen sólo sus diferencias sino las nuevas y muchas veces innecesarias querellas que se asocian a ellas.

La 4T nació con un afán enorme de transformación, quiso iniciar con la hegemonía de la imposición, dividió y creo nuevas otredades apuntándolas como el origen del mal, en vez de hacer caso a su propio lema de “Juntos haremos historia”. Uno, entre su rosario de grandes y dolorosos errores. La historia no se impone, se teje con tiempo, con el impulso a vectores y se decanta cuando se logran tejidos que constituyen urdimbre para un sentido y proyecto de nación. A veces, de vez en cuando, esos tejidos constituyen las capas históricas que ennoblecen a las naciones, dignifican y dan identidad, orgullo.

Escuchaba hace pocos días, con ingenua nostalgia el discurso del presidente Putin en el aniversario de la victoria sobre el nazismo. Señalaba la importancia espiritual de los símbolos que fraguan el alma rusa y hablaba de los retratos de los padres, los abuelos que lucharon a punto, en muchos casos, de entregar su vida. Agachamos la cabeza, decía Putin, ante la generación de los vencedores que tanto hicieron por la patria, ante cuya hazaña el tiempo palidece.

No hay en la memoria histórica ellos y nosotros, ¿o sí?, presidente López Obrador. ¿Se hablará de la 4T como el triunfo de los buenos, de los honrados de los pobres, de los morenos, de las etnias?  No lo creo, no lo siento por más que lo quisiera.

AMLO populismo
Ilustración: Instazu (EsDePolitologos).

La 4T comete un error mayor que la condena a un ostracismo sectario, abusa de un lenguaje divisivo que le resta poder y que le costará mucho en las próximas elecciones. La 4T se hizo legítimamente, es cierto, del poder de casi todas las estructuras de gobierno en los tres poderes, pero adolece, reconozcámoslo, de método sistémico para ejercerlo y ante la diletancia, el miedo a equivocarse, a ser juzgado por el rasero de la justicia unipersonal y subjetivo de la figura presidencial, el poder de las instituciones y de las personas que las representan se cede a la figura que no se equivoca (¿?), que no sabe echar marcha atrás por más que se demuestren sus errores.

Esto hace tristemente que el poder se concentre en una figura única, la del presidente de la república. Un hombre que se mira en el espejo y se dice bueno, pero que no escucha, que no aprende, que no sabe, porque en el fondo es ¡oh sorpresa! (nur ein kleiner Mensch),sólo un hombrecito, con sus pequeñeces y sus momentos de grandeza humana, un hombrecito solo, que oye, pero no escucha porque teniendo disciplina, adolece de método, no aprende, no crece. Está solo con su enorme poder.

El poder unipersonal en que se baña el presidente mexicano debilita paradójicamente la fuerza de su movimiento de regeneración nacional, debilita la economía moral que no está teniendo la fuerza para promoverse, quedando en un mero artificio, por cierto poco original, del debilitado lenguaje de la 4T.

Las clases medias que votaron por MORENA, que votaron por AMLO con la ilusión de un tiempo de justicia y mayor equidad, los meseros que pagaban la primera escuela privada para sus hijos, los trabajadores, los burócratas incluso que pidieron un crédito hipotecario, las madres y padres solteros que veían en las guarderías un aliado para apoyar su entrega al trabajo, los chavos recién egresados, que se endeudaron con un coche, ¿que están pensando hoy? ¿Qué van a hacer en unos meses cuando se vean obligados a sacar al hijo de la escuela, a renegociar su crédito, a regresar el coche o la moto, ahora, pronto, cuando se conviertan en mercado de campañas políticas de los nuevos partidos emergentes?

constitucion mexicana
Ilustración: Nexos.

Se promueve hoy, a veces a grandes voces, otras con timidez y miedo, la idea de dejar de tomar en cuenta al gobierno, de hacer las cosas por la vía recta pero sin tomar en consideración el lenguaje divisorio de los líderes políticos. Estas últimas semanas hemos asistido al “ring” en que boxean las cúpulas empresariales que se envalentonan en soliloquios alambicados y aplaudidos gremialmente, pero que terminan desinflándose o produciendo largas listas de recomendaciones light y actuando con sensibilidad parcializada por los intereses inmediatos y pecuniarios.

Vimos a un bloque de gobernadores que emergió con fuerza y se desinfló cuando de algún modo se les leyó la cartilla (¿quién?), y se arrugaron cuando se les señaló estar a punto de romper el pacto federal. Pero vemos también acuerdos de sombra que benefician con contratos a unos cuantos empresarios y amigos del régimen, al más claro estilo de viejas formas de poder ejercido por otras ideologías de los partidos políticos hoy edulcorados.

Ni las envalentonadas de los machos de Jalisco o los broncos regiomontanos y norestenses, ni las cuentas de pizarrón de los diputados independientes en Nuevo León que presumen estar “jale y jale”, y ser los que más aportan a una federación que sólo –dicen– les quita. No, no hay en ellos una visión de país. Ninguno ofrece razón para la existencia de la nación, no le halla los para qué, a un país que les duele, México anda sobrando a algunos, pesando a otros y beneficiando a los menos. ¿A dónde va el discurso de nación posible, de país deseable que extrañamos algunos?

Me parece entrever en la situación actual, la oportunidad para un nuevo lenguaje, uno de integración nacional, de unidad, de existencia allende las querellas de plaza de gobernantes que todo lo dividen, y empresarios que de las tablas de multiplicar no quieren pasar y que reprueban en sociología.

Una mayor comprensión de la condición del país ejemplar, rico de su mixidad, de su historia, de su potencial, hoy parece olvidada. La reflexión en torno a la idea de un gran México está agazapada en las circunstancias miopes actuales.

presidencialismo lenguaje y accion
Ilustración: Víctor Solís.

El México que veremos resurgir, aunque debilitado en lo económico, se está fortaleciendo en lo sustantivo, en materia de actitudes, afanes e ideas y en lo espiritual también porque el encierro le ha dado fuerza. La necesaria, por lo menos, para enfrentar entornos de adversidad creciente. Las ideas se han beneficiado con el diálogo en casa, entre padres e hijos con abuelos, con quienes se convive en el barrio, con aquellos cuya sapiencia sencilla e insospechada, se hace hoy escuchar con atención.

Nuevas decisiones y algunas buenas ideas se han reproducido con la crisis, pero requieren ahora ventilarse en la calle, exponerse en el trabajo en los cafés, con el diálogo compartido para poderse hacer también virales. Viral la conciencia, la crítica, la atención el trabajo dignificado.

mexicanos contra la corrupcion
Ilustración: David Peón (Nexos).

Es tiempo de iniciativas, en plural, menos privadas que sociales, es tiempo de iniciativas en la empresa, en la casa, en la institución, en la persona humana. Pensar México como el espacio enorme de oportunidades para todos. Hablemos de movilidad social, hablemos de Monterrey en Yucatán, de Chihuahua en Chiapas, de Oaxaca en Tijuana, de México en todas las mesas. De educación con sentido, de compromiso educativo, de trabajo creativo, de iniciativas en el trabajo.

Tengamos ideas para hacerse de las tecnologías necesarias que contribuyan a mitigar la crisis que se viene. Innovemos en el uso y la inversión en las ciudades. Hablemos mejor, con un lenguaje que nos haga crecer y no sólo se divierta con lo circunstancial quejoso o ventajoso. Tengamos horizonte mayor, miremos lejos y actuemos en los aquí y ahora para alcanzar las metas que podamos comprometer cada uno, paso a paso, sin prisas, sin pausas, sepamos hacernos acompañar, compartamos el pan y las ideas, comprometamos actitudes, conductas y acciones. Es México, que se nos llene la boca con su nombre.


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La comunicación en tiempos de coronavirus

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En memoria de Enrique Loaeza y Alejandro Nadal,
grandes amigos y distinguidos mexicanos.

Hace tres meses propuse la creación de un CHAMBATEL para lidiar con los problemas de desempleo derivado de la 4T. Nunca, en mis 20 años de articulista, recibí tantos comentarios; algunos de ellos celebrando mi ensayo; otros criticando lo que veían como injustas o prematuras críticas a la 4T;  y muchos envíos de CVs de personas que tomaron muy en serio mi humorística convocatoria a presentar ofertas imaginativas de servicios en la hora del cambio. Hoy quisiera subrayar la necesidad, no de un CORONATEL para atender y diluir mecánicamente nuestras necesidades de información, sino la importancia de revalorar los lazos y encuentros personales para enfilar y dar respuesta a nuestras demandas de comunicación certera, transparente, oportuna y confiable. Es la calidad de la comunicación humana; no la cantidad lo que importa a la larga y en particular en tiempos de crisis. 

Ante la avalancha de mensajes serios, bromas, estadísticas, estudios científicos, quejas y reclamos que hoy escuchamos en los medios tradicionales y en las redes sociales en razón o sin razón de la pandemia del coronavirus, no puedo resistir la tentación de  hablar de la importancia del teléfono y de la voz humana en tiempos de crisis.

cuarentena
Ilustración: India Startups.

El lunes 16 en la noche regresé a México de Río de Janeiro, después de un involuntario fin de semana largo en esa bellísima ciudad, a la que había llegado con el propósito de iniciar un crucero que me llevaría hasta otra de los más bellos puertos del mundo: Ciudad del Cabo. Poco después de llegar –mal dormidos– a nuestro hotel, mi esposa se encontró con una inesperada grabación de la empresa de cruceros, informando que por la emergencia sanitaria, se cancelaba el nuestro. Quise llamar a esa voz para protestar y refrescarle… el  inenarrable viacrucis recorrido para conseguir las visas indispensables desde un México que sólo tiene 8 embajadas en los 54 países de África. Sin embargo, una voz grabada del otro lado me remitió a un “call center” donde una voz electrónica –como la del Waze– me sugirió “llamar más tarde, pues todos nuestros ejecutivos están ocupados”.

Afortunadamente no salió el barco y no me quedé atrapado en Gambia o Togo; en cambio pude nadar en las playas de Ipanema, encontrarme con amigos para tomar caipirinhas y visitar el jardín botánico de la ciudad –uno de los más bellos y ricos en diversidad en Latinoamérica–. Afortunadamente también logramos conseguir boletos de regreso a México para el lunes en Aeroméxico, antes de que se comenzara a aplicar una esta restrictiva en los vuelos al exterior del Plan de Contingencia en Brasil. 

Desde este lunes 16, cuando llegué a México, me recluí responsablemente en casa –por si alguna brasileña me hubiera contagiado en la Avenida Atlántica con su coqueta mirada– y empecé a “chatear” por WhatsApp con familiares y amigos. Continué también mi lectura y reenvío de sesudos análisis de todas partes del mundo sobre  estadísticas, probables causas, retos, implicaciones, posibles soluciones, aciertos, errores y omisiones de los gobiernos –incluyendo, por supuesto, el mexicano; y hasta  las  oportunidades que ofrece la pandemia para el desarrollo personal y la búsqueda de un nuevo cauce de desarrollo, más amigable con la naturaleza y la sociedad–, una vez que pase la crisis.

comunicacion y aislamiento
Ilustración: Cronista.

Sin embargo, hoy después de mi sesión acostumbrada de yoga, de los jueves, descubrí que ya estaba cansado de ver películas en Netflix y leer periódicos, y que algo me estaba faltando urgentemente: escuchar más la voz humana. Además recordé que hace un par de semanas había comido con  Enrique Loaeza, mi amigo recién fallecido, y otros tres amigos, y él me había sugerido escribir algo sobre la comunicación en tiempos de crisis del coronavirus.

Lo primero que hice fue llamar a mis tres hijos por mi teléfono fijo –sí, mis viejos  aparatos telefónicos fijos de teclas–, descubriendo que sólo uno funcionaba y con dificultad; se atoraban las teclas por falta de uso. Tuve que recurrir a los móviles que no encontraba por la casa; uno de ellos estaba muerto por baja de baterías. Me encantó escuchar las voces de mis hijos y, de pasada, las de mis nietos más pequeños,  que casi pude ver brincar junto a mi hijo, desesperados de no ir a la escuela y alguno de ellos ronronear mocoso por una influenza común, de la que estaba acabando de salir. Acto seguido me piqué y decidí llamar a uno de mis mejores amigos para comentar nuestro frustrante y luego reconfortante viaje a Río.

Me contestó su esposa, amiga de antaño, con quien entablamos una conversación de más de 40 minutos sobre nuestras aventuras y desventuras en tiempos de coronavirus.

Nos carcajeamos y criticamos a tirios y troyanos, comenzando por los excesos de los defensores y detractores de AMLO y los comentaristas “sabelotodo”, quienes ahora resulta que desde endenantes han sido expertos en epidemias sanitarias y hoy se han convertido en jueces políticos y agoreros de tragedias inevitables si no se adopta ésta u otra medida como los chinos, los coreanos o los estadounidenses; olvidándose de las idiosincrasias de un México pobre, desigual, que tiene el 40% de sus trabajadores en la economía informal, muchos viviendo al día, un país que abandonó sus inversiones preventivas en salud desde hace tres décadas, confiándolas al abasto internacional y hoy carece de capacidades propias de investigación, desarrollo tecnológico y productivo en muchas áreas: energía, alimentos y salud –incluyendo la producción de vacunas–, que constituyen en otros países renglones de seguridad nacional, que exigen “niveles mínimos críticos de auto-abastecimiento” (ONU). No obstante recordábamos, nuestro país mantiene todavía fresca su exitosa capacidad y experiencia para enfrentar la crisis del H1N1 en 2009.

comunicacion y coronavirus
Ilustración: Nebrija.

Llegó el mediodía y una llamada esperada a mi celular para una entrevista de la Revista Comercio Exterior sobre el T-MEC y los retos y oportunidades de la industria farmacéutica mexicana. Mi entrevistador no me escuchaba bien en el celular. Sugerí llamar a mi teléfono fijo. Lo hizo y fue la solución. Charlamos con gran claridad por más de una hora, con un rico sonido de por medio que ya había olvidado, sobre las positivas enmiendas, impulsadas de última hora por los congresistas demócratas, que dieron un respiro a las empresas mexicanas con aspiraciones de innovación y abastecimiento nacional a precios reducidos de productos biológicos anticancerígenos y antivirales.

Mi conclusión: una de las muchas lecciones que estamos aprendiendo en este apartheid sanitario involuntario, generado por el coronavirus, es que transcurrida esta crisis, cualquiera que sea el tiempo que tome, no podemos ni debemos volver a “la normalidad”, a la rutina tradicional política, económica y social de los últimos 70 años tras el fin de la Segunda Guerra Mundial. Los poderes relativos políticos, económicos y tecnológicos, han cambiado entre países y dentro de ellos, y México tiene retos sociales y de salud distintos de China, Corea del Sur o Alemania; pero más importante aún –querámoslo o no–, hemos entrado a una nueva era en que las demandas y las posibilidades de desarrollo humano incluyente y sustentable en el planeta, exigen recuperar la capacidad de diálogo entre naciones, entre grupos sociales y de persona a persona, más allá de lo que el cambio tecnológico nos imponga o facilite.

No necesitamos un deshumanizado CORONATEL, que nos conteste robóticamente nuestras viejas y nuevas preguntas con un “espere en la línea…”. Tenemos que diseñar y construir nuevas visiones compartidas de largo plazo en México y en el planeta, e incorporar a ellas una renovada conectividad y un Nuevo Trato Verde Humano.  


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La Ley Federal de Austeridad Republicana, 4ª Parte

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Un hito para el Gobierno Federal

Que las aberrantes prácticas del pasado
no se reproduzcan con nuevos actores…
El autor.

Una lectura del pulso de la Sociedad Mexicana con respecto al apoyo al gobierno federal, ha dado lugar a la construcción y expedición de una serie de normas que, concatenadas, han ido configurando una política decisiva y esperamos que decisoria sobre el combate a la corrupción.

La Ley Federal de Austeridad Republicana responde a una justificada demanda, diría yo a un verdadero clamor por eliminar las condiciones que propician las irregularidades, los desvíos y los delitos que acontecen en el ámbito gubernamental en obvia complicidad con agentes económicos, sociales y políticos para obtener beneficios ilícitos en favor de intereses particulares.

Tan es así que el Sistema Nacional Anticorrupción (SNA) ha conceptualizado a la corrupción como un fenómeno que se expresa en cuatro dimensiones, ante la “incapacidad para controlar la corrupción, esto es, prevenirla, detectarla y sancionarla eficazmente”. Ante tal incapacidad, este sistema con múltiples actores se propone combatir la corrupción y la impunidad, la arbitrariedad y el abuso de poder, promover la mejora de la gestión pública, así como afinar los puntos de contacto entre gobierno y sociedad al involucrar en la lucha a esta última, y concurrir con el sector privado a dar las batallas necesarias y pertinentes.

ley federal de austeridad
Ilustración: Veritas.

La Ley Federal de Austeridad –decíamos– sirve de alineamiento a un conjunto de normas.  Destinada a lograr una gestión pública vinculada con las necesidades de la población, así como con sus aspiraciones de justicia individual y social. Un objetivo que subyace en la Ley es de contar con una administración pública honesta, capaz, racional, informada, sensible, eficiente y eficaz. Pero ojo, sobre todo honesta.

La Ley de Austeridad es una oportunidad de constituir una alianza con una política establecida a nivel mundial, nacional y local: la de transparencia en el quehacer público y la rendición de cuentas claras, que garantizan a todo ciudadano el acceso a la información pública gubernamental, así como el derecho a saber y constatar que los recursos públicos se manejan honradamente y se utilizan responsablemente para los fines a los que están destinados, consignados en los planes y programas de desarrollo económico, social, cultural y político, en el sentido del bien público.

Esta nueva Ley, asimismo, forma parte de la definición de una política integral que conjuga la fuerza de la autoridad legítima y legal, con la que deviene de la solidez del consenso entre gobierno y sociedad, ambas unidas a la voluntad de la ciudadanía. Esta ha de comprender la necesidad de asumir los mandatos provenientes del gobierno mientras sean legales y legítimos; observar una conducta civil responsable, convencida de hacerlo al darse cuenta de que le conducirá a mejores y más espaciosos lugares de bienestar integral.

A todo ello se ha dado por llamarle “Política de Estado”, refiriéndose a la urgencia de edificar alternativas viables de desarrollo que incluyan en forma indubitable al gobierno, a la sociedad civil y a los ciudadanos: estos tres protagonistas se mueven en un territorio común al que hay que cuidar y mejorar. Sobre el mismo han de suscitarse acciones sostenibles en el tiempo, orientadas de tal forma que se aprovechan las circunstancias para preparar respuestas asequibles y productivas para todos.

La Ley Federal de Austeridad particularmente se refiere a la conducta que deben atender los servidores públicos en cuanto a la utilización de los recursos de todos, en el entorno de un sistema estructurado de suerte que se obligue a la autoridad a ser consciente de que actúa responsablemente en la cotidianidad, en representación de un país con graves carencias, inconsistencias, contradicciones y desigualdades de todo tipo que hoy en día se manifiestan en un triángulo tan inmoral como perverso: la desigualdad que se convierte en pobreza material y de espíritu y, finalmente, se traduce en violencia estructurada por la corrupción y la impunidad.

ley de austeridad
Ilustración: El Colombiano.

En este contexto, no es menor el propósito de ahorrar en lo superfluo para invertir en lo prioritario. Tal determinación política –le expedición de la nueva Ley– pretende cercar de manera ostensible el abuso de poder, el cual, entre otras cosas, ofende por el despilfarro que supone y finalmente por la incontinencia de la corrupción.

El cumplimiento de la Ley Federal de Austeridad puede ser ejemplo de congruencia entre el decir, hacer y el parecer.

Planteado así, el espíritu de esta norma radica finalmente en recuperar la conducción política del país, al ejercerse una autoridad decidida a favorecer el interés general. Los privilegios que no son producto de una cultura de trabajo y esfuerzo perseverantes, sino que se sustentan en aprovechar los vacíos de organización social y de las leyes, medran a costa de las mayorías y actúan en favor de intereses tan inconsistentes como inconfesables. 

La tarea es compleja y necesariamente difícil, muy difícil. Se requiere comprender que estamos ubicados en un espacio global, intercomunicado como nunca antes; el mundo es un lugar que se replica al interior de cada país donde coexisten y eventualmente conviven comunidades plurales, diversas en costumbres y culturas, con distintas cosmovisiones, pero quizá unidas por nuevos valores comunes de convivencia, más igualitarios, más incluyentes, más respetuosos, más dispuestos a cooperar que a competir.

En este entramado cada nación debe estar en posibilidades de contar con su gobierno, y para que éste efectivamente cuente, debe poseer el valor de la dignidad sustentada en proteger tanto a la gente como al espacio donde vive en un real Estado de Derecho, que precisamente se sostiene al ser capaz de responder a las necesidades de coexistir en libertad con seguridad y bienestar.


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El turismo aéreo y la importancia para México

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El turismo por aire desde el extranjero a México significa el 81% del ingreso de turistas a nuestro país, es decir, 18,468,688 turistas, con una derrama económica de 19,811,900,000 de dólares, un incremento del 1.8% y 8.9%, respectivamente en relación con el 2018.

A pesar de que los números son positivos, tenemos que decir qué producto de malas decisiones del actual gobierno en materia turística, ya están empezando a notar los efectos de éstas. Por ejemplo, el turismo por aire a nivel mundial creció 3.8%, el turismo de Estados Unidos al extranjero creció 6.6% y como señalé líneas arriba en México el crecimiento fue sólo del 1.8%.

Lo que más nos debería preocupar y mucho, como consecuencia de nuestra muy alta dependencia de los turistas de Estados Unidos, es la caída del 3.7% de turistas de esa nación a México entre el año 2016 y el año 2019.

La razón de esta caída es multifactorial: la inseguridad que se vive en el país; los reportes que emiten las autoridades norteamericanas sobre México; obviamente la falta de promoción turística que el gobierno de México hacía y algunas otras razones de menor importancia.

Del total de los turistas americanos que viajaron por el mundo, el 16.5% lo hizo hacia México en el 2019, mientras que en el 2018 el 17.9%. Y si nos vamos unos años para atrás, tenemos que en el 2013 era de 13.4%, en el 2014 fue 16.9%, en 2015 el 18%, y en el 2016 el 20.2% que ha sido el máximo histórico, y finalmente, en el 2017 fue de 18.5%.

mercado de turismo

Del 100% de los turistas extranjeros que visitan nuestro país, 70.7% provienen de Norteamérica –Canadá y Estados Unidos–, el 11.1% de Europa –donde destacan seis países: Reino Unido, España, Francia, Alemania, Italia, y Países Bajos–, el 10.9% de Sudamérica –donde los turistas de Colombia, Perú, Brasil, Ecuador, Argentina, Chile, Costa Rica, Cuba y Guatemala, hacen más del 90%–, y el 7.3% del resto del mundo, destacando los turistas de Japón, China y Corea del sur.

Los turistas de los 20 países antes señalados hacen poco más del 85% del turismo por aire a México.

Por lo que hace a divisas, hay que decir que la balanza del turismo por aire es muy superavitaria, ya que alcanzó los 14.5 MMD, mientras que la de petróleo fue deficitaria en 21.2 MMD, esto sólo en el 2019.

El espléndido reporte en el que me basé para hacer este artículo fue elaborado por el CICOTUR de la Universidad Anáhuac.

México está perdiendo grandes oportunidades en materia de turismo a nivel mundial, como ya lo comentaba en mi artículo anterior, aquí en El Semanario, producto de malas decisiones gubernamentales, falta de incentivos y apoyos al sector, y obviamente de la falta de promoción del país a nivel mundial.

El gasto en turismo por aire que hacen los diez países con más gasto, nos da idea del tamaño del pastel y de la muy pequeña rebanada que nosotros estamos recibiendo: Los turistas chinos gastan más de 266.8 MMD al año, los norteamericanos 152.3, los alemanes 97.4 MMD, los ingleses 70 MMD, los franceses 52.9, los australianos 38.8 MMD, los canadienses 36.3 MMD, los rusos 35.2 MMD, los italianos 32.2 MMD y los coreanos 32 MMD.

A México, por ejemplo, prácticamente no vienen turistas chinos, australianos, rusos, o coreanos, que están en el grupo de los diez países que más gasto tienen. México debería tener y hacer agresivas estrategias para promover e incentivar el que los turistas de estos países visiten nuestro país. Adicionalmente, países como la India, Singapur, Países Bajos y Hong Kong, tienen un importante número de turistas por aire, que no estamos captando.

viaje y turismo

En el año 2019 tuvimos una caída muy importante de turistas de Argentina, que en algún momento era el principal país sudamericano en enviar turistas, también perdimos turistas de Italia y de Rusia, por lo que refiere a los países europeos, y perdimos turistas guatemaltecos y de Australia.

Respecto al crecimiento, fueron notables, en términos relativos, los incrementos de turistas de Canadá, Ecuador, Colombia, Perú y Cuba.

En materia aeroportuaria, son cinco los aeropuertos mexicanos los que captan la mayor parte de los turistas extranjeros que llegan por vía aérea a nuestro país:

~ Cancún recibió 7,813,838 turistas, que es el 42.3%
~ La CDMX recibió 4,624,634, esto es, 25%
~ Los Cabos recibió 1,771,993, que es el 9.6%
~ Puerto Vallarta recibió 1,494,342, equivalente al 8.1%
~ Guadalajara recibió 1,104,819, esto es, 6%

Muy distantes tenemos a Monterrey con 270,442 turistas, que significa el 1.5%, y Silao o Bajío que recibió 192,020 turistas, es decir, el 1%.

Como claramente se puede concluir, México tiene una muy alta dependencia de los turistas de Estados Unidos y en segundo término de Canadá. Por razones lógicas, se tendrá que seguir impulsando y tomando acciones para conservar e incrementar los turistas de estos dos países, pero a la vez, es necesario trabajar para promover a México como un buen destino turístico para los millones de turistas asiáticos que ya visitan el continente americano, y que van principalmente a Estados Unidos, donde tres estados concentran a la mayor parte de los mismos: California, Nueva York, y Florida. 

También hay mucho campo de crecimiento entre turistas europeos y sudamericanos, que cada día tienen más interés y apetito por visitar nuestro país.

El otro tema en el que es urgente trabajar, es en incrementar los vuelos internacionales a otros aeropuertos, que no son los cinco que concentran la mayor parte de los turistas extranjeros. Podría haber vuelos desde varias ciudades de Estados Unidos al aeropuerto del Bajío/Silao para incrementar las visitas a ciudades coloniales de Guanajuato, por ejemplo.


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Ahora sí, que alguien me explique, no entiendo nada

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Estimados lectores, estamos ante un cúmulo de noticias que, la verdad, no logro encontrarle la cuadratura del círculo, tal vez la miopía me está jugando una mala pasada, por lo que trataré de exponerlas con el fin de ver si lo logro.

La cena “más cara” del mundo. Es de dominio común que se organizó una cena de tamales y atole en Palacio Nacional, la cual organizó y convocó el jefe del Ejecutivo para “solicitar” a los flamantes invitados “un moche” –otros dicen que fue el cobro de derecho de piso– de cuando menos 20, 50 y 200 millones de pesos por cada uno; a otros se les dio una cifra mayor, vaya cena… había escuchado de los restaurantes exóticos del mundo que te ofrecen “platillos con oro” y ese tipo de extravagancias, pero nunca, pagar tanto por unos tamales y atole.

Ése no es el tema, los convidados pueden pagar eso y más, pero ¿todo para cumplir un “capricho” presidencial?, si es cierto que no hay dinero para la compra de medicinas, ¿qué se hizo con el presupuesto del año pasado para este rubro?, sobre todo para los pequeñines que se ven afectados con esa terrible enfermedad que es el “cáncer” y que vimos cómo los padres de estos, desesperados por la falta de respuesta, fueron a manifestarse a un lugar más público para ver si se escuchaban sus ruegos, plegarias, hasta llegar al daño físico de policías que ni la deben ni la temen.

dinero para el bienestar
Ilustración: Nexos.

Entonces, se justificaría el hecho, ya que de forma ágil y prácticamente inmediata, se reuniría el dinero para ese fin, pero no, es para la afamada rifa del avión presidencial, la cual será en septiembre, es decir, ¿que es más importante esta locura, ocurrencia, terquedad, que la salud de nuestros niños?, ¿nuestra gente?, no es posible, pero lo que más me inquieta es, ¿qué les dijo?, ¿cómo los presionó?, ¿qué les sabe o tiene en contra de ellos?, por mucho dinero que se tenga, desprenderse de al menos 20 millones de pesos no es cosa fácil, ¿o sí?

Por otro lado, tenemos algo denigrante que me irrita sobremanera, es ya no el doble, sino el triple discurso de la familia presidencial –y nos quejábamos de los Sahagún–, el hijo admirable del mandatario, en un poco más de un año –desde que AMLO tomó posesión–, tiene empresas “exitosas”, viaja en aviones privados –AMLO no–, se pasea por los lugares más caros y extravagantes del mundo, pero lo peor, desde mi óptica, es que los postea en sus redes sociales y presume ser “UN FIFÍ DE LA 4T”, ¿hay algo más humillante que eso? No, para nosotros los fifís –ya lo he comentado, toda mi vida he trabajado y me he esforzado para tener lo que tengo, me siento, soy, presumo ser un FIFÍ–, sino para todos sus seguidores que le han y siguen creyendo de su honestidad impecable y lucha contra el aparato de la corrupción, del cual al parecer su hijo sale limpio.

¿Se imaginan?, debería dedicarse a escribir un libro en el cual difunda la base del éxito de sus empresas, ya que como es bien sabido, no es nada fácil triunfar en los negocios y él lo hace de una forma impresionante, inmediatamente, que llegas a preguntarte, ¿dónde estará metido?, ¿con quién?, ¿cuáles son sus negocios?, ¿sus socios?, en fin, lo peor es que no tendré ninguna respuesta a las incógnitas, ya que difícilmente alguna dependencia encargada de la vigilancia y justicia se metería con el hijo del mandatario, o ¿sí?, lo dudo y mucho.

no veo no hablo no escucho
Ilustración: Paidós.

Rara vez presto atención a los comentarios de AMLO en su mañanera, se me hace como tirar agua al mar, ya que según él todo está de maravilla, lo dice con apego y desplomo… “hay bienestar”, mas no crecimiento, cierto, pero me pregunto, ¿qué entiende por bienestar? Tanto él como todo su equipo, ¿que no haya una buena atención médica?, ¿falta de medicamentos?, ¿inseguridad con crecimiento acelerado al más alto porcentaje? Lo comenté en el anterior artículo, ¿dónde están los resultados de su primer año al frente del país?, ¿de dónde salen los otros datos?, ¿bajo qué criterios sostiene sus afirmaciones? Pareciera que estamos viendo una película de fantasía.

Se nos está invitando a un “Paro Nacional”, a no pagar nada con tarjetas de crédito, débito, es decir, a la no generación de facturas, para que el aparato gubernamental no reciba ingresos por parte del I.V.A., y creo que es una muy buena iniciativa, tenemos que hacer algo como ciudadanos para demostrar que el 66% del país “NO” está de acuerdo con el rumbo que llevamos y, lo peor, que desconocemos el puerto final a dónde nos quieren llevar, igual lo imaginamos, pero no tenemos la firme certeza que sea ése o algo peor.

Esta iniciativa es buena, no lo dudo, pero tenemos que ser realistas porque por unos pocos días no le harán un boquete grande a la Hacienda Pública, las represalias hacia los causantes cautivos serían fuertes y tendrían o tratarían de sacar dinero debajo de las piedras. No duden que hasta algunos de los conocidos, honrados empresarios, se verían en serios problemas por tratar de defender al país de esta máquina que está haciendo historia, pero negativa.

buscando el bienestar
Ilustración: El Mundo.

Escuché dentro de los grupos de amigos, otra propuesta, la cual me permitiré exponer:

Son demasiados los distractores que presenta esta administración, con el objetivo claro de que la sociedad, el país, no se percate de lo que realmente pasa y tal vez –y digo tal vez–, los culpables de esto seamos nosotros mismos, ya que estamos al pendiente de  “A ver ahora con que nos va a salir”. La propuesta sería, ¿qué pasaría si en sus “mañaneras”, no se presentara ningún medio de comunicación?, ¿que no se le siguiera jugando el juego?, ¿caer es su truco para salir inmediatamente a subir memes sobre “la ocurrencia de hoy”? ¿Qué pasaría si las redes sociales dejaran de ser su promotor?, pues “sin querer” le seguimos dando publicidad gratuita al ponerlo en la boca de casi todos los mexicanos.

¿No creen que si hiciéramos algo de esto ayudaría mucho?, que los afamados periodistas dejaran de resaltar sus grandiosas virtudes, de confundir, confrontar, poner a unos contra los otros. No estoy sugiriendo que no se haga nada, todo lo contrario, hacer más, pero con menos. Los que estamos a disgusto, inconformes, alterados, nerviosos, etc., tratar de calmarnos y criticarlo, sí, pero menos, mejor exigir la rendición de cuentas, que nos informe en qué se ha estado gastando cada peso de nuestros impuestos, no caer en su juego, ni ser marionetas, eso es lo que hay que cambiar.

Recordemos que somos mucho más los inconformes que los apasionados seguidores, luego entonces, tenemos que unirnos, hacer frentes comunes desde nuestras trincheras; exigir, y si no hay medicinas, nuevas carreteras, hospitales, ampliaciones de la red de agua potable, seguridad, etc., que explique el porqué, sin lavarse las manos, echando culpas a las administraciones anteriores. Tiene más de un año en el cargo y pese a todas sus evasivas, dice que hay bienestar, por eso que explique qué significa para él “bienestar”. Y que finalmente nos indique sus planes para cumplir sus “famosas promesas de campaña”, crecimiento firme y sostenido, NO bienestar a medias o bajas.

Pero como siempre, ustedes tienes la última palabra.

Si gustan, nos seguimos leyendo.


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De la aversión a López Obrador al compromiso

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Hay encono entre detractores y defensores de López Obrador, escribió ayer Enrique Quintana en su columna de El Financiero, aversión mutua que rebasa los niveles de una contienda política que estuviera basada en las diferencias de opinión, de visión y de valores.

Como escribió también ayer Blanca Heredia en el mismo periódico: la única manera de explicarse a “López” entre sectores privilegiados, norteamericanizados en su visión del mundo, es volviéndolo un loco ignorante y, en especial, un hombre enfermo de poder.

La política se está convirtiendo en un campo de guerra irracional, aún a sabiendas de que una extrema polarización ideológica impide la construcción de los acuerdos necesarios para resolver los graves problemas económicos y sociales que tenemos.

Partamos de tres premisas: un cambio de régimen supone acuerdos y si éstos faltan, surge la posibilidad de dictadura; dos, si a la 4T le va mal y fracasara en lo sustancial, nos va peor a cada mexicano, a ricos y a pobres; tres, hay riesgos de fracaso en aspectos sustantivos de la estrategia de gobierno sobre los que simpatizantes y detractores deberíamos poner mayor atención y asumir responsabilidades.

lopez obrador y constitucion
Ilustación: V. Solís

Un riesgo mayor es que la separación del poder del Estado y el del sector privado, al tratar de evitar que haya influencias predominantes de intereses particulares en el diseño de la política pública, evasión fiscal y corrupción como hubo en casos importantes, se provoque una reacción del empresariado más allá de los intereses afectados.

La 4T implica más recaudación de impuestos, políticos honestos y empresarios responsables que inviertan con visión de largo plazo. La posibilidad de progreso de un país está directamente relacionada con la capacidad de sus élites para conducirlo y, como parte de éstas, de la clase política y del empresariado.

El riesgo es que entre el empresariado nacional se generalice la noción de “desconfianza” en López Obrador y no tengan lugar las grandes inversiones productivas y en infraestructura que requieren la generación de empleos y el fortalecimiento de las finanzas públicas.

El otro gran riesgo es que por falta de inversiones privadas y de recursos públicos, fracase la política social y suceda que el dinero que llega directamente a individuos y familias pobres no tenga efectos sociales, ni generen condiciones económicas de desarrollo sostenido.

lopez obrador e insabi
Ilustración: V. Solís.

Si ese dinero está generando un progreso superficial y sólo promueve el consumo, pero no incentiva inversiones productivas, no tendrá los resultados esperados y el desastre social será mayor cuando se terminen esas rentas a jóvenes, campesinos, madres solteras y ancianos.

Las políticas de López Obrador no están dirigidas a cambiar el modelo económico, sino a desbloquearlo de trabas como la excesiva influencia de grupos económicos, la evasión fiscal, la corrupción (incluido el auge del crimen organizado) y las desigualdades sociales. Tiene suficientes enemigos entre quienes han sido o serán afectados, cuyo perfil es claramente identificable.

Más difíciles son los enemigos cuya aversión al presidente los lleva a reproducir irreflexivamente cuanto señalamiento, acusación o burla contra López Obrador les llega por redes sociales, sin más argumentos que su “presencia, sus dichos, sus acentos, su imagen” les molesta.


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¿El avión presidencial es surrealista?

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El surrealismo es una tendencia, una forma de manifestación, una filosofía que surge al final de la Primera Guerra Mundial en Europa, especialmente en París, en la que las expresiones se hacen en un sentido metafórico, hiperbólico, que parecen superar a la realidad, o cuando menos lo intentan y que les da una capacidad de representar la realidad de una manera diferente. Surge de una mezcla de corrientes en las que resultan fundamentales las teorías de Freud, de Alfred Jarry, a las que se agregan formas y pensamientos de Jacques Vaché y Guillaume Apollinaire.

Pronto toma un camino independiente y un desarrollo extraordinario, en 1924 André Breton realiza un manifiesto en el que defiende el valor del surrealismo y su fuerza para representar la realidad y trascenderla, lo que empezó siendo un movimiento literario, pronto incluyó a otras disciplinas como la pintura e incluso la cinematografía, estableciéndose como una corriente filosófica. Breton vino a México en 1934 y declaró que nuestro país era un sitio naturalmente surrealista y que la realidad era manifestada frecuentemente de esa manera.

México tuvo muchos y grandes representantes del surrealismo, Rufino Tamayo, David Alfaro Siqueiros, María Izquierdo, son algunos de sus más destacados representantes. Agustín Lazo Adalid fue un surrealista que conjuntó varias disciplinas en su obra, la literatura, la pintura y otras artes plásticas.

Quizá sean más conocidas como representantes del surrealismo mexicano Remedios Varo y Leonora Carrington, quienes no teniendo la nacionalidad mexicana –aunque después la hayan adoptado–, desarrollaron aquí la mayor y más destacada parte de su carrera. Remedios Varo, quien desafortunadamente falleció joven, en sus inicios profesionales realizó trabajos comerciales relacionados con la medicina, y no propiamente artísticos, y que, a propósito, tiene varias obras al respecto.

Buñuel fue un gran representante del surrealismo en el cine; la mayor parte su obra y quizá la más importante la lleva a cabo en México. Ya había hecho el Perro Andaluz, y luego en Europa también filmó Bella de día y Ese oscuro objeto del deseo, entre otras películas con gran éxito artístico y económico pero que quizá no tuvieron ya la fuerza del surrealismo que tuvieron Los olvidados, Un tranvía llamado deseo, El ángel exterminador, Él  o Viridiana, que son el surrealismo puro.

Cuando uno ve Los olvidados o El ángel exterminador, queda impresionado y confundido, y empieza a buscar explicaciones a escenas y situaciones no fáciles de entender o explicar, con Nazarin es aún más complejo porque si bien está basado en una obra de Pérez Galdós,la adaptación a México le da un surrealismo de sumo complicado. Por eso cuando se vuelven a ver estos filmes, siempre surgen nuevas explicaciones, y si uno busca lo que se ha escrito sobre ellas va encontrando diferentes disquisiciones para ellas; a mí siempre me ha quedado la duda si Buñuel no se reía del público que vería sus películas y que incluso se burlaba de sí mismo, un poco lo que quizá también sucedió con Dalí.

Nuestro actual presidente hizo varias promesas de campaña, que fueron ratificadas en su periodo como presidente electo, aunque es posible que ya ejerciera el poder, unas tenían que ver con la seguridad y el desarrollo económico, que no ha podido cumplir, y luego otras con un gran valor simbólico y que le acarrearon aún muchos más simpatizantes; quizá tres reúnan este simbolismo:  1) el cambio de uso de Los Pinos, 2) el cierre de la obra del aeropuerto que se construía en Texcoco y 3) la promesa de usar el avión presidencial, y con ello la venta del que se tenía destinado para ello.

El primer día de su gobierno, Los Pinos ya estaba abierto como un centro cultural y dejaba de ser la residencia oficial; creo que ha tenido éxito y el lugar se va consolidando como un sitio alternativo de cultura. El presidente tiene ahora su residencia en Palacio Nacional, que como quiera ha de ser más bonito, aunque quizá más incómodo. El cierre de las obras del aeropuerto tiene ya su surrealismo, una obra ya iniciada, con avances notables y con un financiamiento resuelto fue cambiada por una obra no iniciada, en un sitio que no se sabe si funcionará y que requiere para ello mantener abierto el actual aeropuerto. Mucho se dice y se escribe al respecto sin llegar nunca a una explicación rotunda, como que los orígenes son metafóricos y suprarreales y, por tanto, por ahí habrá que buscar la explicación.

avion presidencial
Fotografía: Aristegui Noticias.

Creo que lo del avión presidencial sí es surrealista, se canceló su uso y se mandó a valuar a la ONU, esto empieza a ser ya surrealista, ¿por qué la ONU y no a una compañía comercial o manufacturera de aviones? He buscado y no encuentro el área de las Naciones Unidas dedicada a la valuación de bienes inmuebles. Fijaron un precio y se llevó a un lugar especial para ser expuesto, y en su caso probado, no se recibieron ofertas por los 150 millones de dólares en los que ¡la ONU! lo valuó y entonces empezaron a surgir explicaciones para venderlo de otra forma, algunas de ellas dignas de servir de inspiración a las pintoras Varo o Carrington como la compra en moneda virtual, o a cambio de acciones de un parque temático que se construiría en dos o tres años; y por ahí ha ido la cosa.

Hasta que el Señor Presidente dijo que se iba a rifar, al principio no nos lo creíamos pero esto se ha ido consolidando a través de las declaraciones presidenciales y el curso del tiempo. Parece que la rifa es ya una realidad o una suprarrealidad y el avión será rifado. Sus colaboradores deben estar vueltos locos para aterrizar la surrealidad de la decisión presidencial, porque los actos de gobierno no pueden ser surrealistas, como hacer que la Lotería Nacional lo pueda rifar si está creada para dar sólo premios en efectivo, como vender 6,000,000 números (cachitos) de $500.00.

La logística para ello va a ser complejísima y más si el sorteo se quiere hacer el 5 de mayo; además tienen que realizar el milagro de los panes y los peces porque con el dinero que se obtenga no sólo tienen que pagar la deuda que se tiene adquirida por la compra del avión (los tres mil millones de pesos que se podrían obtener de la venta de los cachitos), sino también comprar equipo e insumos médicos porque ya lo anunció su jefe. El súmmum del surrealismo es que ahora al Jefe del Poder Ejecutivo le preocupa que el ganador resulte dañado por obtener tanto dinero de la rifa, por lo que ha propuesto, hasta ahora, dos soluciones: una, que el premio sea puesto en un fideicomiso bancario y se le vaya dando al triunfador poco a poco; y otra, que no haya un solo ganador sino que existan 100 números ganadores y sea menos malo para cada uno de ellos; esto sí ya es un surrealismo conservador.

Quedamos en espera de sorpresas y de nuevas explicaciones como cuando uno ve una película de Buñuel u observa la obra de Remedios Varo y Leonora Carrington.


Lecturas recomendadas:
~ Carlos Barbachano. Buñuel. Salvat Editores. México. 1986.
~ Javier Herrera. Luis Buñuel en su archivo. De Los olvidados a Viridiana. FCE. México. 2015.
~ Masayo Nonaka. Remedios Varo: Los años en México. RM, SA. 2ª Reimpresión. México 2019.


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