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Política, rendición de cuentas y accountability

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Accountability en su más tradicional acepción se traduce y entiende como “rendición de cuentas” y no como “responsabilidad” de acuerdo a lo que dicen muchos autores, coaches y conferencistas. Y desde luego, los blogueros, influencers y todo lo que ahora está de moda, y que con mucha frecuencia señalan.

Hace algunos meses escribí aquí mismo en El Semanario, ahora Voces México, un largo artículo sobre el tema y por ello no volveré a meterme en muchos detalles de la historia de la palabra y lo que implicaba, así como las diferencias entre responsabilidad y accountability y rendición de cuentas; lo que en esta ocasión les comparto es un artículo sobre dos temas que me apasionan: la política y la accountability.

Una de las primordiales responsabilidades de todo gobernante es rendir cuentas, como lo es para un director general rendir cuentas a su Consejo de Administración y a su Asamblea de Accionistas. En esta lógica sabemos que la opacidad de la información que debe ser pública conlleva gobiernos mucho más corruptos.

Entre más esconde un gobierno quiere decir que es más corrupto y eso es innegable. Así que un gobernante, un gobierno que no da información, que, bajo algún estúpido supuesto de la ley, que no la ley, “reserva” la información para dentro de cinco, diez o quince años, cuando ya no se puede actuar contra quienes actuaron de forma ilícita, quienes robaron, quienes hicieron daño a su municipio, estado o al país, habla del tipo de gobierno y gobernante en turno.

transparencia
Imagen: ABC Transparencia.

En México y en muchos lugares del mundo, los ciudadanos tenemos que padecer la incompetencia, colusión, omisión y corrupción de nuestros gobernantes porque no tenemos leyes suficientemente claras y sencillas que digan que TODOS los recursos que se utilicen de los impuestos deben ser transparentados en forma absoluta, úsense para lo que se usen. Esto es la tradicional rendición de cuentas.

A los gobernantes se les olvida con demasiada frecuencia que son servidores públicos, que son nuestros empleados, que nosotros los pusimos y que nosotros los quitamos con nuestro voto o con otros mecanismos. Pero estamos, los ciudadanos, metidos en un círculo vicioso y perverso, porque a quienes elegimos hacen leyes para protegerse de nosotros que somos los que tenemos la decisión de votar por ellos  y somos, a través de nuestros impuestos, quienes les pagamos.

Este cuento de reservarse la información o, peor aún, de no darla, es muy peligroso, porque la opacidad supone, de acuerdo a muchos documentos de la Organización de las Naciones Unidas, de la OCDE, del FMI, del BM, de Trasparencia Internacional, de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad, y de muchas otras fuentes, que se ocultan actos ilícitos, sobreprecios, corrupción, y muchas otras irregularidades, como darle contratos a empresas que no tienen la solvencia económica o no son capaces de hacer las obras que se les asignaron, de no haber hecho concursos o licitaciones y haber asignado los contratos a amigos, compromisos, etcétera.

En México recuerdo la opacidad en la construcción del segundo piso del entonces Distrito Federal entre los años 2002-2005, que al final nos enteramos de que tuvo un costo de $4,605,000,000.00 (cuatro mil seiscientos cinco millones de pesos) en sus cuatro tramos, y como es obvio, supone claramente un sobreprecio e indicios de corrupción. Cuando se concluyó la obra se había reservado la información ¡por 10 años!, pero luego reculó el gobierno de López Obrador y la reservó por siete meses, tiempo suficiente para “limpiar” un absoluto desaseo.

¿Qué había que reservarse en la construcción del segundo piso?, ¿qué se quería o qué se ocultó?

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Imagen: Fundar.

Y perdón que meta este tema aquí, pero tiene lógica con el tema de los tiempos entre una cosa y otra, ¿se imaginan todo lo que pasa en un gobierno entre que fueron las elecciones y toma posesión el nuevo gobernante? En Estados Unidos ahora fue gravísimo ver que, entre octubre y enero, Trump siguió haciendo más locuras, se negó a dar cierta información fundamental al equipo de transición y quisiera poner la palabra de lo que realmente pienso, pero mi editora de El Semanario, la querida Mariana, me lo va a censurar… jaja. En el caso mexicano pasan cuatro meses, que son incomodísimos para todos. Tenemos magníficos ejemplos en sentido contrario, como es Inglaterra donde pasan apenas días.

¿Se imaginan a un Director General de una empresa, de cualquier organización, que se niegue a dar información a sus accionistas? Además de que lo corren inmediatamente, existen mecanismos súper claros que obligan a las empresas a dar información permanente a sus accionistas, sin importar cuántas acciones tienes. Obviamente hay empresas que lo hacen mejor que otras y por ello son empresas mejor valoradas en las Bolsas, además de que existen instancias gubernamentales que actúan en consecuencia. ¿Por qué entonces sí sucede con los gobernantes y los ciudadanos?

El ocultamiento de información de muchos gobiernos, es decir, de rendir cuentas, al inicio de la pandemia en el número de contagios y muertos fue alarmante, y muchos de esos gobiernos aunado a que tuvieron que decir la verdad y mostrar a sus ciudadanos que fueron profundamente incapaces e irresponsables, muchos de ellos están siendo sujetos inclusive a procesos legales, y otros claramente se han visto afectados a la hora de las elecciones. El caso de Donald Trump es evidente, yo estoy convencido de que una buena parte de su derrota por más de 7 millones de votos, en las pasadas elecciones, tuvo que ver con su pésimo manejo de la pandemia, con su falta de rendición de cuentas y su falta de accountability. Trump es directamente responsable de la muerte de centenares de miles de americanos, que pudieron no morir. La no actividad y desdén de la pandemia por parte de Trump provocó que en su mandado murieron más de 461,000 americanos por COVID-19.

Casos similares serán registrados en la historia y tarde o temprano, los gobiernos y gobernantes en turno, tendrán que pagar por ello, me refiero al caso de Brasil y México en concreto. En el caso mexicano, hoy sabemos gracias al INEGI, que los 180 mil muertos por COVID en realidad son más de 432 mil. ¿Cuándo el gobierno va a ser accountable de aceptar que se ha equivocado en su estrategia y que lo sigue haciendo?, y ¿cuándo va a rendir las cuentas reales de los muertos?

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Imagen: Veritas.

Boris Johnson, quien estaba en el grupo de los gobernantes más irresponsables, corrigió y las cosas en Inglaterra y todo Gran Bretaña cambiaron de forma radical, como también sucedió en Suecia, donde habían “apostado” a la estrategia del contagio del rebaño y que provocó un desproporcionado número de contagiados para el tamaño del país y población, así como una cantidad de muertos muy superior a la de sus vecinos nórdicos. En resumen, un desastre absoluto, por eso cambiaron su estrategia, y obviamente los resultados y cuentas hoy son mucho mejores. En ambos casos los responsables asumieron que son accountables de sus malas decisiones y cambiaron el rumbo para bien, entregando y rindiendo cuentas claras.

Ahora estamos entrando al tema de la rendición de cuentas del primer año del gobierno del presidente López Obrador y los primeros informes que nos ha dado a conocer la Auditoría Superior de la Federación (ASF) son alarmantes, por decir lo menos. Para muestra un botón. El pago de las obras terminadas y trabajos realizados, indemnizaciones, multas, penalizaciones y demás por la cancelación del nuevo aeropuerto en la Ciudad de México en Texcoco, le han costado al erario, es decir, a nosotros los contribuyentes, 332 mil millones de pesos, más de 16 mil millones de dólares, cifra muy superior a lo que hubiese costado terminar el aeropuerto en Texcoco, que nos daría un aeropuerto de clase mundial para recibir a más de 100 millones de pasajeros y no un aeropuerto que sólo, en el mejor escenario, recibirá a 32 millones de pasajeros; y que, por cierto, no sabremos cuánto costará porque la SEDENA, que ahora resulta que es –entre otras cosas– diseñadora y constructora de aeropuertos civiles, se ha “reservado” la información por una decena de años.

Los gobiernos y los gobernantes tienen la obligación de rendir cuentas y de ser accountables de sus actos… Nuestra responsabilidad como ciudadanos es exigírselos y manifestarnos en las elecciones como primer paso, de ahí que sea tan importante votar este 6 de junio.


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Los primeros 50: escalafón de La Plaza México en 75 años

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En 75 años de historia de La Plaza México, es imposible designar al torero más importante de ese tramo y por ello acudo a los números de actuaciones que reflejan el interés del cónclave y en ese escalafón en los primeros 50; el número uno es Manolo Martínez con 91, pero además es también el primero en trofeos máximos, con 10 rabos en su trayectoria.

En faenas de dos trofeos Jorge Gutiérrez y Manolo Martínez comparten el primer sitio con 17 veces.

Las cifras fueron calculadas gracias al trabajo acucioso de quien fuera presidente de Bibliófilos Taurinos de México –a la que orgullosamente pertenecí y estoy en sabático–, Humberto Ruíz Prado; hijo de mi querido Humberto Ruíz Quiroz y en gran parte al trabajo estadístico de mi querido tocayo, ya en la Gloria, Luis Ruíz Quiroz, su recordado tío.

Le sigue Jorge Gutiérrez con 86 corridas y protagonista en los noventa de grandes rivalidades principalmente con David Silveti, quien a su vez, con 28 actuaciones ocupa el lugar 27 en el escalafón y en el tercero se ubica Mariano Ramos con 84 corridas, que contendió en esa época con los dos anteriormente mencionados y también en los finales de los setenta y los ochenta, con Manolo, Curro Rivera y Eloy Cavazos, quien con 71 corridas ocupa el séptimo sitio.

En el cuarto sitio se encuentra El Zotoluco con 79 corridas y va por delante de Miguel Espinosa Armillita en el 5, con 78 corridas, y Curro Rivera con 77 corridas ocupa el sexto lugar, siendo el octavo Manolo Mejía quien renació después de la faena de Costurero de Garfias, el jueves 7 de octubre de 1993 –curiosamente actuando con Manuel Capetillo hijo– cuando el papá de Manuel ocupa el lugar 9 y fue denominado como el mejor muletero del mundo. Capetillo padre actuó en 50 festejos.

Los alternantes de Mejía en el jueves taurino lo fueron; además de Capetillo hijo, el torero a caballo Octavio Sánchez y Germán Garza.

El primero en el escalafón entre los toreros españoles es Enrique Ponce con 49 corridas y ocupando el lugar número 10 en La Plaza México.

El queridísimo Capea ocupa el 16 con 38 corridas, mismas que Manolo Arruza.

El Juli va en el 23 con 31 corridas; Manolo Dos Santos, el Lobo Portugués en 43 con 23; Sebastián Castella con 23 en el lugar 41, mismas que Juan Silveti; sorpresivamente el año pasado anunció su retiro de los ruedos el francés.

Eulalio López "Zotoluco"
Eulalio López “Zotoluco” (Fotografía: Plaza México).

En el 47 con 21 actuaciones Morante de la Puebla, mismas que Diego Silveti y Polo Casasola, El Conde y Alfredo Gutiérrez.

Manolete actúo tardes en La México, 9 ocasiones entre 1946 y 1947, la última el 2 de febrero de 1947 al lado de Silverio y en la despedida de los ruedos de David Liceaga con toros de Coaxamalucan (Tlaxcala).

Uno de los toreros españoles consentido de México, Paco Camino, alcanzó 10 corridas entre los sesenta y los setenta, siendo la última con Manolo y Eloy con toros de San Miguel de Mimiahuapan (Tlaxcala), el 1 de abril de 1978, y no ocupa un sitio entre los primeros cincuenta.

En resumen, entre los 50 que más han actuado en La México solamente seis son extranjeros; cuatro españoles, un francés y un portugués.

En rabos, el número uno entre los matadores a pie foráneos, es El Capea con tres.

El primero en los de a caballo, mexicanos y extranjeros, es Pablo Hermoso de Mendoza con cuatro.

Pablo Hermoso de Mendoza
Pablo Hermoso de Mendoza (Fotografía: El Sol de Toluca).

Los números son fríos y se pudieran aderezar con el número de trofeos que lograron, sin embargo, sirvan de base para que cada uno saque sus conclusiones, entendiendo que en gustos se rompen géneros y dependen de la época. Por ejemplo, la rivalidad del toreo de angustia, de Antonio Velázquez y Rafael Rodríguez en los cincuenta, llevó a Rafael al onceavo sitio en número de actuaciones con 47 y a Toño al lugar 18 con 35.

Alguna vez que entrevisté a Joselito Huerta en el cincuentenario de la Monumental y con el celo que tienen las figuras, cuando enfaticé que Manolo consiguió 10 rabos en su historia, comentó: “yo 8, pero con la mitad de festejos que Martínez”, Joselito ocupa el lugar 13 con 42 corridas, por cierto, un lugar arriba de Antonio Lomelín, con 40.

Eloy y Joselito comparten número de rabos en la espuerta.

Números que ubican, pero prefiero en lugar de inducir el que cada uno opine, aunque los del uno en el escalafón: Manolo Martínez; quien revela lo mucho que en La México representó para sus leales y todavía algunos le gritan “¡Manolo, Manolo y ya!”. Grito de guerra, que, al segundo del escalafón, Jorge Gutiérrez, alguna vez también lo auparon.

Sirvan pues las cifras puntuales de Humberto Ruíz Prado a los aficionados al toreo y agradecerle la atención de compartir tan valioso trabajo.


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La importancia de otorgar testamento

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El momento del fallecimiento de una persona es incierto. Sabemos que vamos a morir en cualquier momento de nuestra existencia. Normalmente no estamos preparados para ello. Es imposible prever una serie de escenarios o de situaciones con los cuales dejaríamos arreglados todos los asuntos que tenemos en la vida, no sólo patrimoniales, también de tipo estrictamente personal o familiar, tratándose de hijos menores de edad o incapaces, y algunos otros, como todo lo que tiene que ver con medios digitales (apps), redes sociales, Facebook, Streaming, Twitter, etcétera.

Ante una falta de cultura de previsión o de orden, el otorgamiento del  testamento se posterga para cuando ya estemos grandes o cuando estemos a punto de morir. Deberíamos hacer testamento en cuanto somos propietarios de un bien inmueble, cuando contamos con un patrimonio que pudiera interesar o beneficiar a alguien o cuando tenemos un hijo, teniendo cuidado en quienes se encargarán tanto de su persona como de su patrimonio. Si bien el testamento no es un medio o una forma de resolver todos los problemas de los herederos o legatarios, la realidad es que ayuda bastante porque el testador decide quiénes y qué deben recibir, y quiénes no deben de recibir el patrimonio que deje a su fallecimiento.

Se puede reglamentar la administración de los bienes, imponer determinadas condiciones, sujetar a término determinados derechos, imponer algunas cargas, etcétera.

El testamento no es exactamente un traje a la medida pero sí ayuda a resolver problemas que se crearían si no se otorga.

testamento patrimonio
Imagen: Barnabogados.

En la cultura de la previsión, el otorgamiento de un testamento debe ser motivo de reflexión, tanto si se cuenta con un patrimonio pequeño o uno grande. Beneficiar a alguien puede ser dañino, cuando no se está preparado para administrar bienes que no se obtuvieron por esfuerzo o trabajo. Se puede acabar con un negocio, una empresa o industria, porque no se tienen los elementos para continuarlos o porque existe falta de interés de un heredero o legatario. En estos casos el testador debe ir preparando a los posibles beneficiarios para que se encarguen de la administración del patrimonio o sentar las bases para que sean profesionales quienes lo hagan.

Por supuesto existen otras figuras jurídicas que dentro de la cultura de la previsión permiten cumplir la voluntad de la persona que deja de existir. Con el Fideicomiso, existe mayor flexibilidad para cumplirla. Se puede constituir antes o después de la muerte de una persona.

Una cuestión que generalmente se pasa por alto es la dimensión genuinamente moral de quien otorga un testamento. Constituye un deber ético del testador. Al declarar su última voluntad y disponer de sus bienes, derechos y obligaciones para después de su muerte, el testador cumple con un deber, de no hacer entrar en gastos innecesarios a sus deudos. Simplifica la impartición de justicia, pues el testador al haber estipulado su última voluntad, pueden evitarse disensiones, discordias y dilaciones tras su muerte. Adelantarse a esto es, también, un deber de justicia distributiva. Existe una anticipación de la voluntad —esa “testatio mentis” al modo como lo entendía el jurista romano Servio Sulpicio—, para cuando el individuo ya no se encuentre presente. Existe una prudente anticipación, porque la prudencia, una importante virtud moral (la virtud ética por excelencia), de suyo, implica la anticipación.

De no realizar el testamento, será el Código Civil en cada Entidad Federativa, el que fije las reglas acerca de a quién corresponderá el patrimonio o quiénes serán los beneficiarios. Puede ser que no se entreguen precisamente a la persona a la que el “de cujus” (persona que deja de existir) hubiera querido. De hecho, puede dejar problemas y dejar desprotegidas a determinadas personas.

testamento
Imagen: Bestbow.

El testamento tiene vigencia durante toda la vida del testador, no caduca; se revoca cuando el testador ante el cambio de circunstancias decide que es necesario cambiarlo. El último testamento perfecto es el que prevalecerá y es el que los beneficiarios (herederos y legatarios) deben cumplir.

No todos deben hacer testamento. Si se es niño, joven o adulto y no se tienen hijos o no se tiene patrimonio, el testamento no es necesario. De la población mexicana, tenemos más de 55 millones de personas en este supuesto, de acuerdo con el INEGI.

No existe una cultura testamentaria en México. Sin embargo, a partir de que la Secretaría de Gobernación en conjunto con el Notariado Nacional, inició el programa “septiembre, mes del testamento”,  la población se ha concientizado y se ha incrementado, año con año, el otorgamiento de testamentos. Actualmente, más del 20% de la población que puede otorgar testamento lo ha hecho. Antes del programa, era alrededor del 6%.

La pandemia de Coronavirus (Covid-19, causada por el virus SARS-CoV-2), rompió todos los esquemas, previsiones, planeaciones (estratégicas o no), de personas, familias, empresas, gobiernos. No existe manera de controlar lo que está pasando. En cada país, los políticos imponen medidas para combatirlo. En otros, acorde a los intereses electorales.

En esta situación, vale la pena comentar que las Notarías en el país no han cerrado. La actividad notarial fue declarada una actividad esencial. El Notariado de la Ciudad de México ha apoyado a las familias para que se les apliquen la reducción de honorarios y los beneficios fiscales, conforme a los programas fiscales anuales o permanentes y continúa trabajando en los programas de Testamento para Adultos Mayores; testamento de bajo costo para el resto de la población y septiembre mes del testamento.

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Imagen: El Cato.

En el supuesto de que no exista testamento, es necesario abrir la sucesión intestamentaria. Hacerlo ante Notario, garantiza rapidez, una adecuada orientación en cuanto al procedimiento y a los beneficios fiscales.

Ante Notario se otorga el Testamento Público Abierto. Es un testamento blindado porque se otorga ante un profesional de Derecho, que orienta al testador acerca de las consecuencias jurídicas y fiscales de su decisión. Pretender hacer otro tipo de testamento, en el que no intervenga el Notario o no esté presente, traerá problemas graves. Se trata de evitarlos no de agravarlos.

Testar entraña de por sí algo que corresponde al entendimiento, al buen juicio, a la buena deliberación, aun antes de disponer la última voluntad. Por eso, la prudencia es la virtud moral por excelencia, pues pertenece al entendimiento pero también a la voluntad.

Nuestra paremiología castellana bien postula aquello de que “hombre prevenido vale por dos”. Yo aquí, querido lector, le digo que el “hombre prevenido vale por muchos”, por todos aquellos a quienes su prudente anticipación ha brindado paz, serenidad y certeza, aun cuando ya no esté con nosotros. Y no hay nada más encomiablemente ético que esto.


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El comercio exterior de México en 2020

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Ellos se ríen de mí porque soy diferente.
Yo me río de ellos porque todos son igualitos.
Anónimo.

El 2020 fue un mal año para el comercio exterior de México debido a que la Exportación Total registró un decremento de -9.42%, porque sus dos componentes, la Exportación Petrolera y la Exportación No Petrolera, tuvieron decrementos de -32.99 y -8.01%.

En el caso de la Exportación Petrolera, la Exportación de Petróleo Crudo tuvo un descenso de -35.20%, en tanto que la Otra Exportación Petrolera lo fue de -18.44%.

Por lo que se refiere a la Exportación No Petrolera, dos de sus componentes, la Exportación Agropecuaria y la Exportación Extractiva presentaron símbolos positivos, pues su crecimiento fue de 3.19% y 19.68%, en tanto que la Exportación de Manufacturas decreció en -8.93%.

La Importación Total también decreció en -15.84%, debido a que los dos grandes rubros: la Importación Petrolera Total y la Importación No Petrolera Total decrecieron -33.47% y -13.8%, respectivamente.

Por lo que se refiere al destino de las importaciones, los tres rubros también registraron decrementos, ya que la Importación de Bienes de Consumo Final decreció -26.2%, y sus dos componentes, la Importación de Bienes de Consumo Petrolero lo hizo en -36.81%, en tanto que la Importación de Bienes de Consumo No Petrolero fue de -21.3%.

En el caso de la Importación Intermedia Total, el decremento fue -13.91% debido a que la Importación Intermedia Petrolera decreció -30.49%, en tanto que la Importación Intermedia No Petrolera lo hizo en -12.38%.

Finalmente, hay que señalar que la Importación de Bienes de Capital tuvo un decremento de -16.87%.

Como consecuencia de la evolución de las variables de exportación e importación, en el año 2019 y 2020, se han registrado importantes superávits en nuestra balanza comercial, mismos que ascendieron a 5,820 y 34,476 millones USD, respectivamente.

Comentarios

La debilidad que registró la Exportación Total de México, en el año 2019, con un decremento de 10,544 millones USD, se acentuó en el 2020 debido a la pandemia generalizada en todo el mundo y la disminución de las exportaciones se triplicó alcanzando una cifra de -43,446 millones USD, ya que la Exportación Petrolera disminuyó -8,572 millones USD, en tanto Exportación No Petrolera lo hizo en -34,874 millones USD.

Conviene señalar que, dentro de la Exportación No Petrolera, los rubros de la Exportación Agropecuaria y la Extractiva se incrementaron en 577 y 1,218 millones USD, mientras que la Exportación de Manufacturas tuvo un fuerte descenso con -36,669 millones USD.

En el 2019, la Importación Total registró un decremento de -8,982 millones USD y, en 2020, la Importación Total se redujo -72,101 millones USD porque todos sus componentes mostraron importantes decrementos.

Así, los dos grandes rubros: la Importación Petrolera Total decreció -15,799 millones USD y la Importación No Petrolera lo hizo en -56,302 millones USD.

La Importación de Bienes de Consumo Final disminuyó -16,028 millones USD, y la Importación de Bienes de Consumo Petrolera lo hizo en -6,685 millones USD, en tanto que la Importación de Bienes de Consumo No Petrolera cayó -9.342 millones USD.

Por lo que se refiere a la Importación Intermedia Total, el decremento fue de -49,023 millones USD; la Importación Intermedia Petrolera lo hizo en -9,113 millones USD; y la Intermedia No Petrolera alcanzó la cifra de -39,910 millones USD.

Finalmente, la Importación de Bienes de Capital se redujo en -7,050 millones USD.

Apuntes finales

El comercio internacional fue una de las víctimas de la pandemia sufrida en 2020. De acuerdo con los datos de la OMC, se estima un decremento de 9.2% que afectó a todos los países de la comunidad internacional.

En el caso de México, la ralentización que mostró nuestra exportación, en el año 2019, se ha visto agravada por la debilidad de la demanda internacional en 2020 de tal manera que su decremento fue de 9.42%, porcentaje ligeramente superior a la cifra registrada en el decremento del comercio mundial.

Para México, este decremento fue el segundo más importante del período 1993-2020 que, en valor, alcanzó la cifra de -43,446 millones USD, sólo superado por el año 2009, con 21.16% equivalente a -61,639 millones USD.

Es importante señalar que el sector más afectado en ambos años fue la manufactura. Esto porque en 2020 el descenso fue de -36,669 y, en el 2009, de -41,184 millones USD.

La contrapartida de este significativo decremento de la exportación es más negativa, ya que lo constituye la Importación Intermedia Total con -49,023 millones USD, cuyo descenso es un termómetro de la importante reducción de la actividad productiva en nuestro país, debido a la fuerte dependencia de la planta industrial en la importación de insumos, y como consecuencia de que la estrategia diseñada por nuestros funcionarios se ha basado en un esquema muy simplista e irresponsable de importar para reexportar con reducido valor agregado, convirtiendo a nuestro país en un maquilador básico, con características de ensamblador.

Esta situación se ha visto agravada por el fuerte decremento de la Importación de Bienes de Capital que fue -7,050 millones, lo que significa que hay poca confianza para invertir debido a las perspectivas poco halagüeñas de nuestra economía.

En este sentido, el hecho de que en los dos años más recientes se haya registrado un superávit creciente en nuestra balanza comercial, desgraciadamente no es algo muy satisfactorio y menos halagüeño, pues no es originado por un crecimiento sano de nuestras exportaciones, sino por un decremento muy importante de un elemento que mantiene a la planta productiva nacional en operación. Es decir, la Importación Intermedia correspondiente a insumos que se requieren para fabricar bienes de consumo para el mercado doméstico y para el de exportación, debido a que muchos de esos bienes no pueden ser producidos competitivamente en nuestro territorio, como resultado del marco sistémico tan deficiente que padecemos crecientemente.

Hoy, más que nunca, en los 28 años más recientes es necesario definir una estrategia para reanimar nuestro comercio exterior a fin de contrarrestar los efectos de la pandemia que tanto nos ha afectado, pero, sobre todo, para evitar la simulación que caracterizó a la promoción del comercio exterior durante la vigencia del TLCAN, y así lograr un desarrollo sano del comercio exterior mexicano en el marco del T-MEC, con la finalidad de estar en condiciones de aprovechar la reestructuración que está sufriendo el comercio internacional.

Conviene señalar que, durante el período de vigencia del TLCAN, vivíamos en una zona de confort; éste era un acuerdo muy amigable, distinto al del T-MEC, en que las condiciones son más demandantes y estrictas, por lo que será más difícil cumplir con las condiciones impuestas en la renegociación del Tratado, principalmente en relación con las provisiones laborales y el valor de contenido nacional.


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Fracasos de los juicios orales

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De manera caprichosa, “sobre las rodillas”, se nos “ocurrió” implantar juicios orales en nuestro país. La idea era alentadora, pareció una gran solución al drama de la corrupción que impera en los juzgados y agencias del Ministerio Público, centros llenos de inmoralidad que imposibilitan la justa aplicación de la ley.

En este drama, además de encontrarse implícitos los antiguos Ministerios Públicos, ahora denominados Fiscalías, también lo están los juzgados federales y locales de todas las especialidades. La venta descarada de sentencias, el castigar a inocentes y liberar a culpables se volvió una costumbre sin moderación.

Así, sin más ni menos, de pronto en lugar de los Ministerios Públicos, acudiendo a la “vil imitación”, se trajo del sistema norteamericano a las llamadas Fiscalías, que al final no fueron sino “la misma gata, pero revolcada”; el cambio de nombre no ayudó en nada, porque los mismos sujetos pícaros que atendían las agencias del Ministerio Público ahora eran encargados de las Fiscalías. Es imprescindible el cambio de personal; buscar otros que no estén corrompidos y que la imagen que transmitan a la población sea de confianza y seguridad.

fracaso juicios orales
Imagen: Periódico AM.

En el anterior renglón, en los juzgados se consideró que la presencia del Ministerio Público era perniciosa, llegó a convertirse en juez y parte, sin duda mucha razón hubo en ese planteamiento y ante ello se consideró adecuado restarle facultades, sobre todo para promover la acción penal, siendo el caso que se buscó a un juez instructor en un mecanismo al que se ha denominado juicios orales, donde el que salió ganando generosamente, fue el presunto responsable de la comisión de delitos; de esta manera, se dieron tantas facilidades para obtener la libertad, que auténticamente los jueces orales se convirtieron en defensores de la delincuencia y sin más, liberan a sujetos quienes inclusive han sido sorprendidos infraganti, pero esto poco importaba a los hombres de toga y birrete, quienes sin mayor profundidad en el análisis de las pruebas les era más fácil no iniciar el proceso; así bien se ha dicho que los juzgados se convirtieron en auténticas puertas giratorias; a perversos delincuentes se les soltaba sin mayor cuidado y al final la víctima, quien había sufrido los efectos negativos del delito, sus derechos quedaban al “garete” sin ningún beneficio.

En efecto, el sistema de los juicios orales se olvidó del sujeto pasivo que padece la violencia; jamás se consideró la opción de reparar el daño. Veamos un ejemplo clásico de los juzgados orales, un individuo infraganti que sube al transporte público, asalta y mata a pasajeros, robando sus pertenencias que ascienden a 10 mil pesos; lo detienen y llevan a un juzgado oral y en lugar de castigarlo con prisión, a cambio de una módica cantidad, en muchos casos, de apenas 500 pesos, se le deja en libertad al torvo criminal. Lo gracioso es que se le dice al presunto delincuente que tiene que regresar en determinado tiempo para continuar con su proceso; evidentemente jamás vuelven y el obrero que había sido despojado de su salario; el ama de casa que llevaba el dinero para la despensa de su hogar; el empleado que le arrebataron el reloj y su celular, se tenían que conformar y lo único que ganaban era perder su tiempo en declaraciones,  y lo robado jamás les era devuelto.

Nótese la infamia y perversidad de los juicios orales; es urgente un cambio, modificaciones de fondo, donde lo relevante sea precisamente la REPARACIÓN DEL DAÑO. Una persona que ha sido defraudada por 100 mil pesos, sólo por decir algo, antes de que el presunto goce del beneficio de la libertad y de que realice su proceso fuera de las rejas, se le debe exigir que garantice la reparación del daño. Sólo de esta manera se estará siendo justo, algo que por desgracia no acontece en nuestro cada vez más desprestigiado sistema judicial.

Los jueces de todos los niveles carecen de credibilidad, gozan de mala fama, la sociedad no les tiene confianza. Esto es desalentador; en una población donde la justicia no exista, se da pauta a la anarquía, a la nada recomendable “justicia de propia mano”. Con frecuencia escuchamos que diversos grupos actúan por su cuenta y linchan a los delincuentes, porque están seguros que de entregarlos a la policía ésta será cómplice de los sinvergüenzas, con quienes en infinidad de ocasiones actúan de común acuerdo. Aquí otro ámbito que sin duda es indispensable revisar.

fiscalia
Imagen: Nexos.

Recientemente hubo cambios en el Poder Judicial Federal, pero como en todos los casos, superficiales, nada de fondo; la lentitud, la ausencia de confianza y la falta de efectividad se seguirán dando intensamente.

Nuestro país reclama un nuevo sistema para actuar contra los enemigos, los mismos a los que en un momento dado se refirió el penalista alemán Günther Jakobs y que no son otra cosa si no los delincuentes; los que violan la ley y los que hacen del robo y el asesinato su modus vivendi.

México reclama una policía preparada, capacitada en centros serios y profesionales como corresponde; Fiscalías comprometidas en mantener el principio de ser representantes de la sociedad. Los jueces necesitan mostrar otra actitud, una comprometida conducta bajo el lineamiento de “darle a cada quien lo suyo o lo que les corresponde”. Este aforisma es la clave de la justicia, el de que verdaderamente se sea enérgico con el delincuente y generoso con la víctima que hoy por hoy se encuentra abandonada.

El sistema judicial debe fincarse en una prontitud y rapidez ejemplar; justicia que llega tarde simplemente no es justicia, pero además debe ser para que la víctima recupere con amplitud y precisión lo que ha perdido; aquí un particular aspecto es el relacionado con el homicidio y sus manifestaciones colaterales. En este aspecto la reparación del daño no es de ninguna manera fácil, en efecto, no se contempla la manera de cubrir el valor de una vida, pero sí de otorgarles a los deudos beneficios económicos que puedan hacerles menos dolorosa la pérdida del ser querido; tal es el caso de un obrero, donde se debe obligar a su homicida a cubrir a favor de los hijos y familiares de dicho trabajador, importantes cantidades mensuales. En este camino se tendrá además de la justicia, una manera inteligente de disuadir la comisión de ilícitos; si matas tendrás que responsabilizarte de mantener a la familia de la víctima y como este, en otros ámbitos también la reparación del daño podrá mostrarse en todo su esplendor. Debemos reconocer errores y después de ello enmendarlos.


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La evolución de la insensatez (segunda parte)

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En la entrega anterior plantee la serie de absurdos e insensateces que he apreciado a lo largo de esta pandemia que nos ha tocado vivir. La imaginación de las personas para inventar rumores es casi inagotable, nuestra sociedad bullanguera y católica prefiere creer en los milagros antes que en la ciencia.

Somos capaces de creer más en los chamanes que se anuncian en la televisión y que por 50 pesitos te ofrecen quitarte cualquier mal impuesto, cualquier amarre en el que te hayan metido si tú saberlo, que en la medicina.

Preferimos pedirle a la virgen, antes incluso de acudir al médico, el pensamiento mágico y la fe parecen inquebrantables. Hace años era el agua del Tlacote el remedio eficaz para todo, hoy de frente a la pandemia, lo es el dióxido de cloro.

Gárgaras de bicarbonato, aseguran unos, infusiones de una hierba llamada Artemisa, afirman otros, que no sólo previene sino que cura el COVID.

dioxido de cloruro
Imagen: Comercio Perú.

Otros más venden cápsulas de ajo negro como un medio para fortalecer el sistema inmunológico y prevenirnos del COVID, y así podríamos seguir con una larga lista, eucalipto, jengibre, miel de abeja y un largo etcétera parecen ser preferibles a la medicina tradicional.

Ni qué decir de las múltiples teorías conspiratorias en torno a la pandemia y al uso del cubrebocas, todo parece tener un trasfondo en el que parecen lo mismo los Illuminati de Baviera o Bill Gates. El estado profundo (lo que quiera que ello signifique) o el gran complot de la Big Pharma, las antenas 5G, que incluso llevaron a la quema de mástiles de telefonía en Reino Unido; teoría, por cierto, apoyada por personajes como Miguel Bosé.

Evo Morales atribuyó a Estados Unidos y las multinacionales (otra vez, lo que quiera que ello signifique) “una planificación para la reducción de la población innecesaria”. ¿Y cuál es la población innecesaria? Se preguntaba el propio Evo, y su respuesta era contundente, los abuelos y las personas de la tercera edad.

Donald Trump pasó de negar el peligro del COVID-19 a afirmar que China y la OMS estaban aliadas y en contubernio para generar esta crisis, esta pandemia. No olvidemos su recomendación de “inyectar” desinfectantes para curar la enfermedad.

Curiosamente un archienemigo de la Unión Americana, el ayatolá Jamenei, usando la misma estrategia de Trump, sugirió que el virus fue manipulado por Estados Unidos, para hacerlo más propenso al perfil genético de los iraníes y lograr así un contagio mayor. Cabe decir que, actualmente el mismo ayatola, afirma que no vacunará a su población porque las vacunas se fabrican en Estados Unidos y en países occidentales.

trump contra la ciencia
Imagen: KAL.

Pero creo que ya me desvié, en el caso mexicano, ¿qué es lo que nos impulsa a tener más fe en el pensamiento mágico que en la ciencia? Pues bien, lo que encontré en la Encuesta sobre la Percepción Pública de la Ciencia y la Tecnología, elaborada por el INEGI, fue que:  

En promedio el 71.5% de los mexicanos mayores de edad encuestados, entre 2011 y 2017, consideran que los mismos mexicanos confiamos demasiado en la fe y muy poco en la ciencia. Nótese que hablamos de un tercio de la población quien reconoce confiar más en la fe que en la propia ciencia.

Por otra parte, otra de las preguntas en dicha encuesta es si consideran que, debido a sus conocimientos, los investigadores científicos tienen un poder que los hace peligrosos. A esta pregunta igual, en el período 2011-2017 en promedio, el 52.5% manifestó estar de acuerdo o muy de acuerdo con dicha afirmación.

Así, como podemos ver, una tercera parte de la población mexicana confía más en los actos de fe que en la ciencia y más de la mitad de la población cree que la ciencia les otorga a los científicos un poder tal como para ser considerados personas peligrosas.

Me parece que esto explica bastante bien el porqué, a lo largo de la pandemia, la sociedad mexicana ha abrazado todo tipo de mitos y teorías conspiratorias. La conclusión (al menos en mi caso) es simple, nos falta una educación en la que se explique de manera sencilla y clara qué es y para qué sirve la ciencia. Creo sinceramente que un país no puede avanzar si en la mayoría de su población impera el pensamiento mágico y una actitud de confianza en los milagros antes que en la ciencia.


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Vacunación, paso indispensable, ¿se logrará?

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Estamos en la plena etapa de la vacunación, primero se hizo con el personal médico (medida aplaudible), posteriormente a una parte del personal militar y del gobierno, y el paso a seguir después de aplicar la segunda dosis a toda esta gente, es para nuestros adultos mayores; bien por ello, creo firmemente que las personas de la tercera edad han colaborado lo suficiente con este país como para que se les corresponda con esa preciada vacuna. ¿Cómo se hará?, esto nos deja varias incógnitas, dado que al ya no hacerlo con el Sistema Nacional de Vacunación (ahora extinto), no se ve que haya un programa que venga a suplirlo y, sobre todo, que tenga la efectividad demostrada en otras campañas, como lo fue con la influenza, el brote de sarampión y que se controló prácticamente de inmediato. Esperemos que todo le funcione bien al gobierno y se logre cumplir con la vacunación de todos para finales de marzo, tal y como lo expresó el presidente.

¿Por qué no se toma como ejemplo  lo que se está haciendo con la vacunación en otros países? En Arizona la vacunación se está realizando como si pasaras por una garita, dentro de tu auto toman tus datos y te aplican la vacuna. En otros estados se están utilizando los estadios de deportes con su estacionamiento para guardar la sana distancia e ir pasando, por un lado, vacunarse, y salir por otro lado, de tal forma tan ordenada que no hay aglomeraciones, todo fluye en perfecta armonía; pero no conformes con eso, han unido a la cadena de farmacias CVS para que aplique la vacuna, su cobertura es impresionante y con ello se logrará avanzar de forma significativa. La meta en Estados Unidos es aplicar 2 millones de vacunas al día y bajar el porcentaje de defunciones que tiene hasta el día de hoy.

proceso de vacunacion
Imagen: La Tercera.

Desde luego que nuestro país es otra cosa, primero tenemos que contar con las vacunas necesarias y, posteriormente, pensar en cómo ponerlas evitando las aglomeraciones, las cuales se vieron que se dan desde el momento que abrieron la página para registrarse por parte de los adultos mayores, la cual dada la afluencia se saturó y colapsó; las autoridades nunca esperaron que la ciudadanía de la tercera edad se volcara para lograr un lugar lo antes posible –lo importante es que ya funciona y están dando citas y tranquilizando a mucha gente–. En ambos casos no podemos culpar principalmente al gobierno, ya que el arribo de las vacunas será paulatino conforme se vayan cumpliendo los pedidos del mundo entero; no sabemos cuál vacuna nos tocará, si la de una dosis o la de dos, ni de qué país, es decir, la de Pfizer BioNTech, la china Fosum Pharma, la de Astra Zeneca, Cansino o la de Covax, pero lo importante es que lleguen y se cumpla con el programa de vacunar a toda la población en el plazo estimado de 18 meses, lo que se ve un poco arriesgado o dudoso de poder cubrir.

Ojalá nuestras autoridades de sector salud tengan un plan bien definido y se lleve a cabo en tiempo y forma ese proceso de vacunación masiva y que el total de nuestra población esté protegida y podamos notar cómo bajan las cifras de contagios, casos sospechosos y drásticas defunciones. Hay mucho dolor en nuestra población, por ello debemos confiar y cooperar en lo que se nos vaya solicitando por parte de las mismas, hay muchas formas de apoyar, desde mantener el orden, la tranquilidad y, de ser posible, ayudar en lo que esté en nuestras manos; todos somos mexicanos y como tales, debemos de corresponder y auxiliar.

Como siempre, ustedes tienen la última palabra… Nos seguimos leyendo si gustan.


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Tiempo al tiempo

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¿Por qué venimos a esta vida con tiempo limitado?

Desde temprana edad, cuando ya somos conscientes, sabemos que algún día vamos a morir. Si lo pensamos, cada día que pasa estamos más cerca de morir.

No pedimos nacer, pero igual nacemos y nos encontramos en una realidad en la cual viviremos por un breve periodo de tiempo, y que después de éste, inevitablemente moriremos.

Cuando se nos acaba el tiempo y morimos, ¿es el fin del juego?

De no ser el fin, ¿a dónde vamos después?, ¿esta vez podemos escoger?, ¿depende en algo de cómo nos hayamos comportado?

Y si no decidimos nacer ni tampoco morir, ¿hay algo que decidamos por nosotros?

En el tiempo limitado que tenemos, crecemos, nos reproducimos –si tuvimos “suerte”– y morimos. En el inter de esto, sufrimos accidentes, enfermedades… pérdidas, que tampoco decidimos.

Lo que sí decidimos fue casarnos –cada vez menos de nosotros–, tener hijos –ya sea que hayamos podido o no–, abrir un negocio, estudiar una carrera o un oficio, viajar…

¿Seguro que lo decidimos nosotros?

¿Tiene sentido vivir sabiendo que pronto vamos a morir?


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